Las celebraciones navideñas están a la vuelta de la esquina y la incidencia acumulada sigue disparada en España. La preocupación por transmitir el coronavirus crece con la combinación de estos dos factores y lleva a muchos a hacerse un test de antígenos para descartar posibles infecciones. Son una herramienta que puede funcionar como un arma de doble filo: si bien en cierto que ayudan a cortar cadenas de transmisión, también es posible que generen fácilmente una sensación de falsa seguridad debido a su menor fiabilidad cuando no hay síntomas o la infección es reciente.  

El científico y divulgador Eduardo López-Collazo lo tiene claro: "El test de antígenos detecta la presencia del virus pero su sensibilidad es bastante baja, por eso sólo se recomienda para aquellos que tengan síntomas, si no, es muy probable que el resultado sea un falso negativo", explica a Público en conversación telefónica. "Es un buen método para cribar, pero no va a eliminar todas dudas", señala. 

Por su parte, la inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Matilde Cañelles concreta que la fiabilidad de los autotest que se venden en farmacias está en un 75%, lo que explica que se den casos de falsos negativos. "Puede ser que una persona esté empezando a desarrollar el virus pero no le dé positivo", cuenta. Sin embargo, también cree que el uso de los test de antígenos puede llegar a ser muy útil, pero el riesgo está en que "dependiendo en la manera que se haga nos lleve a relajarnos demasiado".

Las ventajas de los test de antígenos frente a las PCR saltan a la vista. Son más fáciles de conseguir, más baratos y sus resultados son visibles mucho antes, pero sus resultados son menos fiables. De cara a las celebraciones navideñas "lo genial sería que nos pudiéramos hacer todos PCR, porque esta prueba amplifica lo que hay, funciona como una lupa", señala López-Collazo. Mientras, Cañelles aboga por su uso ante la duda cuando hay síntomas: "Deberían estar accesibles de modo gratuito", reclama.

Otra de las claves del uso de los test de antígenos de cara a las reuniones típicas de estas fechas es el momento en el que deben realizarse. Lo ideal es hacérselo cuando el lapso de tiempo entre su ejecución y el encuentro sea el más breve. "Si pueden ser minutos antes, mejor" señala López-Collazo. El motivo: "Su fiabilidad depende del momento en el que te lo has hecho, no puedes esperar mucho", explica Cañelles.

Mantener las precauciones

Lo que en ningún caso pueden provocar los resultados negativos en los test de antígenos es la relajación de las medidas para prevenir los contagios. Ambos expertos consultados por este medio coinciden en la importancia de la ventilación en los interiores, aunque hayan bajado las temperaturas, y de que se acelere la inoculación de terceras dosis de la vacuna.

A estas medidas se suman las ya tradicionales recomendaciones: el uso de mascarilla en encuentros con no convivientes, el mantenimiento de la distancia social y el lavado de manos: "Hay que seguir teniendo mucha prudencia porque en cada infección hay una potencial variable nueva a aparecer", explica López-Collazo. Por su parte, Cañelles cree que en las reuniones hay que mantener toda una serie de medidas: "No se puede confiar solo en una".