Público
Público

Las víctimas del incendio de Bilbao sufren el repudio de sus futuros vecinos

Una asociación del barrio de Zorroza se opone al realojo de las familias gitanas que vivían en el edificio que ardió el pasado 27 de mayo. Les acusan de ser personas “conflictivas” y piden que sean “dispersadas”. El ayuntamiento asegura que carecen de antecedentes policiales y pide respeto hacia ellas.

Incendio en el barrio bilbaíno de Zorroza. / EFE

Ocurrió casi al amanecer, cuando Bilbao aún dormía. En algún maldito instante, el fuego empezó a devorarlo todo. César y Jeny, dos hermanos de dos y tres años, murieron en la cama, abrazados. Sus padres, Joaquín y Rocío, murieron muy cerca de ellos. Fue quizás la escena más terrible del pasado 27 de mayo, cuando un incendio acabó con la vida de cinco personas –algunas semanas después falleció el abuelo de los niños- en un edificio degradado del barrio de Zorroza. Las tres familias que lograron salir con vida atraviesan hoy un nuevo drama: en Zazpilanda, la zona donde serán realojados, un movimiento de vecinos busca impedir a toda costa que vayan a vivir allí. ¿El motivo? Aseguran que los sobrevivientes –todos ellos de la comunidad gitana- son gente conflictiva.

“Me da igual cómo se apelliden. Lo que yo no quiero es que en mi casa, en mi calle y en mi barrio haya gente que no me deje vivir en paz. Lo repito: se apellide como se apellide”. Mercedes López, Mertxe, tiene la difícil tarea de explicar los motivos que han llevado a un grupo de vecinos a lanzar una campaña contra la llegada de las personas que sobrevivieron al incendio, una de las peores tragedias registradas en Bilbao durante los últimos años.

Mertxe, quien hace de portavoz de la asociación de vecinos de Zazpilanda (una zona del barrio de Zorroza), asegura que no sólo se oponen a la llegada de las tres familias que escaparon de las llamas, sino también de otras 12 que a día de hoy continúan viviendo en casas cercanas a la que devoró el fuego y que, siguiendo un plan del ayuntamiento, deberían ser realojadas durante los próximos meses. “Si el ayuntamiento así lo considera, claro que las 15 familias tienen derecho a una vivienda digna. Pero… ¿todas en nuestro barrio?”, se pregunta.

Desde que el gobierno municipal –en manos del PNV, en coalición con el PSE- empezó a dar pasos para concretar estos realojos, los vecinos agrupados en esa organización repiten siempre la misma palabra: conflictividad. Bajo ese argumento, aseguran una y otra vez que la llegada de esas 15 familias acarreará “problemas de convivencia”. Los más exaltados han llegado a pedir que el alcalde Juan Mari Aburto “se los lleve a vivir a su casa”.

Entre las destinatarias de ese tipo de mensajes se encuentra la abuela de los niños que murieron en el incendio. Ella acaba de salir del hospital para enfrentarse a una vida cargada de insoportables ausencias: también perdió a su marido, a su hijo y a su nuera. De momento se encuentra en el hogar de su hermana, curando las heridas. Muy pronto será realojada, también en Zazpilanda, donde este martes habrá una nueva movilización contra la llegada de “gente conflictiva”.

“Hay que dispersarles”

“Mi solución es no juntarles a todos en el mismo sitio; lo que tienes que hacer con la conflictividad es dispersarla”, explica Mertxe. Algunas horas antes de hablar con este periódico, sus compañeros de la asociación dieron una peculiar bienvenida al primer matrimonio realojado en el barrio. Nada más recibir las llaves de la vivienda municipal, sus nuevos vecinos rodearon la casa. Hubo abucheos y pitidos. A pesar de todo, la pareja de sobrevivientes se mantuvo en silencio y abandonó el lugar en un coche policial, junto a dos asistentes sociales. Fue una situación tensa, aunque nada comparable a la que tuvieron que vivir el pasado 27 de mayo, cuando se vieron obligados a tirarse por la ventana del edificio incendiado. Hoy siguen vivos de milagro.

“Aún no tienen los muebles ni los enseres de la vivienda. Solamente habían ido a verla”, relataron a Público fuentes del ayuntamiento de Bilbao. En tal sentido, desde el gobierno municipal adelantaron que ya se han iniciado conversaciones con la mujer que acaba de salir del hospital para concretar su realojo. “Con el resto de personas afectadas –apuntaron- aún no se ha avanzado”. Al mismo tiempo, la asociación de vecinos promete que seguirá realizando movilizaciones contra la llegada de esas familias.

Sin antecedentes

Según ha podido confirmar este periódico, las personas que serán realojadas carecen de antecedentes policiales. Ese dato objetivo, que ha sido confirmado por el propio ayuntamiento, no termina de convencer a los integrantes de la asociación vecinal. “No tenemos acceso a sistemas policiales para decir si tienen o no antecedentes, pero sabemos que son conflictivos porque hemos convivido con ellos en los espacios públicos de Zorroza”, asegura la portavoz.

Ante los anuncios de nuevas protestas por parte de ese grupo, fuentes municipales han reclamado “calma y respeto”. Del mismo modo, aseguraron que el consistorio seguirá “colaborando con los vecinos y las asociaciones de Zorroza en aras de conseguir una situación normalizada y de convivencia”. “También continuaremos mostrando nuestra solidaridad y ofreciendo nuestra ayuda a quienes perdieron su vivienda y todas sus pertenencias en el incendio”, remarcaron.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias