Los embalses de las cuencas internas de Catalunya vuelven a retroceder ligeramente después de que los del sistema Ter-Llobregat rozaran el 40% de las reservas hace dos semanas. Según los datos del pasado viernes de la Agencia Catalana del Agua (ACA), se encuentran ahora mismo en el 36,57% de su capacidad. Las lluvias de la primavera propiciaron aumentos en las reservas durante casi cuatro meses, pero –pese a algunas precipitaciones– no se ha mantenido el ritmo en las últimas semanas y han retrocedido.

Sin embargo, los embalses de las cuencas internas se encuentran en mejor estado que hace un año, en líneas generales y pese a algunas excepciones puntuales, cuando apenas superaban el 30%. Cabe recordar que vienen del mínimo histórico de este período de sequía, cuando los pantanos de las cuencas internas tocaron fondo al 14,3% de su capacidad en marzo de 2023. Todo ello propició el estado de excepcionalidad por sequía, mientras recientemente se ha retrocedido a alerta.

Sin emergencia hasta el próximo año

Pese a la remontada de los embalses que ahora se ha interrumpido, desde el Departament d'Acció Climàtica aseguran que no detendrán las obras que se han puesto en marcha para aumentar el abastecimiento de agua en el país. Continuarán los trámites para instalar 12 desalinizadoras en la Costa Brava y también ubicar su flotante frente al Puerto de Barcelona, ​​previstas para el otoño, aunque en algunos casos se retrasará la entrada en funcionamiento en invierno. El conseller David Mascort defiende continuar con estas acciones, ya que no se puede descartar cuál será el escenario futuro, si la situación volverá a empeorar y si serán necesarias estas herramientas.

En este sentido, Mascort llama también a que toda la sociedad mantenga el ahorro de agua. El conseller descarta que se vuelva a entrar en emergencia como mínimos hasta principios del próximo año, en el caso de que el próximo otoño no hubiera un régimen de lluvias normalizado en esta estación. Y es que desde Acció Climàtica aseguran que en estos momentos el agua consumida que proviene de los embalses es del 50%, cuando hace un año representaba el 65%.

Estado actual de los embalses en las cuencas internas

Entre abril y junio, el pantano de Sau (Osona, Barcelona) es el que más vio crecer sus reservas, pasando de prácticamente estar vacío al 44,2%, con la iglesia ya parcialmente cubierta por el agua e inaccesible a pie. Pero ahora, a mediados de julio, según los datos actualizados de este viernes, se encuentra en el 39,3%, si bien hace un año era de alrededor del 30% de su capacidad.

El de la Baells (Berguedà, Barcelona) es el otro que ha dado un salto, ya que si a finales de marzo se queda justo por encima del 20%, hace dos semanas superó la mitad de su nivel máximo. Ahora está a punto de volver a quedar por debajo del 50%, según los datos disponibles el viernes, aunque hace un año estaba sobre el 37%.

Darnius-Boadella (Alt Empordà, Girona), Llosa del Cavall (Solsonès, Lleida) y Susqueda (La Selva, Girona) crecieron entre 10 y 15 puntos porcentuales en el mismo periodo, mientras ahora retrocedieron al 22,6%, 28% y 37,2%. Cabe remarcar que Darnius no supera el estado de hace un año, cuando estaba al 24% por estas fechas, mientras sí los otros dos, que estaban en el 26,2% y en el 29,8% respectivamente.

Los incrementos en el pantano de Foix (Alt Penedès, Barcelona) de 6,6 puntos y en el embalse de Sant Ponç (Solsonès, Lleida) de 3,8 fueron los más moderados. Actualmente, se encuentran 66,4% y 33,9%, mientras hace un año su estado era del 56,9% y 39,67%, estando así este último caso aún por debajo de la misma altura de julio.

Los dos que se sitúan en el Camp de Tarragona, Riudecanyes (Baix Camp) y Siurana (Priorat), son los únicos que no han notado incrementos durante la primavera, y siguen prácticamente vacíos al 2% y el 1,9%, respectivamente, según los datos de este viernes al mediodía. Estaban tres veces menos vacíos hace un año, cuando se encontraban aproximadamente al 5,9% y al 6,3% respectivamente.

Cambio de estado de sequía para 214 municipios

Hace un par de semanas que entró en vigor el cambio de escenario por sequía en los 202 municipios que se nutren de los embalses del Llobregat, del Ter y del sistema Ter-Llobregat, entre ellos toda el área metropolitana de Barcelona. De excepcionalidad vuelven a alerta, tal y como se anunció el 18 de junio.

También se concretó el paso de Emergencia II a Emergencia I para los 12 municipios que dependen de Darnius-Boadella, y en total solo quedan una quincena de localidades en ese estado. De los 630 municipios de las cuencas internas, 307 están ahora en alerta, 295 en excepcionalidad y 13 en normalidad (los que dependen del llac de Banyoles y del acuífero pliocuaternario de Tarragona).