Mueren tres trabajadores atrapados en la mina de la localidad barcelonesa de Súria

Al menos tres trabajadores han muerto este jueves en la mina de Súria (Barcelona) a unos 900 metros de profundidad tras un desprendimiento, tal y como ha confirmado el Govern de Catalunya. Fuentes de los Bombers de la Generalitat han afirmado que "no consta" que ningún otro operario haya resultado herido o quedado atrapado en la mina. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado que los equipos de rescate han podido recuperar e identificar los cuerpos de los tres geólogos y ha detallado que se trata de jóvenes de unos 30 años de edad.

Las mismas fuentes han afirmado que tardarán "entre dos y seis horas" en sacar de la mina los cadáveres. Para llegar hasta ellos tendrán que hacer apuntalamientos y retirar runa (tipo de roca) antes de sacar los cuerpos, según han especificado desde el Cuerpo.

Los hechos se han producido a las 8.53 horas de la mañana. Tras el aviso, se han activado los servicios de emergencias de la mina. Hasta el lugar, se han desplazado, además de los Bombers, los Mossos d'Esquadra con el equipo de montaña, la unidad canina y la de subsuelo. El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) ha enviado también dos unidades terrestres, dos helicópteros medicalizados y el equipo de psicólogos frente a la gravedad del accidente. 

La empresa ICL Iberia, también conocida como Iberpotash, es la responsable de la extracción, tratamiento y comercialización de las sales potásicas de las dos minas del Bages, la de Cabanasses (Súria) y la de Vilafruns, en Balsareny. Según apuntan desde EFE, la empresa ha declinado hacer comentarios por el momento en relación con este accidente laboral hasta que reúna más información sobre lo ocurrido.

Accidente "grave"

En declaraciones a los medios, la portavoz de Mossos d'Esquadra, Montserrat Escudé, ha advertido de que se trata de un accidente "grave".

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, al inicio de la sesión de control en el pleno del Parlament, ha querido expresar su "apoyo a la familia de los afectados y a todos sus compañeros", además de mostrar su "preocupación" por lo ocurrido.

"Estamos trabajando desde los servicios de emergencias dando apoyo a los servicios de la propia empresa, que también están actuando en este trágico accidente", ha sostenido.

Tres accidentes mortales en los últimos años

No es la primera vez que se produce un accidente mortal en los trabajos de extracción en las minas del Bages. En 2013 fallecieron tres trabajadores. Dos años más tarde, en 2015, hubo una víctima mortal en la mina de Vilafruns en Balsareny. El último accidente ocurrido fue en el 2020, cuando fallecieron dos trabajadores de la mina de Balsareny.

En septiembre del 2020, cuatro mineros también resultaron heridos en la mina de Súria

En septiembre del 2020, cuatro mineros también resultaron heridos en un accidente en las obras de construcción de la rampa de extracción de material de la misma mina en la que ha tenido lugar la tragedia de este jueves.

Ese mismo año, unos 350 trabajadores de la mina de Vilafruns se manifestaron para reclamar más seguridad. Los mineros denunciaron entonces que se había reducido la inversión en la mina de Vilafruns a favor de la de Súria, que se desmarcó de la protesta. "Trabajamos en la mina y conocemos el riesgo, pero no podemos asumir que caiga una piedra y nos entierre", decía uno de los trabajadores subcontratados de la mina de Vilafruns.

Técnica para evitar desprendimientos

Fuentes sindicales han asegurado a EFE que el accidente lo ha causado un desprendimiento de liso, es decir, de cara plana y extensa de roca. Para evitar que ello suceda se actúa habitualmente en las minas mediante la técnica del bulonaje, también utilizada en algunas carreteras para prevenir desprendimientos de roca: suele consistir en una malla y anclajes metálicos para soportar el techo.

De acuerdo con las mismas fuentes, estas labores están subcontratadas, lo que ha concitado el rechazo histórico de los sindicatos.

En la mina de Súria trabajan entre 800 y 900 personas, de modo que en el momento del accidente el turno debía estar conformado por entre 200 y 300 empleados, añade estas fuentes, que resuelven que "las medidas de seguridad no son las que deben ser".