TikTok, radiografía de la adicción que daña la salud mental de los menores
Un informe de Amnistía Internacional desvela que la aplicación, adictiva por diseño, muestra vídeos que pueden ser perjudiciales para niños y niñas con tal de que sigan deslizándose por la aplicación.
Eva Ibáñez
Madrid-Actualizado a
Nueva York ha denunciado este miércoles a las cinco principales redes sociales –TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube– por daños a la salud mental de los jóvenes ante el Tribunal Supremo de California. Así lo ha anunciado su alcalde, Eric Adams, quien ha afirmado que "no podemos quedarnos mirando y dejar que las grandes tecnológicas moneticen la intimidad de nuestros hijos".
La demanda, formulada por la ciudad de Nueva York, el Departamento de Educación y la Corporación de Salud, alega que estas redes manipulan y "crean adicción intencionadamente a los usuarios más jóvenes", provocando comportamientos insanos para el desarrollo de su personalidad y de la convivencia con su entorno.
Las redes sociales funcionan como una espiral de adicción cuyo objetivo es que se siga deslizando la pantalla
Los jóvenes pasan una media de tres horas o más al día delante de una pantalla, según el informe presentado en la denuncia. Este tiempo es mayor al umbral que establecen organizaciones como Unicef, cuya especialista en salud mental, la doctora Marcia Brophy, asegura a Público que aquellos que usan las redes superando esos límites "muestran una salud mental más pobre". No es el único organismo que denuncia esto. Amnistía Internacional (AI) elaboró un estudio que demuestra que las redes funcionan como una espiral de adicción cuyo objetivo es que los jóvenes sigan deslizando la pantalla.
Nueva York se convierte así en la primera ciudad en denunciar a cinco grandes tecnológicas, sin embargo, otros 41 estados ya demandaron a Meta (la empresa que engloba Whatsapp, Facebook e Instagram) por las mismas razones el pasado mes de octubre.
TikTok, entre las redes sociales más dañinas
Amnistía Internacional lanzó el pasado mes de noviembre el informe Empujados a la oscuridad, que estudió el riesgo del feed "Para ti" de TikTok que dirige a niños, niñas y jóvenes hacia contenidos nocivos para la salud mental que fomentan la autolesión y la ideación suicida.
Entre todas las aplicaciones, TikTok se ha convertido en la red social más utilizada en este rango de edad en todo el mundo. Los usuarios han declarado en el informe que es la aplicación que "más te conoce", ya que "sabe cómo te sientes y te muestra vídeos relacionados". El peligro radica en que a TikTok no le importa que los vídeos que se muestran sean nocivos o perjudiciales con tal de que el usuario siga deslizándose por la aplicación.
Amnistía Internacional realizó una investigación técnica en colaboración con institutos de Inteligencia Artificial, que crearon más de 30 cuentas automatizadas para representar a jóvenes de 13 años con el fin de medir los efectos del sistema de recomendación de TikTok. Se reveló que, tras utilizar TikTok durante cinco o seis horas, prácticamente uno de cada dos vídeos mostrados estaba relacionado con la salud mental y era potencialmente nocivo.
AI: "TikTok promociona vídeos que romantizan e idealizan los pensamientos depresivos"
En el informe, Luis (nombre ficticio), estudiante universitario de 21 años de Manila diagnosticado con trastorno bipolar, contó su experiencia en la aplicación. "Cuando me sentía decaído, creo que el 80% [del contenido] tenía que ver con la salud mental. Es como una espiral. Es una madriguera en la que te adentras a partir de un solo vídeo. Si un vídeo logra captar tu atención, aunque no te guste, te lo presentan cuando vuelves a abrir TikTok y, como te resulta familiar, lo vuelves a ver. Al verlo de nuevo, su frecuencia en tu feed aumenta exponencialmente".
Adictivo por diseño
Beatriz Martos, responsable de campañas de tecnología y derechos humanos y portavoz de esta campaña en España, explica a Público que la aplicación tiene un modelo de negocio que se basa en la recolección invasiva de datos personales para vendérselos a terceros. Entonces, "cuanto más tiempo interactúen los y las usuarias en esta plataforma, más datos puede recopilar TikTok y, por tanto, gana más dinero".
