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"Los pájaros no existen": la teoría de la conspiración satírica que nació en EEUU y llegó hasta Barcelona

El movimiento surgió en una manifestación contra Trump en 2017 y "se convirtió básicamente en un experimento de desinformación", según su creador.

Participantes de la manifestación 'antipajarista' celebrada en Barcelona.
Participantes de la manifestación "antipajarista" celebrada en Barcelona. Twitter (X)

El pasado sábado la ciudad de Barcelona vivió un hito, la primera "concetración antipajarista" de España. "Los pájaros no existen", defienden los seguidores de esta teoría de la conspiración. Si la premisa resulta tan absurda que parece falsa, es porque, efectivamente, lo es.

Los pájaros fueron sustituidos por drones con cámaras espía que fumigan a la población y las aves reales fueron aniquiladas entre 1959 y 1971 por el Gobierno de Estados Unidos. Así nace una teoría de la conspiración. Tiene todos los ingredientes para atraer a los seguidores de estas premisas: espionaje, actuación gubernamental, control de la población, etc. 

Lo cierto es que todo surgió de la mente de un joven estadounidense, Peter McIndoe, con la intención de engañar a los medios y parodiar el creciente "absurdo que todos sentían" en la sociedad.

En una manifestación contra Trump de 2017, McIndoe se unió con un cartel con el lema "Los pájaros no existen" y comenzó a inventarse argumentos. A partir de ahí, se crearon anuncios falsos, contenido en las redes sociales y todo un movimiento detrás de esta teoría. Incluso llegaron a convocar una manifestación frente a la sede del antiguo Twitter para pedir que cambiase de logo, porque era un pájaro (y éstos no existen). Con el tiempo consiguieron su objetivo, aunque por otras razones.

Existe un supuesto anuncio llamado Birds Aren't Real de 1987, para dar la sensación de que este movimiento lleva activo muchos años, pero lo cierto es que se rodó hace tan solo unos años para crear un contexto en el que se pudiera sostener la teoría.

Después de que el movimiento creciese, logró uno de sus objetivos: llegar a los medios de comunicación. "Fuimos capaces de construir un mundo totalmente ficticio que los medios de comunicación locales informaron como un hecho y que el público cuestionó", reveló McIndoe en una charla TED. Lo que comenzó como una broma "se convirtió básicamente en un experimento de desinformación", señaló su creador.

En 2021, finalmente, el propio McIndoe reveló el pastel en un artículo publicado en el The New York Times. Tras años como principal figura del movimiento, confirmó que era todo parte de una broma y estaba interpretando un personaje. "La idea pretende ser muy absurda, pero nos aseguramos de que nada de lo que decimos sea demasiado realista. Eso es algo que hay que tener en cuenta al salir del personaje", reveló en una entrevista.

El objetivo del creador y los miembros del colectivo era combatir la creciente locura de las teorías de la conspiración y el aumento de la desinformación con más locura, según una de sus participantes. "Mucha gente de nuestra generación siente la locura en todo esto, y Birds Aren't Real ha sido una forma de que la gente lo procese", señaló su creador.

La mayoría de los miembros entraron en el grupo siendo conscientes de que los pájaros existen y sabiéndose partícipes de una broma. "Si alguien cree que los pájaros no son reales, somos la última de sus preocupaciones, porque entonces probablemente no haya ninguna conspiración en la que no crean", señaló uno de sus miembros.

Con la llegada del "antipajarismo" a Barcelona, la teoría de los creadores originales del movimiento se vuelve a confirmar. No son pocos los medios de comunicación que se lo han tomado en serio y les han dado un altavoz, como ocurre con otras tantas teorías de la conspiración, muchas de ellas surgidas desde lo profundo de los grupos de ultraderecha.

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