La comandancia del Seprona de Cádiz dejó a su suerte a una cría de ciervo en la localidad de Grazalema. El incidente tuvo lugar el sábado 18 de junio, cuando un senderista amateur encontró al animal atrapado en una valla. Éste llamó a los servicios de emergencias, pero nadie acudió en auxilio y los agentes le recomendaron que abandonara la cría en un lugar apartado para evitar accidentes de tráfico.

PACMA se ha hecho eco del incidente y se ha sumado a las denuncias del senderista ante la desprotección de los animales silvestres. El partido animalista critica la actitud de las autoridades, las cuales "hicieron perder el tiempo a una persona que estaba custodiando, de buena fe, a un animal herido".

Nacho Mingo es un aficionado al deporte que sube vídeos a YouTube. El pasado fin de semana hizo una excursión al Puerto de las Palomas en la Sierra de Grazalema (Cádiz), donde halló una cría de ciervo deshidratada con la cabeza y una pata atrapadas en una valla, aparentemente, desde hacía días.

El senderista ayudó al animal a desengancharse y, como no tenía suficiente cobertura para llamar al Seprona, marcó el 112. El servicio notificó a la Guardia Civil y los servicios pertinentes, pero el tiempo pasaba y nadie aparecía. Tras otras dos llamadas en las que le reiteraron que ya habían dado el aviso, Mingo decidió buscar ayuda en carretera.

Un motorista le ofreció su móvil y logró contactar con el 062, el número de emergencias del Seprona. Entonces le comunicaron que no se harían cargo de la criatura porque se trataba de un "animal cazable". Mingo asegura que escuchó a un agente de fondo animar a disparar a la cría de ciervo.

La comandancia del Seprona de Cádiz ha explicado a Público que sus equipos carecen de transporte habilitado para animales silvestres, por lo que suelen derivar este tipo de incidentes al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA). Según Nacho Mingo, nadie le informó de la existencia de este servicio.

Tras varias horas de desolación, el youtuber cargó con la criatura hasta el rellano de la Policía Local de Grazalema, donde tampoco facilitaron ninguna ayuda. Los vecinos del municipio le ofrecieron agua y comida. Uno de ellos conocía el número de un guarda forestal, quien finalmente se hizo cargo del animal. Sin embargo, Mingo explica que la cría fue realojada en el Puerto del Boyar, donde le perdió la pista.