La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elaborado un informe en el que aborda los problemas estructurales de la educación española, encabezados por el abandono escolar. Entre las recomendaciones, propone acabar con el horario intensivo.

El informe Propuestas para un Plan de Acción para reducir el Abandono Escolar Temprano en España recoge una quincena de recomendaciones detalladas en 44 puntos que se resumen en cinco ámbitos de acción.

Las cinco áreas del documento, elaborado en colaboración con el Ministerio de Educación y Formación Profesional y la Dirección General de Apoyo a la Reforma Estructural de la Comisión Europea, persiguen la prevención de la salida prematura del sistema educativo por parte de los jóvenes.

Para contrarrestarla, el informe coloca como punto clave la ampliación del tiempo de aprendizaje, ya que "muchos centros en España funcionan con un horario intensivo centrado en las mañanas, lo que obliga a los padres a pagar por las clases extraescolares".

Distinto del español es el modelo implantado por países como Dinamarca y Portugal, consistente en una jornada completa para incrementar el tiempo de aprendizaje.

"España podría valorar la posibilidad de adoptar un enfoque similar por las ventajas que podría aportar, en particular para los alumnos desfavorecidos. Una transición factible exigiría invertir en subvenciones para la alimentación y las infraestructuras escolares y remunerar adecuadamente al personal de los centros", apunta el informe.

Índices de vulnerabilidad escolar

El documento también propone la creación de un "índice de vulnerabilidad escolar" para todo el Estado español con la finalidad de asignar recursos adicionales a los centros educativos identificados como tal. Dicho índice se dividiría en dos categorías, una a nivel nacional y otra en función de la comunidad autónoma en la que se encuentre la escuela.

Según ha comunicado La Moncloa, "entre la información que podría incluirse en este índice se encuentran los datos socioeconómicos, culturales y geográficos de los centros e indicadores educativos como datos de repetición de curso, absentismo o rendimiento académicos, entre otros".

Con el objetivo de identificar de forma temprana a aquellos alumnos en riesgo de abandono antes de finalizar la segunda etapa postobligatoria, la OCDE también propone crear un sistema común de alerta que recopile los datos de rendimiento y comportamiento de cada alumno. En caso de traslado, el nuevo centro también podría acceder a la información.

Durante la presentación del informe este martes, el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, ha ratificado la relevancia de la lucha contra el abandono escolar temprano. "Es una prioridad absoluta e irrenunciable del Ministerio", ya que, según la OCDE, "los jóvenes que abandonan los estudios de forma prematura corren el riesgo de sufrir exclusión social".

Los volúmenes alcanzados en dicha problemática eran la pasada década anómalos para pertenecer a un país desarrollado: El 28,2% de los jóvenes entre 18 y 24 años renunciaban a continuar sus estudios. Hoy, el porcentaje ha bajado de manera notoria hasta el 13,9%, aunque sigue por encima del 9,3%, promedio de la UE.

Además, la OCDE y el Ministerio han concordado en que para que las recomendaciones sean efectivas sería necesario establecer una definición común acerca del absentismo escolar y sobre cuáles son los alumnos que requieren apoyo educativo específico.

La preparación del profesorado

El segundo ámbito de acción pone el foco en el profesorado y otros profesionales de los centros. Aborda los criterios de admisión y de selección al acceder a la formación inicial de los docentes, en los que propone introducir competencias socioemocionales.

La recomendación está avalada por la experiencia de países como Finlandia y Países Bajos, en donde ya se ha aplicado. Además, también se ha planteado la inclusión de personas de diversas procedencias en la profesión.

Se recomienda además promover "un desarrollo profesional continuo de alta calidad en el ámbito de la gestión de la diversidad en el aula y de las necesidades individuales de aprendizaje", con prioridad de los centros vulnerables.

Apoyo, inclusión y equidad

En tercer lugar, se ha de buscar el apoyo, inclusión y equidad entre el alumnado. Para ello, se contaría con el "índice de vulnerabilidad escolar" y con los datos acerca de las dificultades de los alumnos y de sus familias, la creación de grupos de aprendizaje en distintos formatos y con clases de apoyo o refuerzo en las que se les ayudaría con los deberes.

El informe también alude a la repetición de cursos, que, según señala, desmotiva al alumnado e incita a abandonar los estudios. El documento recomienda su reducción a la vez que plantea alternativas, como la intervención temprana recogida en la Ley de Educación (LOMLOE) de 2020. Además, subraya la relevancia de evitar la segregación escolar y de fomentar un clima escolar positivo.

Flexibilidad curricular

El cuarto ámbito incita a la flexibilidad curricular y el aprendizaje basado en competencias. Además, también recomienda mejorar la valoración y la calidad de la FP, así como de aquellos programas que incentiven la reincorporación escolar.

Cooperación entre CCAA

Europa empuja también al Estado español a incentivar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los territorios autonómicos y el Ministerio de Educación a través de reuniones periódicas.