Este artículo se publicó hace 4 años.
Protestas racismo¿El origen del racismo en EEUU? Las claves de la 'Colonfobia' desatada en el país
La muerte de George Floyd ha desatado la ira hacia la figura de Cristóbal Colón, muchas de cuyas estatuas están siendo atacadas. Para algunos, el genovés simboliza la unión entre dos continentes y el espíritu emprendedor americano; para otros, la colonización y desposesión indígena y el origen del racismo en Estados Unidos.
Manuel Ruiz Rico
Washington-Actualizado a
Desde la muerte de George Floyd el 25 de mayo asfixiado bajo la rodilla del policía Derek Chauvin en Mineápolis, Minnesota, se ha extendido por Estados Unidos una oleada de revisionismo histórico, que ha puesto su mirada en las estatuas, monumentos y símbolos desplegados en las ciudades e instituciones del país. Junto a la reflexión sobre la pertinencia de exhibir las banderas confederadas o qué hacer con las estatuas de los héroes del bando sureño de la Guerra Civil que enfrentó al país entre 1861 y 1865, en muchas ciudades se ha producido un ataque recurrente que ha tenido como diana un personaje histórico cada vez más controvertido: Cristóbal Colón. Pero ¿cómo ven los estadounidenses al marino genovés? ¿qué le achacan sus detractores y qué le alaban sus defensores? ¿Por qué ese odio cerval de los primeros a un Colón que jamás pisó Norteamérica? ¿Y por qué no ha estallado estos días una crítica similar pero dirigida a los colonizadores ingleses del norte?
Nueva York, Boston, Richmond (la antigua capital del Sur en la Guerra Civil) o Saint Louis son las ciudades, entre otras, donde se ha atacado las estatuas de Cristóbal Colón. La primera clave de la controversia en torno a este debate la expuso el jueves el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, cuyos cuatro abuelos eran italianos: "Entiendo los sentimientos en torno a Cristóbal Colón y algunos de sus actos, que hoy nadie apoyaría. Pero su estatua ha venido a representar y significar el agradecimiento por la contribución italoamericana a Nueva York. Por esa razón, yo apoyo la estatua".
En EE.UU se celebra en octubre el Día de Colón, pero muchas comunidades han denunciado la efemérides
Colón es, de hecho, considerado italiano en Estados Unidos y representa el lazo con los italianos y la herencia italiana del país, especialmente fuerte en ciudades como Nueva York. En Estados Unidos, cada 12 de octubre es día festivo porque se celebra el Día de Colón, festividad a la que también se unen los latinos del país, aunque es cada vez más frecuente en este grupo las críticas a la herencia que implica un personaje histórico como Colón. Sin embargo, las críticas más feroces proceden de los pueblos nativos y los negros.
El Día de los Pueblos Indígenas
La Casa Blanca emite cada Día de Colón un comunicado oficial. En el del año pasado, la administración Trump destacaba ya en su primer párrafo que "Colón y su tripulación a bordo de La Niña, La Pinta y La Santa María arribó a lo que es hoy Las Bahamas. Este viaje marcó el comienzo de la Era de la Exploración y cambió el curso de la historia al sentar las bases para el desarrollo de nuestra nación. Hoy", concluía ese primer párrafo, "conmemoramos a este gran explorador, cuyo coraje, habilidad y empuje para el descubrimiento están en el centro del espíritu americano". Colón representa al estadounidense arrojado, emprendedor, hacedor de épicas y gestas que cambian el curso de la historia. Colón sería algo así como una especie de Neil Armstrong o de Thomas Edison del siglo XV… aunque cada vez menos para los nativos americanos, los negros y ciertos sectores latinos, que lo consideran, sin matices, un "genocida".
Diversas ciudades han sustituido el Día de Colón por el Día de los Pueblos Indígenas
La acción y el contrarrelato sobre Colón de estas comunidades llevó a diversas ciudades a celebrar el pasado de octubre el Día de los Pueblos Indígenas en vez del Día de Colón. Entre ellas, la capital del país, Washington, gobernada por el Partido Demócrata. El presidente del Congreso Nacional de Indígenas Estadounidenses, Kevin Allis, aplaudió entonces en un comunicado el cambio de denominación, que se sumó al realizado ya en otras 130 ciudades:
"[Washington] se asienta sobre las tierras de los Piscataway y celebramos que el consejo del Distrito se haya sumado al creciente número de ciudades, municipios y Estados que formalmente celebran ya el Día de los Pueblos Indígenas. Este cambio permite concienciar más sobre la histórica rica y única de esta tierra que está inextricablemente unida a los primeros pueblos de este país, que precedieron al viaje de Cristóbal Colón".
Los "padres fundadores"
El concejal que promovió la medida, David Grosso, denunció que Colón "esclavizó, mutiló y masacró a miles de indígenas en las Américas así que no podemos seguir permitiendo que esta historia se siga celebrando como un día festivo en Washington. El Día de Colón fue designado como festivo oficial a pesar de que Colón no descubrió Norteamérica, a pesar de que millones de personas vivían ya en Norteamérica antes de esa fecha y a pesar de que Colón nunca puso un pie en las orillas de lo que hoy Estados Unidos", zanjó. Colón, de hecho, falleció en 1506, y el primer español que llegó a lo que es hoy Estados Unidos fue Juan Ponce de León, que pisó Florida en 1513.