Por ende, para conseguir que el usuario siga en el feed, "lo llenan con vídeos hiper personalizados para que sigan deslizándose adictivamente por ellos aunque sean nocivos", afirma Martos, "y así poder presentar anuncios de manera selectiva y obtener más beneficios".
Así, la investigación ha determinado que, pasados entre tres y 20 minutos de interacción, los usuarios que muestran interés por la salud mental se ven rápidamente abocados a una espiral de contenidos potencialmente nocivos, incluidos vídeos que idealizan y fomentan el pensamiento depresivo, las autolesiones y el suicidio.
Si el menor interactúa con esos vídeos, la plataforma se los seguirá mostrando
Según la portavoz de AI, esto fácilmente puede desencadenar en una adicción —lo que empeoraría aún más el estado mental del menor— porque "se siente comprendido por esos vídeos y quiere ver más". Amnistía Internacional ha denominado este mecanismo como "efecto espiral", ya que si las personas interactúan con ese tipo de vídeos (dando like o compartiéndolo o, simplemente, se quedan viéndolo), "la plataforma te los seguirá mostrando".
"Cuando ves un vídeo triste con el que te identificas, de pronto toda la página Para ti está triste, entras en tristok", conforme a Francis (nombre ficticio), estudiante de 18 años de Filipinas.
Población más vulnerable a las redes sociales
Según Unicef, uno de cada tres usuarios de Internet en el mundo es un niño o menor de edad, una proporción que puede ser aún mayor en el Sur Global. Cada vez a edades más tempranas, los niños se ven expuestos a los riesgos que supone estar online, y las organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos de los niños presentan una mayor preocupación por su bienestar.
Dentro de la infancia, hay parte de la población que es especialmente más vulnerable a los riesgos que presentan las redes sociales: aquellos que tienen problemas preexistentes de salud mental. Así lo afirma la doctora Marcia Brophy, especialista en salud mental, psicosocial e innovación de Unicef, quien se reunió con Público para hablar de estos riesgos.
Los menores que utilizan el móvil por más de dos horas muestran una peor salud mental
"Las personas jóvenes que utilizan las redes sociales por más de dos horas al día muestran una salud mental más pobre en comparación a las personas que no llegan a este umbral", según la especialista de Unicef. Así, si las redes sociales "se interponen en el camino de dormir lo suficiente, estar físicamente activo, hacer tus tareas escolares con concentración y atención, o incluso de pasar tiempo cara a cara con familiares o amigos...", el bienestar emocional de los usuarios puede verse afectado.
Las redes sociales no son algo inherentemente negativo para la salud mental, pero hay que saber utilizarlas, y, sobre todo, debe haber una protección para las edades más vulnerables. Brophy afirma que el uso de las plataformas permite a los más jóvenes "mantenerse conectados, así como desarrollar su pensamiento crítico, fomentar el debate, pensar en nuevas ideas..." pero, al mismo tiempo, "cualquiera puede acabar expuesto a contenido negativo".
Así, la especialista asegura que cada vez hay más padres preocupados por el bienestar de sus hijos por el uso excesivo de la pantalla y las redes sociales. Por ello, según defiende Unicef, es tan necesario que las organizaciones proporcionen más información sobre cómo hacer un uso saludable de las redes y sobre la protección que los padres pueden y deben proporcionar. Lo principal, según la doctora, es "recordar a los niños que las redes sociales no son la única forma de socializar".
La adicción a las redes sociales, igual de seria que otras
Óscar Ros Torres, especialista en adicciones del Forum Salud Mental de Sevilla, ha hablado con Público sobre un tipo de adicción con efectos muy nocivos para la salud pero mejor aceptada socialmente: la de las redes sociales. Y es que, según Ros, clínicamente es lo mismo una adicción a una sustancia que a una red social, ya que presenta los mismos daños: "Las áreas que afectan al cerebro, el modo de funcionar del paciente, las conductas, el dañado del circuito de recompensa, el lóbulo prefrontal, donde tenemos la capacidad de tomar decisiones…, es igual en ambos casos".
Al final, el consumo de sustancias se sustituye por el consumo del móvil (o, en otros casos, de apuestas online, videojuegos u otro tipo de conductas) y esto provoca modificaciones en el cerebro, según lo recoge la Organización Mundial de la Salud, que califica la adicción como una enfermedad mental crónica y mortal.
