Un vídeo en el que se ve a un agente de policía británico pateando y pisoteando la cabeza de un hombre durante una detención este miércoles, en el aeropuerto de Manchester −norte de Inglaterra−, ha desatado todo tipo de críticas y protestas. Las imágenes muestran una escena brutal e impactante que tiene lugar en un aparcamiento del terminal aéreo en la que varios agentes, armados con pistolas paralizantes, retienen a varios sospechosos. Entre ellos, se puede observar a la víctima siendo duramente golpeada mientras yace boca abajo en el suelo.

La Policía del Gran Mánchester (GMP) ya se ha pronunciado y ha informado este jueves de la suspensión del agente. Las autoridades han señalado que, tras una "revisión exhaustiva de información adicional" sobre el incidente, han decidido retirarle de todas sus funciones. Asimismo, han asegurado entender la "inquietud y preocupación" de la población ante este episodio.

Ya el miércoles por la noche, decenas de personas se congregaron frente a la comisaría de Policía en Rochdale, al norte de Mánchester, al grito de "¡GMP, qué vergüenza!", según informaciones recogidas por la cadena británica de noticias Sky News.

Antes de la difusión del vídeo, un portavoz policial había asegurado que los agentes habían sido golpeados y tirados al suelo tras intentar arrestar a unos sospechosos acusados de agresión y riña, que incluso podrían haberles quitado las armas reglamentarias.

El diputado laborista Paul Waugh ha tachado el incidente de "impactante y perturbador" y ha asegurado que ha trasladado su preocupación al subdirector de las fuerzas policiales, así como a las autoridades locales. "Es correcto que el policía haya sido apartado", ha dicho.