Primero cogió la variante delta, y 20 días después, ómicron. Es el caso de una trabajadora sanitaria española, que se ha convertido en la persona más rápida del mundo en reinfectarse por coronavirus de la que se tenga constancia, con menos de tres semanas de diferencia entre un contagio y otro.

La paciente, de 31 años, había recibido la pauta de refuerzo 12 días antes, pero el pasado 20 de diciembre dio positivo con la variante delta en una PCR que se realizó como parte de la evaluación del personal en su trabajo. La mujer se mantuvo 10 días en aislamiento sin desarrollar ningún síntoma. Tan solo 20 días después, el 10 de enero, comenzó a desarrollar tos, fiebre y malestar general, por lo que se hizo una nueva PCR que también resultó positiva, esta vez por ómicron.

El caso ha sido documentado por un equipo de investigadores encabezado por Gemma Recio, del Laboratorio Clínico ICS Camp, perteneciente al Instituto Catalán de la Salud. El informe se presentará en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID) de este año en Lisboa, Portugal, entre el 23 y 26 de abril.

La corta distancia temporal entre un contagio y otro de este caso pone de manifiesto "el potencial de la variante ómicron para evadir la inmunidad previa adquirida ya sea por una infección natural con otras variantes o por vacunas. En otras palabras, las personas que han tenido covid-19 no pueden asumir que están protegidas contra la reinfección, incluso si han sido vacunadas por completo", señalan los autores y recoge Europa Press.

Sin embargo, también destacan que la vacuna sí protege contra el desarrollo de síntomas graves o la hospitalización en pacientes con la variante ómicron. Además, subrayan que es necesario vigilar el genoma con el que las personas vacunadas o recuperadas se infectan para detectar variantes que puedan evadir la inmunidad de los anticuerpos.