Rebelión de médicos en el hospital público dirigido por la prima de Feijóo por la falta de medios

Una treintena de médicos del servicio de medicina interna del complejo universitario de Santiago (CHUS) han dirigido un escrito ante varios organismos oficiales denunciando la situación "insostenible" que padecen por la falta de medios y plantilla, y alertando del riesgo que eso supone para sus pacientes.

La gerente del área sanitaria de Santiago es Eloína Núñez Masid, prima del expresidente de la Xunta y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Desde hace seis meses, Núñez Masid se enfrenta también a una huelga indefinida de los médicos del servicio de otorrinolaringología. Según ha podido saber Público, los facultativos de otros servicios del CHUS también están planteándose ir a la huelga ante las pésimas condiciones en las que se ven obligados a hacer su trabajo y el consecuente deterioro de la calidad asistencial

En el escrito, al que ha tenido acceso Público, los médicos aseguran que llevan años enfrentándose a un "aumento exponencial de la demanda de medicina interna" en sus hospitales sin que el Servizo Galego de Saúde (Sergas)haya aceptado contratar más personal para dimensionar correctamente las plantillas. Además, denuncian que en los últimos años ya no se cubren las vacaciones, ni los días de libre disposición, ni las libranzas por guardias ni las bajas laborales.

También alertan de que la excesiva carga de trabajo y las malas condiciones laborales han provocado la "pérdida recurrente" de especialistas jóvenes: "Todos los internistas de las últimas promociones MIR [médicos internos y residentes] que han ido recibiendo algún contrato al acabar la residencia en nuestro centro se han ido yendo (...) De hecho, el internista más joven de nuestro servicio tiene 45 años, consecuencia de la falta de previsión de relevo generacional. Es es consecuencia del creciente maltrato en nuestras condiciones laborales, más aún de los eventuales", señalan.

El Sergas ha asegurado a Público que la gerencia del CHUS "mantiene reuniones periódicas con los facultativos de medicina interna para buscar soluciones ante las bajas y jubilaciones" del servicio, al que reconoce haber sido "uno de los que más esfuerzos realizó y realiza" por el coronavirus". Y aunque afirma que "trabaja" para dar cobertura a esas bajas, admite que sólo las cubre "en la medida de lo posible". Además, el Sergas señala que desde el 2019 el servicio cuenta con tres internistas más y que el médico interno que termina este año su residencia será contratado para cubrir una baja.

Feijóo inició su carrera política como secretario general de la Consellería de Sanidade en los gobiernos de Manuel Fraga, y siempre ha negado el deterioro de la sanidad pública que provocaron sus recortes y privatizaciones. La Xunta tiene plenas competencias en materia sanitaria, pero hace justo un año, entre la cuarta y la quinta ola de covid, el entonces presidente de Galicia llegó a culpar al Gobierno del Estado de la falta de médicos. "No nos dejan contratar médicos MIR", dijo entonces. Los profesionales del hospital de su prima, sin embargo, niegan esa tesis: "No es que no haya internistas para contratar, es que se están yendo", afirman.

Precisamente, advierten de que la crisis sanitaria ha agravado aún más la situación: "Aunque la idea general es que la pandemia ya ha acabado, a día de hoy hay 58 ingresados por covid en nuestro centro. Esto ha venido para quedarse", alertan, subrayando que muchos de esos enfermos se derivan a camas correspondientes a servicios quirúrgicos pero sin ampliar proporcionalmente la plantilla de de internistas. "Nuestra ocupación siempre está por encima del 100% y en muchas ocasiones hasta el 170%".

"Diariamente atendemos en la planta de hospitalización entre el doble y el triple de los pacientes que recomienda la Sociedad Española de Medicina Interna, lo cual supone prolongar nuestra jornada laboral voluntaria y altruistamente, con carácter diario durante horas", con lo que eso significa de "peligro de comprometer la calidad asistencial" y sobre todo, "la seguridad de los pacientes".

A todo eso se añade el agravio con respecto a compañeros de otras especialidades, que pueden dedicar tiempo a la formación, la investigación y la docencia, "actividades fundamentales en su baremación" a la hora de acceder y progresar en su carrera profesional en el Sergas". 

Las asociaciones de pacientes suscriben también el relato de los 31 internistas que firman el escrito. "La situación es gravísima y es difícil encontrar un ejemplo de gestión tan nefasta", asegura Fernando Abraldes, presidente de la Asociación de Pacientes e Usuarios del CHUS, quien recuerda que el papel de los internistas "fue clave" para salvar la vida de miles de infectados por covid.

Además, Abraldes extiende los problemas a otros servicios del complejo hospitalario y advierte de las consecuencias tiene para los enfermos: "Han reformado Urgencias para habilitar un almacén de pacientes, donde entre cuarenta y cincuenta enfermos esperan a que les habiliten una cama en planta cuando ya la tienen asignada, hay enfermos de cáncer que esperan hasta seis y siete meses para un diagnóstico, la espera en neurocirugía y en cirugía pediátrica es de 130 días...".

Los internistas que han alertado de la pérdida de calidad asistencial en su servicio forman la práctica totalidad de la plantilla de ese departamento en los hospitales Clínico, de Conxo y Gil Casares, adscritos al complejo hospitalario que dirige Núñez Masid. La prima de Feijóo, exconcejala el PP en Ourense fue nombrada gerente del área sanitaria de la ciudad y su comarca pocas semanas después de que éste accediera a la presidencia de la Xunta. En el 2017, fue ascendida a la del área de Santiago.

El escrito ha sido dirigido a su gerencia y al departamento de recursos humanos del CHUS y del Servizo Galego de Saúde (Sergas), a la Consellería de Sanidade, que dirige Julio García Comesaña, al Colegio Oficial de Médicos, a la Sociedad Gallega de Medicina Interna y a la Valedora do Pobo -equivalente a la defensora del pueblo en Galicia-.