Público
Público

Mejor no ponerse enfermo en verano: se acercan las vacaciones y faltan médicos

Según datos del Ministerio de Sanidad, el 20% del personal sanitario toma vacaciones durante este período. Para cubrir sus puestos haría falta contratar a nuevos profesionales, pero esto apenas ocurre.

Una mujer durante una manifestación contra la privatización de la sanidad, a 7 de abril de 2024, en Barcelona, Catalunya (España).
Una mujer durante una manifestación contra la privatización de la sanidad. Kike Rincón / Europa Press

Durante el verano, la Atención Primaria enfrenta en nuestro país una temporada particularmente complicada debido a la disminución del personal sanitario por las vacaciones y la falta de contratación para suplir estas plazas. El período estival suele marcar una reducción en la disponibilidad de médicas y enfermeras, lo que lleva al cierre temporal de muchos centros de salud y a la consiguiente disminución de consultas disponibles. No es que la gente se deje de poner enferma en julio y agosto, es que los recursos son escasos y las soluciones parecen insuficientes.

Según datos del Ministerio de Sanidad, el 20% del personal sanitario toma vacaciones durante este período, lo que obliga a las administraciones a elaborar planes para reorganizar los recursos. Sin embargo, esto no siempre ocurre, así que se suele acabar tomando la decisión de reducir las posibilidades de asistencia.

Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMG), afirmó en una reciente entrevista para EFE que "nadie duda de que habrá problemas en el conjunto del sistema sanitario, si bien serán más visibles en la Atención Primaria porque es el nivel con los recursos humanos más limitados". Según Rodríguez Ledo, deberíamos aprender de un año para otro, pero no es así: "A estas alturas no hay ninguna medida con resultados inminentes", lamentó. Otras organizaciones como la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFyC) y los sindicatos sectoriales han criticado lo mismo.

En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se estima que alrededor del 30% de los centros de salud mengua su horario de atención durante los meses de verano. Aproximadamente 20 ambulatorios cerraron temporalmente en julio y agosto en 2023. En Catalunya, los servicios de Atención Primaria también se ven reducidos. Según el Servei Català de la Salut, durante el verano del año pasado, cerca de 25 centros de AP cerraron en horario vespertino y alrededor del 15% redujeron agenda. 

Mientras, en Andalucía la Junta ya ha informado de la reducción de horarios en aproximadamente el 20% de los ambulatorios durante el verano. Además, aquí la falta de personal se ve agravada por la alta demanda turística en ciertas zonas, lo que incrementa la presión sobre todavía más. 

En la misma línea, la Gerencia de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud ha advertido de un pronóstico similar. Cantabria contará con menos de la mitad de los sustitutos disponibles en veranos anteriores, lo que imposibilita la implementación de refuerzos en puntos que tradicionalmente los necesitaban.

En este contexto, las listas de espera para consultas, diagnósticos y tratamientos se incrementan significativamente. A su vez, el cierre de centros de salud obliga a los pacientes a desplazarse a otros que permanecen abiertos, lo que puede ser especialmente difícil para personas mayores o con movilidad reducida. La ansiedad y la frustración son comunes entre los ciudadanos, conscientes del riesgo que implica esto para su salud, deben sortear todos estos obstáculos para recibir atención. 

El Ministerio puede coordinar, pero las competencias son de las comunidades

Para poner algún tipo de solución a esta tesitura, el Ministerio de Sanidad solicitó hace unas semanas a las comunidades que enviaran sus proyectos de planificación y refuerzo de plantillas, con el fin de evaluarlos y proponer mejoras; sin embargo, solo recibieron cuatro (ninguno de territorios gobernados por el PP) antes de la celebración del último Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Desde el departamento de Mónica García han explicado en reiteradas ocasiones que su labor en este ámbito es coordinar y marcar las directrices generales. Estas han estado orientadas hacia un enfoque, sobre todo, prospectivo, pero apenas se ha seguido.

Algunos Ejecutivos autonómicos plantearon la posibilidad de que los MIR (Médico Interno Residente) pudieran ejercer, si ningún tipo de supervisión. Pero la ministra ya ha descartado esta opción alegando que son profesionales que todavía están terminando su formación. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias