Este artículo se publicó hace 4 años.
Nueva amenaza de desalojo en un centro autogestionado de Madrid
El Ateneo Libertario de Vallecas lleva casi dos años realizando diferentes actividades para empoderar a un barrio asolado por la precariedad, la gentrificación y el aumento de las casas de apuestas. Se trata de su primera orden de desalojo desde que el es
Madrid-
Una orden de desalojo acecha otro centro social de Madrid. Algo diferente a los casos más conocidos, como el Centro Social La Dragona o La Ingobernable, este último ejecutado tanto por el Ayuntamiento de la capital en su primer emplazamiento como por el Gobierno estatal en su segunda ubicación, esta vez es el Ateneo Libertario de Vallecas el que podría quedarse sin espacio físico en el que desarrollar las actividades que viene realizando desde hace años. La asamblea del colectivo intentará frenar este primer intento desalojo mediante la presión popular, por lo que han convocado una concentración a sus puerta el miércoles 16 de septiembre a las 9.00 horas de la mañana.
El Ateneo, ubicado en el madrileño barrio de Vallecas, una zona que cuenta con una gran tradición histórica de lucha y organización popular, se enteró de la orden de desalojo hace unos 15 días, cuando un documento remitido por el Juzgado de Primera Instancia de Madrid se deslizó por debajo de la puerta de entrada al local. La propiedad del inmueble, tal y como apunta El Salto, pertenece a las hermanas Vergara Requena y a la empresa Edugon 2003 S.L., y según han podido saber desde la asamblea del Ateneo por medio de algunos de los vecinos de la zona se tratarían de grandes propietarios con diferentes edificios repartidos por diversos barrios de la capital.
Su historia se remonta a 2014, cuando el espacio empieza a ser utilizado por la asamblea de otro proyecto libertario que bautiza al lugar como La 13/14, año en el que el edificio llevaba más de siete años sin ser utilizado desde que cerró una antigua fábrica de tejidos. Fue en noviembre de 2018 cuando el lugar fue rebautizado como el Ateneo Libertario de Vallekas, un nombre con ciertas pretensiones que la asamblea que le ha dado utilidad durante estos dos años no ha dejado de perseguir.
"Queríamos recuperar la figura histórica de los ateneos, un lugar de encuentro en el que la formación fuera lo principal. Hemos desarrollado jornadas orientadas a la práctica, como talleres de electricidad y fontanería, así como artes marciales, algo ligado al proyecto de gimnasio popular que también desarrollamos. Además, la parte teórica ha tenido gran relevancia con diferentes charlas y ponencias", comentan desde el colectivo. Ante esto último, quizá el evento más multitudinario y con mayor difusión es el Encuentro del Libro Anarquista celebrado año tras año y que reúne a editoriales y ponentes de todas partes del Estado, incluso en ocasiones del extranjero.
Repensar la propiedad privada y las okupaciones
La última convocatoria que ha tenido lugar en el edificio han sido unas jornadas de resistencia, tal y como las han tildado desde el propio Ateneo, donde han realizado un breve repaso a la utilidad que le han dado durante estos dos años de recorrido. Posteriormente, los congregados debatieron sobre el significado de propiedad privada y la alarma surgida por las okupaciones de viviendas, un hecho distorsionado por los medios de comunicación de masas, desde el punto de vista de algunos de los congregados. "La propiedad privada es un invento. En este sistema cualquier persona puede tener algo sin la responsabilidad de cuidarlo ni darle uso, y eso sucede incluso con los bienes más básicos, como la vivienda o la comida. Queremos reconfigurar la realidad y orientarla hacia la posesión: algo es mío porque lo poseo y lo necesito en mi vida, y en cuanto deje de necesitarlo lo podrá poseer otra persona diferente", comentaron en las jornadas.
En contra de la propiedad privada y la pública, desde el Ateneo defienden la concienciación de las personas para autogestionarse su vida y sus necesidades. Según recalcaron en el debate, "en el plano de lo privado, directamente es el empresario el que marca las pautas de actuación, las condiciones de sus trabajadores y cuánto dinero valen sus productos, dirigiendo el chantaje que supone tener que trabajar en unas condiciones pésimas para tener cubiertas nuestras necesidades más básicas. Por otra parte, lo público es gestionado por un Estado que no produce riqueza, solo se encarga de gestionar lo que la ciudadanía ha creado, y encima cobran por ello. No nos dejan decidir sobre la forma en que podemos disfrutar esa riqueza que nos pertenece, porque nos dicen cómo, cuándo y dónde debemos hacerlo".
De la misma forma, diferentes alusiones retrotrayeron el debate a la actualidad y a la crisis económica generada tras la pandemia: "Lo que vendrá ahora será una intensificación de lo que ya ocurría antes, habrá más desahucios e irá a más la opresión contra los activistas; es decir, aumentarán las desigualdades". De esta forma, el Ateneo, consciente de la realidad del barrio, con un alto carácter popular y de reivindicación social, también ha intentado trasladar al vecindario los peligros de la gentrificación o la videovigilancia, así como la proliferación de las casas de apuestas durante el tiempo que ha estado activo.
La autogestión como bandera
Así se definen ellos mismos: "Es un ensayo de transformación personal y social, es un proyecto en el que intentamos desaprender los valores, prácticas y comportamientos autoritarios, competitivos, jerárquicos y delegacionistas que nos ha inculcado este sistema demócrata y capitalista, y sustituirlos por los principios, valores y prácticas anarquistas de libertad, igualdad, solidaridad, honestidad, compromiso, acción directa, apoyo y respeto mutuos, horizontalidad, responsabilidad y autogestión".
"No opondremos resistencia. Si nos echan, seguiremos luchando en otros espacios de Vallecas", dicen los responsables del centro
"Somos un proyecto autogestionado, no solo a nivel organizativo sino que también a nivel económico. No queremos ni recibimos subvenciones de ningún tipo, de ninguna entidad pública ni privada. Para mantener nuestra autonomía somos nosotros y nosotras mismas quienes con nuestros esfuerzos financiamos todas las actividades", continúan describiéndose. Con ciertos aspectos similares a otras experiencias de centros sociales autogestionados, como La Ingobernable, el Ateneo ha sido lugar de reunión para diferentes colectivos que así lo han querido.
El centro no ha pasado desapercibido para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Así lo demuestra que fuera uno de los edificios registrados durante la denominada Operación Piñata, la secuela de la Operación Pandora, que estaba dirigida contra algunos miembros y locales cercanos a un "terrorismo anarquista" que nunca existió, ya que la causa acabó archivada por la inexistencia de pruebas. Volverán a coincidir con las fuerzas del orden el próximo miércoles cuando la comitiva judicial intente ejecutar la primera orden de desalojo que pesa sobre el Ateneo. Para intentar evitarlo, el colectivo ha hecho pública una convocatoria de concentración desde primera hora de la mañana en la que se harán grupos de nueve personas debido a las últimas restricciones. "No opondremos resistencia. Si nos echan, seguiremos luchando en otros espacios de Vallecas", concluyeron.
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