Este artículo se publicó hace 4 años.
Refugiados en LesbosLa ultraderecha intenta tomar Lesbos gracias a la pasividad de las autoridades griegas
Cortes de carreteras, puntos de control, agresiones a periodistas, voluntarios y activistas, destrozos en vehículos y hasta incendiar en la noche del domingo el centro de recepción de refugiados, cerrado en enero, han sido algunas de las acciones de los fascistas en las últimas horas.
Lesbos-Actualizado a
En la tarde-noche del domingo la situación empeoró drásticamente. Varios grupos de fascistas repartidos por toda la isla establecieron puntos de control donde destrozaron coches y material de compañeros periodistas y personal de ONGs, que en algunos casos fueron también golpeados.
Los grupos de ultraderecha están exigiendo la salida de Lesbos de todas las ONG. Las acusan de ser parte del problema y de estar lucrándose con la situación, desde que hace 5 años se empezasen a crear los campos de refugiados.
Además, y al mismo tiempo, otro de estos grupos pegaron fuego a última hora de la tarde al centro de recepción de refugiados "Skala Sikaminias" situado al norte de la isla. El centro fue clausurado en enero, por lo que afortunadamente no hay que lamentar víctimas.
100 fascistas, 30 de ellos con palos, estaban amenazando y dando palizas a cualquiera que no respondiese sus preguntas en griego
Por otra parte, cientos de antifascistas, se manifestaron y quedaron en concentración en la zona del puerto de Mitilini - la capital de la isla- desde las 5 hasta las 8 de la tarde. Cuando se empezaron a conocer los actos que estaban realizando los fascistas en distintos puntos de la isla los antifascistas decidieron seguir allí y anunciarlo en sus redes sociales.
Los antifascistas son los únicos que están protestando y plantando cara, la policía intenta mantenerse en una posición neutral, que realmente parece estar muy lejos de ser neutral. Sobre las 9 de la noche los antifascistas concentrados se desplazaron hasta un punto cercano en el que unos 100 fascistas, 30 de ellos con palos, estaban amenazando y dando palizas a cualquiera que no respondiese sus preguntas en griego. En los puntos de control de las carreteras utilizaron el mismo sistema para decidir si los coches podían seguir adelante o si, directamente, iban a destrozarlos.
Después de conseguir dormir a salvo volvemos al Campo de refugiados de Moria sobre las 11 de la mañana. Los principales accesos están cortados. La policía, que es quien tiene un coche cruzado en la carretera, nos habla de los cortes, de algunos disturbios y de que sería especialmente peligroso para nosotros estar allí. Nos invitan a dar la vuelta o a coger directamente otro camino y nos prohíben entrar al campo de refugiados.
La policía ha cargado y ha lanzado gas lacrimógeno contra ellos
Tomamos otro camino y tomando algunos riesgos estamos dentro. Desde dentro los refugiados nos hablan de los disturbios y nos dicen que la policía esta conectada con los fascistas. Como muestra de esta complicidad, de la que sospechamos en el corte anterior en la carretera, nos enseñan vídeos de los disturbios que acababan de suceder, donde la policía ha cargado y ha lanzado gas lacrimógeno contra ellos.
Estando aquí, nos llega la noticia de que estos grupos de ultraderecha han convocado una protesta a las puertas del campo de refugiados sobre las 6 de la tarde. Probablemente la intención de esta "protesta" sea atacar el campo. Con los accesos bloqueados, decidimos quedarnos aquí, de otra manera sería imposible poder ver lo que puede suceder esta tarde.
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