El río Besòs ha dejado de ser la cloaca que era en los años 80 para convertirse en un camino fluvial que disfrutan miles de ciudadanos a diario gracias a la eliminación de amonio que mejoró la calidad del agua. La parte más baja del río, cercana a los municipios de Montcada i Reixac, Santa Coloma de Gramenet y Sant Adrià de Besòs, ha experimentado un cambio gigante durante los últimos treinta años. Pero el camino por recorrer todavía es muy largo.

Ahora, el objetivo es preservar los hábitats existentes, potenciar la biodiversidad autóctona y eliminar a las especies invasoras. Para ello, el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet ha puesto en marcha un proyecto de renaturalización del Besòs que pretende mejorar la calidad paisajística de la cuenca y convertirla en un corredor ecológico.

Apenas acaban de empezar las obras de la primera fase de la creación de un refugio de biodiversidad en Santa Coloma. "Utilizando la tecnología, creamos espacios que se asemejan al final de un río mediterráneo, reproducimos algunos de los elementos que encontraríamos en la naturaleza", explica Tomás Carrión, director del proyecto de renaturalización. Y es que, durante los últimos años, se han identificado cerca de 200 especies de pájaros, cinco peces, siete mamíferos y una veintena de mariposas. "La renaturalización activa de este espacio hará
que, con diversas acciones, se creen nuevos hábitats", añade.

Y pone como ejemplo la nutria, un mamífero que se ha dejado ver durante los últimos años en el tramo final del río, pero donde es difícil que se quede a vivir ya que es un animal que busca tranquilidad. "Especies como ésta pueden consolidarse con ayuda complementaria, es necesaria la intervención humana", detalla Carrión. O las anguilas, ya que encuentran varios obstáculos que les impiden remontar aguas arriba. "Se tratarán estos obstáculos de forma específica para que las anguilas circulen", explica el director del proyecto.

Los trabajos de esta primera fase se concentrarán en el margen derecho del río Besòs, entre el Pont Vell y Can Zam, y se generarán dos lagunas que servirán de refugio ecológico para las diversas especies ya que se trata de una zona más alejada para los peatones. Una de estas lagunas pretende ser un espacio de educación ambiental con itinerarios pedagógicos destinados a centros educativos. "Una laguna para estudiar la biodiversidad y realizar investigaciones científicas sobre la recuperación del río", afirma la alcaldesa de Santa Coloma
de Gramanet, Núria Parlon.

"La ciudad vivía de espaldas al río y gracias a la transformación, las inversiones de los últimos años han permitido que la ciudad viva mirando al Besòs y deje de ser un espacio degradado", reconoce Parlon. El proyecto incluye liberar los ecosistemas de la presión humana para que se autorregulen y funcionen de forma natural. "La Cuenca del Besòs tiene todavía una fuerte industrialización y tiene vulnerabilidades pero estas acciones tienen una mirada de futuro", detalla Tomás Carrión.

La segunda fase del proyecto quiere conectar el río con el parque de Can Zam a través del margen izquierdo del Besòs y posteriormente trabajar en la transformación de la parte más cercana a Montcada i Reixac. "Planteamos el proyecto como una pinta verde", dice Núria Parlon, "del río salen diferentes caminos que ligan la ciudad en clave de itinerarios de sostenibilidad medioambiental". El proyecto tiene como estrategia aumentar la resiliencia del
río en los impactos del cambio climático. "El cambio climático no es un invento, es una realidad y tiene un impacto devastador sobre nuestras vidas", alerta la alcaldesa de Santa Coloma.

Esta primera fase que se acaba de poner en marcha cuenta con una inversión de un millón de euros, financiado por el Área Metropolitana de Barcelona (70%) y el Ayuntamiento de Santa Coloma (30%). El proyecto global, que consta de tres fases, está previsto que tenga un coste total de 7 millones de euros y que culmine en 2027.

Concienciación ciudadana

A pesar de las ventajas que ha aportado la recuperación progresiva del río Besòs y la conversión en un parque fluvial para la ciudadanía, los expertos medioambientales alertan de que no es suficiente. "Le falta vigilancia", dice Xavi Larruy, biólogo y colaborador del proyecto de renaturalización. "Tiene que haber zonas tranquilas; si queremos compaginar la naturaleza y el disfrute, debe haber más regulación", añade. Larruy constata que se pueden ver a muchos perros desatados por la zona natural y "que algunos provocan molestias". "Hay que destinar esfuerzos para que exista educación ambiental verdadera", asegura el biólogo.

Xavi Larruy recuerda que, si se tiene en cuenta la época de los años 80 cuando el agua del río estaba contaminada, "claro que estamos mejor", pero alerta de que hay zonas en las que "se le ha quitado potencial ecológico al río y los animales tienen menos espacio para vivir". El biólogo se refiere a la zona del Vallès donde los polígonos industriales o las nuevas viviendas "han ido estrechando el río".

El biólogo ve con buenos ojos el proyecto que ha puesto en marcha Santa Coloma de Gramenet, pero destaca que el terreno donde se trabaja es de dimensiones reducidas. "Es casi un proyecto más divulgativo que para lograr grandes ganancias medioambientales", destaca. "Hay que sacar partido de la educación ambiental porque hay tantos miles de personas que se acercan o que van a hacer deporte, que hay que explicarles cómo funciona la naturaleza", dice el experto.

Y Santa Coloma quiere apostar por ella: "Tenemos que reforzar la conciencia medioambiental en la ciudadanía", asegura la alcaldesa Núria Parlon. "El programa educativo debe tener vocación metropolitana", añade. El proyecto de renaturalización provocará un cambio en el lecho del río Besòs pero la alcaldesa de Santa Coloma asegura que se trabaja para ampliarlo. "Hemos presentado proyectos a través del Consorci del Besòs para obtener fondos europeos del Next Generation porque la culminación del proyecto debe ir más allá, debe llegar hasta la desembocadura", afirma Núria Parlon.