Los indicadores son inquietantes. La Organización Mundial de la Salud para Europa habla de una "gran preocupación" con respecto a la situación de la pandemia en el viejo continente. Hans Kluge, su director regional, ha querido mandar un severo mensaje este jueves ante el incremento de los contagios que se está produciendo en algunos países de la Unión Europea.

Las cifras hablan por sí solas. La semana pasada Europa registró un aumento del 55% en comparación con los datos de hace un mes. Un incremento que alcanza la cifra de 1,8 millones de nuevas infecciones y 24.000 fallecidos. Unos datos que sumados a los de Asia central rondarían el 59% del total de casos en todo el mundo.

La situación no invita a la relajación. Así lo ha querido exponer Kluge, que ha transmitido su inquietud por la situación y ha alertado de que "somos otra vez el epicentro". 

Un epicentro que se nutre, fundamentalmente, de los bajos niveles de vacunación y de una cierta laxitud en cuanto a las medidas restrictivas. Sin ir más lejos, Alemania ha alcanzado este jueves un nuevo récord diario de contagios con cerca de 34.000 infecciones en las últimas 24 horas. 

Le sigue Ucrania, que ha establecido su propio récord en cuanto a positivos, rondando los 27.400 y rebasando los tres millones de casos. Situación preocupante también la de Eslovaquia, que suma otro máximo histórico con 6.700 casos en un sólo día.

Por su parte, países como Polonia y Hungría están notificando incrementos extraordinarios en las últimas semanas, duplicando –en el caso de Hungría– los registros de infecciones en cuestión de una semana.

En España, la situación es algo más estable. La incidencia acumulada se sitúa en los 49,31 casos por cada 100.000 habitantes, lo que equivale a un riesgo medio de transmisión. Este miércoles, el Ministerio de Sanidad notificaba 2.287 contagios y 39 muertes, que nos daría cifra global de 87.462 fallecimientos.