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Varios menores en tratamientos oncológico participan en el último spot de la Fundación "Juegaterapia"
Agencia Atlas
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Para Raúl jugar en la azotea es como un columpio para el ánimo.
"Me hace estar más alegre. Y además es muy bonito. Me ayuda a no pensar en lo que me está pasando"
Tiene 12 años y un aplomo admirable para expresarse. Hace poco le operaron de un tumor y en la cabeza es visible todavía la cicatriz que dejó la intervención. "Si no me da el sol, pronto se borrará", nos cuenta "y si queda cicatriz, no pasaa nada, eso queda chulo" añade sonriente.
Paula tiene 14 años y le han tratado de un Sarcoma de Ewing. Le han quitado parte de la pelvis y le han colocado una prótesis en lugar de cadera; es su primer rodaje pero a este lugar, la azotea del hospital de La Paz, subía siempre que podía cuando estaba ingresada, a llenarse de energía
"Ver el sol, y el aire y las nubes y todo...parece mágico, para mí, sí...cuando estás ingresada, sí", describe
Y es aquí donde niños de varias edades superan la timidez y son actores por un día para el spot de la Fundación Juegaterapia. La organización se dedica, entre otras cuestiones y tal y como explica Anna Rubau, su directora de marketing "a humanizar los hospitales, a edificar espacios como este jardín de La Paz"
A pesar de la madurez que ya muestran, siguen siendo niños y como tales necesitan lugares donde el juego ejerza su poder medicinal.
Javier Cobas, subdirector gerente del hospital La Paz, lo resume con precisión científica:
"El juego en un niño es fundamental. En el hospital hemos demostrado que el juego disminuye el dolor, e incluso mejora las relaciones de los niños con nuestro personal. Es una forma de saber que el niño va por buen camino. A veces podría decirse que el juego en lugares como este, al aire libre, es como el mejor tratamiento"