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Muere Paul Alexander, un hombre de EEUU encerrado más de 70 años en un pulmón de acero

Alexander sufrió una poliomielitis cuando tenía seis años. La enfermedad le dejó completamente paralizado del cuello para abajo y sin capacidad para respirar.

Paul Alexander, un hombre que ha vivido encerrado en un pulmón de acero durante más de siete décadas, ha fallecido a los 78 años
Paul Alexander, un hombre que ha vivido encerrado en un pulmón de acero durante más de siete décadas, ha fallecido a los 78 años. GoFundMe

El estadounidense Paul Alexander, un hombre de EEUU que ha pasado más de 70 años viviendo dentro de un pulmón de acero, ha muerto a los 78 años. Alexander sufrió una poliomielitis en 1952 cuando tenía seis años y la enfermedad le dejó completamente paralizado del cuello para abajo.

El hombre fue ingresado en el hospital hace tres semanas debido a una infección por covid-19 y pese a haber dado negativo esta semana, su salud se había visto seriamente afectada a causa de la enfermedad. 

Tanto su hermano como la página GoFundMe, que fue creada para recaudar fondos para ayudar con los gastos de su costoso tratamiento, han confirmado su fallecimiento.

"Tras sobrevivir a la polio de niño, vivió más de 70 años dentro de un pulmón de acero. Durante este tiempo, Paul estudió en la universidad, se convirtió en abogado y publicó varios libros", dice la publicación de la página web.

"Su historia viajó por todas partes, influyendo positivamente en personas de todo el mundo", añade. "Paul, te extrañaremos, pero siempre te recordaremos. Gracias por compartir tu historia con nosotros".

Además de quedar inmovilizado de cuello para abajo, Paul también quedó incapacitado para respirar de forma independiente. En el hospital de Dallas le operaron de la enfermedad y le salvaron de la vida. Y para mantenerlo con constantes vitales, le colocaron en una máquina donde quedó encerrado hasta el cuello y que se llamó "pulmón de acero".

Esa máquina funcionaba con fuelles que succionaban aire del cilindro obligando a sus pulmones a expandirse y aspirar el aire a través de la nariz. Y el mismo proceso se hacía a la inversa para la acción de expulsar el aire de los pulmones. 

Pese a la escasísima esperanza de vida que le dieron los médicos, Alexander ha vivido durante siete décadas.

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