Este artículo se publicó hace 3 años.
Portugal entra en "estado de calamidad" y prepara una "semana de contención" con duras restricciones después de Navidad
El Gobierno portugués decreta a partir del 2 de enero el teletrabajo obligatorio en todas las empresas, el cierre de bares y discotecas y retrasa una semana la vuelta a las clases en los colegios.
Lisboa--Actualizado a
El avance del virus en gran parte de Europa obliga a muchos países del continente a mover ficha. Uno de los primeros en hacerlo ha sido Portugal, que no ha dudado en tomar medidas muy contundentes a pesar de que es el país de la Unión Europea con más población vacunada con la doble pauta, el 86% de la población. A partir del próximo 1 de diciembre, Portugal retomará lo que allí se denomina el "estado de calamidad", un paquete de restricciones para frenar la expansión de la pandemia de los últimos días, en los que la incidencia acumulada se ha situado en 263 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Las nuevas medidas incluyen la recomendación del teletrabajo y la obligación de presentar tests negativos para entrar en el país. Además, será obligatorio el certificado digital para acceder a restaurantes o alojamientos turísticos y un test negativo para entrar en discotecas y bares. Solo estarán exentos de presentar certificados y test negativos los menores de 12 años.
Las mayores restricciones, sin embargo, llegaran en la primera semana de enero. Tras las vacaciones navideñas, las restricciones se endurecerán en lo que el Gobierno ha bautizado como "semana de contención".
Entre el 2 y el 9 de enero, justo antes del inicio de la campaña para las elecciones generales del 30 de enero, el Gobierno portugués ha decretado el teletrabajo obligatorio en todas las empresas, el cierre de bares y discotecas y retrasa una semana la vuelta a las clases en los colegios. En Portugal no se celebra la tradición de Reyes, por lo que el regreso de la actividad escolar estaba previsto para el lunes 3 de enero. Ahora será el lunes 10.
El Gobierno portugués pretende así evitar que se repita lo que ocurrió en los primeros días de enero de 2021, cuando los contagios y la mortalidad se dispararon.
También en Alemania la canciller en funciones, Angela Merkel, es partidaria de endurecer las restricciones ante la cuarta ola de covid que amenaza al país. Las autoridades alemanas también quieren limitar los contactos entre persones lo máximo possible. De hecho, el nuevo Gobierno entrante prepara un equipo de emergencia en la Cancillería para gestionar la crisis
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