BARCELONA.- Varios miles de personas participan esta tarde en Barcelona en la manifestación que han convocado más de una treintena de federaciones, sindicatos y partidos políticos bajo el lema "Prou Racisme!", en protesta por la respuesta que está dando la Unión Europea a la crisis de refugiados.

La plataforma "Unidad contra el fascismo y el racismo" organiza esta marcha, que se ha iniciado frente a la Estación de Francia, al estar en contra del acuerdo que los jefes de Estado y de Gobierno europeos han firmado con Turquía, porque consideran que "es ilegal" y que "viola diferentes leyes internacionales" con respecto a las personas que huyen de las guerras de sus países.

Una pancarta en la que puede leerse "Prou racisme" (Basta de racismo) y "Bienvenidos refugiados" (escrito en inglés) abre la manifestación, en la que los representantes políticos van por detrás de los representantes de la sociedad civil.

Entre los políticos, destaca la presencia de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, los consellers Raül Romeva y Neus Munté, así como el diputado de Junts pel Sí Jordi Turull, los socialistas Jaume Collboni y Javi López, la dirigente de Iniciativa Marta Ribas o, entre otros, el diputado de Catalunya Sí que Es Pot, Lluís Rabell.

El portavoz de la plataforma organizadora, David Karaval, ha señalado que la manifestación tiene mucho sentido "después del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía", y ha recalcado que se trata de un acto que también va a favor de los refugiados y contra la islamofobia y el racismo institucional.

Precisamente, en el arranque de la protesta, que se celebra en una cuarentena de ciudades de toda Europa, muchos de sus participantes están gritando "Basta de racismo".

Por su parte, Turull ha criticado que España ponga trabas a la voluntad de solidaridad de la Generalitat para acoger refugiados. "Es espantoso y lamentable que, incluso en términos de solidaridad ponga de relieve su obsesión contra Catalunya", aseguró.

El diputado ha recordado que la situación de los refugiados "nos avergüenza como ciudadanos europeos y no queremos permanecer impasibles". Ha incidido en que el Gobierno catalán quiere pasar a la acción ante este drama humanitario "pero hemos llegado a esta vergonzosa situación en la que el Estado ya no nos deja ni salir para ser solidarios con ciudadanos del resto del mundo".