El terapeuta experto en adicciones afirma que, para determinar cuándo uno es adicto a las redes sociales, se debe mirar si se ha perdido el control sobre ellas, es decir, "si no se puede parar el impulso de usarlas cuando se quiera". En otras palabras, se califica adicción cuando hay consecuencias adversas y aún así se sigue haciendo uso de la pantalla.
Las personas con peor salud mental son más propensas a generar adicciones
Las personas con mala salud mental son más propensas a generar adicciones a las redes sociales, según Ros Torres. "A redes sociales, a apuestas online, a la cocaína o al alcohol…. Cualquier sustancia o conducta adictiva que pueda suplir o complementar la falta de estabilidad mental".
El experto asegura que los móviles y las redes sociales "están pensadas para crear dependencia" y lo que hacen es "crear una falsa autoestima, una falsa realidad que hace que complemente lo que a determinadas personas les falta" y acaban encontrando en el mundo virtual.
Ros Torres: "Minimizamos los daños de las pantallas"
Ros Torres afirma que "muchas veces, minimizamos los daños que puede generar una pantalla", por lo que es importante "establecer factores de protección: la educación, la prevención, el informar, el asesorar, el control parental… Se debe supervisar el uso de las redes sociales de las personas más vulnerables".
Hace hincapié en que es la familia la que debe asumir este rol de protección y supervisión, ya que "a las empresas, ya sea META, Google, Tik Tok… les da exactamente igual la salud mental de los usuarios, mientras sigan usando sus aplicaciones". Sin embargo, no es exclusivamente responsabilidad de la familia, ya que, si la situación desencadena en una adicción, se debe acudir a un profesional que pueda asesorar y tratarla.
Ros Torres: "Las redes sociales hacen que el usuario se sienta comprendido para que se quede en la aplicación"
A nivel psicológico, cuando alguien está triste, lo normal es "intentar reforzar ese sentimiento". Por eso las redes sociales pueden ser tan dañinas para la salud mental, porque "un amigo o un familiar intentaría sacarte de ese sentimiento depresivo, pero la red social va a buscar lo contrario: alimentarlo para que sientas sensación de alivio y comprensión y te quedes ahí", tal y como demuestra el informe de AI.
Consumir contenido cuando alguien está triste o bajo de ánimo puede empezar como "una recompensa gratificante, pero acaba como una adicción". Esto sucede por el circuito de recompensa del cerebro, que como explica el terapeuta, "está programado para repetir esas conductas que nos generan placer". Al final, "una pantalla tiene todo lo que quiere el cerebro, todo lo que va a recibir como placentero".
¿Pueden las redes sociales ser un lugar seguro?
A pesar de todo, Marcia Brophy, especialista en salud mental de Unicef, afirma que las redes sociales "se muestran abiertas a colaborar con las agencias de investigación" que están poniendo el foco sobre la cuestión de salud mental.
Las redes sociales deben evolucionar si quieren seguir siendo utilizadas
Ciertas aplicaciones están realizando esfuerzos por ser menos nocivas, dándose cuenta de que tienen que "evolucionar y cambiar" si quieren seguir siendo las más utilizadas, ya que, por otro lado, cada vez hay mayor conciencia social sobre la necesidad de cuidar la estabilidad mental.
Por su parte, Amnistía Internacional pide a TikTok que aplique medidas que realmente protejan y garanticen los derechos humanos de sus usuarios y, sobre todo, de los sujetos de especial protección —los niños y niñas—. Demandan que la aplicación deje de hiperpersonalizar por defecto la página de Para Ti y que permitan que sean los propios usuarios y usuarias que elijan qué tipo de recomendaciones quieren ver.
Además, exigen a los y las legisladoras del mundo que prohíban la publicidad segmentada basada en la recolección de datos invasiva, una política de la plataforma que viola claramente el derecho a la privacidad, reconocido en numerosos instrumentos de derechos humanos.
Así, todos los expertos parecen estar de acuerdo en que no es necesario prohibir el acceso a redes sociales a los menores de edad, sino asegurarse de que estén protegidos en todos los ámbitos —por parte de la aplicación, de las regulaciones y del propio entorno familiar— y puedan hacer un uso seguro de ellas.
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