Pensionistas reclaman una "explicación veraz" sobre las muertes en las residencias de Bizkaia

Las pancartas regresan, lentamente, a la vida cotidiana. Lo hacen entre mascarillas y metro y medio de distancia social, pero vuelven. El Movimiento de Pensionistas de Bizkaia (MPB) ha protagonizado este lunes una manifestación hasta las puertas de la Diputación Foral de Bizkaia, donde han reclamado, una vez más, que se aclare lo sucedido en las residencias durante los momentos más duros de la pandemia.

"Es evidente que los centros han carecido de los medios de prevención necesarios para evitar el contagio de las personas usuarias y trabajadoras y que no se ha garantizado el derecho a la asistencia sanitaria completa", afirma el MPB en el comunicado preparado para esta movilización.

Según los últimos datos oficiales disponibles –publicados el pasado 17 de junio–, en la red de residencias de Bizkaia han fallecido 290 personas por coronavirus, a las que se suman otras 32 "con sospecha", según consta en un comunicado de esa institución foral. La Diputación vizcaína publica los datos de fallecimientos en sus residencias dos veces al mes. De hecho, la falta de información puntual sobre los decesos provocó duras críticas en las Juntas Generales de este territorio.

En la movilización protagonizada este lunes junto al colectivo Babestu –integrado por familiares de usuarias y usuarios de residencias–, el MPB ha afirmado que "lo sucedido en los servicios de atención a la dependencia y especialmente en las residencias requiere una explicación completa, veraz y objetiva por parte de la Diputación Foral de Bizkaia".

"Hemos reiterado año tras año que el sistema de atención a la dependencia no cumplía con su papel de garantizar los derechos básicos de las personas usuarias y trabajadoras, ni en condiciones normales y mucho menos en situaciones extraordinarias", afirman en un comunicado.

"Muerte anunciada"

Remarcan además que "la privatización, la reducción de su financiación, el incremento de las cargas de trabajo y los recortes en las prestaciones han sido el caldo de cultivo necesario para la catástrofe sanitaria provocada en las residencias por la actual pandemia". En tal sentido, consideran que "ha sido la crónica de una muerte anunciada".