Colón fallece en 1506 y el primer español en pisar Norteamérica lo hizo en 1513
Así que Colón, pese a esa última descripción hecha por Grosso, representaría la invasión racista y esclavista de Estados Unidos. Sin embargo, el mismo enfoque sobre Colón no se suele aplicar a la herencia inglesa del país, cuyo origen se halla en los 13 Estados del norte dependientes en el siglo XVII de Londres. El mismo nacimiento del país está vinculado a un Olimpo sagrado: los llamados padres fundadores, es decir, los Franklin, Jefferson, Madison o Washington. Sin embargo, todos ellos, salvo John Adams, tenían esclavos y sobre ellos no se han cernido ataques estos días ni se ha cuestionado su herencia o su papel en la historia estadounidense.
Por no hablar del exterminio de los pueblos nativos llevado a cabo por esos primeros estadounidenses, los herederos de las colonias inglesas, particularmente en los siglos XVIII y XIX. Cuando el francés Alexis de Tocqueville viajó por el país durante nueve meses en 1831, ya escribió que "todas las tribus indias que en otro tiempo habitaban el territorio de Nueva Inglaterra, los narragansetts, los mohicanos, los pecots, sólo existen ya en el recuerdo. Los lenapes, que recibieron a Penn hace 150 años en las orillas del Delaware, hoy han desaparecido. He conocido a los últimos iroqueses: pedían limosna. Todos los pueblos que acabo de nombrar se extendían antaño hasta la orilla del mar".
Todos los padres fundadores eran propietarios de esclavos, excepto John Adams
En cuanto al esclavismo negro, Tocqueville escribe: "Los primeros negros fueron importados a Virginia hacia 1621". Dicho Estado era entonces Inglaterra. Virginia es el corazón de los actuales Estados Unidos; en su capital, Richmond, se declaró la Guerra de la Independencia contra Londres cuando en la Iglesia de San Juan el abogado y orador Patrick Henry gritó su: "¡Dame la libertad o dame la muerte!" el 23 de marzo de 1775. Tocqueville visitó esos Estados del norte en 1831 y la esclavitud ya se había abolido legalmente, pero el francés se pregunta por qué y, sin tirar de ningún idealismo, dice: "Si se desecha la esclavitud no es en interés de los negros sino de los blancos […] En general, la colonia que no albergaba esclavos se convertía en más poblada y más próspera que aquellas que mantenían en vigor la esclavitud". Así que hace este retrato social: "El primero de los hombres en ilustración, poder y ventura es el hombre blanco, el europeo. Por debajo de él aparecen el negro y el indio. Estas dos razas desventuradas no tienen en común ni el nacimiento, ni el aspecto, ni la lengua, ni las costumbres. Sólo en el infortunio se parecen. [El europeo] los utiliza en su provecho y si no puede doblegarlos, los destruye. El negro de Estados Unidos ha perdido hasta el recuerdo de su país. La opresión no ha ejercido menos influencia sobre las razas indias, pero sus efectos son diferentes. Las han condenado a una vida errante y vagabunda [debido a la] tiranía".
Colón y el genocidio
De modo que el italiano Colón quizás sólo sea la punta del iceberg en el debate abierto tras la muerte de Floyd; una figura que ha acabado simbolizando la opresión sufrida en el país por otros muchos colectivos diferentes, no directamente relacionados con la colonización americana. El pasado jueves la Sociedad Indígena de Richmond anunció en un tuit que se iban a manifestar ese mismo día "en Byrd Park para protestar contra otro monumento racista. Cristóbal Colón fue un asesino de pueblos indígenas, incorporando la cultura genocida contra los pueblos indígenas que todavía vemos hoy. ¡Trae tu salvia, tambor, tintineo y máscara!". Cuando otra estatua de Colón fue decapitada en Boston el miércoles pasado, el presidente del Movimiento Indígena Americano de las Ciudades Gemelas y miembro de la Banda del Río Malo de los Ojibwe, Mike Forcia, señaló: "Para que se cure la herida, esto tenía que ocurrir. Esta estatua ha estado aquí durante demasiado tiempo. Es una bofetada a todos los nativos y a toda la gente de color".
Ilhan Omar: "Colón literalmente comenzó un genocidio"
Sin embargo, estas reacciones no están teniendo un traslado a las grandes cámaras del país, el Senado y la Cámara de los Diputados. Los principales senadores y congresistas demócratas han esquivado el debate en torno Colón estos días mientras que los republicanos han atacado ferozmente a quienes abogan por quitar sus estatuas, en la línea mostrada con la administración Trump. Un peso pesado del partido, el Senador Ted Cruz, tuiteó el jueves un vídeo sobre la estatua de Colón tirada en Saint Paul, Minnesota, y simplemente escribió: "Talibanes estadounidenses". En cuanto a los demócratas, la congresista Ilhan Omar, de Minnesota, sí que se lanzó a tuitear: "Colón literalmente comenzó un genocidio".
Floyd ha abierto de par en par el debate sobre el complejo y controvertido pasado estadounidense. Quizás Colón sea la primera de las muchas cortinas por descorrer y de los muchos baúles por abrir. En cualquier caso, como dijo Biden tras la muerte de Floyd en Mineápolis, todo esto revela que Estados Unidos "aún tiene un pecado original [que] "todavía mancha la nación", dijo, y añadió: "A veces nos las arreglamos para pasarlo por alto, pero siempre está ahí; en semanas como ésta vemos claramente que somos un país con una herida abierta".
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