Dos años lidiando con la pandemia del coronavirus han sido suficientes y febrero se prevé un mes intenso en los hospitales y centros de salud. El principal sindicato de enfermería de España, SATSE, reunió esta semana a su comité ejecutivo estatal y llegó a la conclusión de que febrero será el mes de iniciar movilizaciones reivindicativas para denunciar la situación de los enfermeros y enfermeras del país. 

Los meses de pandemia han sido agotadores para los profesionales sanitarios, que han remado contra todas las inclemencias que ha presentado el virus, agravado por el enjuto sistema de salud público, que sufre una constante degradación.

María Labrador, portavoz del sindicato, ha asegurado a Público que así como se producirán manifestaciones y movilizaciones por toda España, no descarta una huelga general para presionar tanto a los gobiernos autonómicos como al de Pedro Sánchez: "Con este escenario no podemos descartar nada. Vamos a comenzar una serie de movilizaciones, pero desgraciadamente se pueden descartar muy pocas cosas", ha declarado. 

Si la situación del personal de enfermería ya era prematuro, precario e inestable antes de la irrupción de la covid-19, estos últimos 22 meses han sido de catarsis dentro del sector. Aumentar el personal de las plantillas, la aprobación de la ley de seguridad del paciente —estancada y que pondría solución a la falta de personal— y reducir la temporalidad de los contratos son las prioridades para este ciclo de movilizaciones que se pretende iniciar en febrero.

"Nos movilizamos con la necesidad de denunciar el gravísimo deterioro del sistema nacional de salud de manera estructural y sistemática y reclamamos mejoras reales que no queden en palabras, porque la escasez de plantillas es desde antes de la pandemia", sostiene la portavoz de SATSE. 

Con un ratio de 5,3 por cada 1.000 personas, España se ubica en el puesto 59 del mundo, según un minucioso estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Francia tiene el doble y hay países como Uzbekistán o Polonia que superan la media española.

Las propias estimaciones del sindicato llaman a la necesidad de contratar unos 87.000 enfermeros para equilibrar las necesidades del sistema, que en la actualidad tiene uno de los ratios de enfermero por habitante más bajos de Europa. 

"Esta situación se traduce que una enfermera de urgencias atiende entre 25 y 30 pacientes en un solo día o que en Centros de Salud haya quienes tengan en su cupo a 2.000 pacientes", denuncia Labrador. 

Además, la precariedad en el sector es otro lastre a corregir, ya que según el propio sindicato, uno de cada tres profesionales de enfermería en España tiene un contrato temporal.

De momento, no hay más sindicatos sumados a la iniciativa, pero las movilizaciones entre sanitarios y el personal en torno al sector son constantes desde el comienzo de la pandemia, ya sea por la situación de los centros de salud, la temporalidad de los contratos covid o los trabajadores de la limpieza.