Instalar placas solares en los espacios antrópicos de Catalunya generaría energía para más de ocho millones de personas
La apuesta de entidades sería ponerlas en redes viarias, tejados, canales de riego, vertederos o polígonos industriales, entre otros espacios, en lo que sería una alternativa a la actual dependencia de las nucleares.

Barcelona--Actualizado a
En un momento en el que las patronales y otros actores económicos vuelven a presionar al Gobierno para que prolongue la vida de las centrales nucleares, entidades ecologistas y partidarias de la transición energética plantean alternativas viables para evitarlo. Y esto pasa por un despliegue importante de las renovables, que podría hacerse sin la necesidad de ocupar terrenos de cultivo y espacios naturales protegidos.
En este sentido, la Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa defiende el aprovechamiento de los espacios antrópicos, es decir, aquellos que se han modificado por la mano del ser humano, como zonas para instalar tejados solares. Basándose en datos de un estudio del Observatorio de la Sostenibilidad, subraya que con esta propuesta se puede generar energía para 8,1, millones de personas, superando la cifra de habitantes actuales de Catalunya. Esto contrasta con lo que defienden las patronales Foment del Treball y Pimec, para quien hoy en día no se puede prescindir de la energía nuclear, puesto que en caso contrario, Catalunya sufriría un apagón energético.
Redes viarias, tejados, canales de riego, canteras no restauradas, antiguas minas, vertederos, tejados, invernaderos, polígonos industriales, zonas de aparcamiento... Estos son los espacios que, según Fernando Prieto, responsable del Observatorio de la Sostenibilidad, podrían servir como base para instalar las placas solares para alcanzar el territorio catalán.
El resultado sería disponer de 33.861 hectáreas, que producirían 29.878 GWh en el año, para suministrar energía a 8,1 millones de personas. A partir de este estudio, Montse Coberó, miembro de la Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa, recuerda que ya "hemos hecho una propuesta al Govern para que haga un inventario con los municipios de las zonas susceptibles de acoger estas instalaciones".
De hecho, Coberó cree que la Administración tendría que agilizar la normativa para autorizar los permisos para instalar las placas fotovoltaicas en las zonas antrópicas. "El último recurso tendría que ser destruir las áreas de cultivo para poner tejados". Desde la Xarxa se lamenta que desde hace más de un año la Generalitat no ha convocado la tabla de seguimiento del desarrollo de las energías renovables, centrada en analizar la evolución del sector.
El reto del almacenamiento
La Xarxa precisa que hay momentos en los que las placas solares dejan de recibir energía de los aerogeneradores, puesto que no se dispone de infraestructuras de almacenamiento. Por esta razón, reclama articular mecanismos para guardar esta energía sobrera, siempre tratando de generar el menor impacto posible sobre el medio natural.
En una zona muy concreta, como es el ejemplo de la autopista AP-7, la Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa considera que, en estos 340 kilómetros, se podrían utilizar para la instalación de placas solares y que cubrirían entre un 3% y un 5% de la demanda eléctrica del territorio. Tomando como base el estudio Informe técnico sobre el potencial de generación eléctrica mediante placas fotovoltaicas en la AP-7, elaborado por Sergi Saladié y Lluís Salvat, la entidad augura que con "una intervención más intensa, es decir, básicamente ampliando los tramos cubiertos con fotovoltaica o combinando fotovoltaica y eólica se podría quintuplicar la producción de renovables".
Los dos investigadores han llegado a la conclusión de que, contando falsos túneles, cubiertas de áreas de servicio y taludes, se podrían instalar 1.761 MW de potencia fotovoltaica, con una producción anual de 2.056 GWh.
En relación con el almacenamiento, el coordinador del grupo de trabajo de fotovoltaica del Clúster de la Energía Eficiente de Catalunya, Alberto Barriga, detalla que la expansión de las baterías —tanto detrás del contador como a escala de red— es esencial para optimizar la generación renovable y reducir la dependencia del gas durante los periodos de baja producción renovable. "La transición hacia el almacenamiento tiene que ser impulsada también por particulares y pymes. Este enfoque descentralizado no solo mejorará la eficiencia del sistema, sino que empoderará los consumidores en su gestión energética, a la vez que reforzará la estabilidad de la red", apunta.
Cierre del parque nuclear
Catalunya será el territorio del Estado más afectado por el cierre del parque nuclear. Así lo ha concluido PwC España, que ha presentado recientemente el informe Impacto del cierre nuclear en Catalunya. El documento alerta que este impacto se traduciría en la pérdida de unos 10.500 puestos de trabajo que genera el sector y una aportación directa al PIB catalán de 900 millones. Así, el presidente de la Comisión de Energía de Pimec, José Enrique Álvarez, afirma que "hay que tomar una decisión de urgencia". Álvarez cree que la solución implica prolongar la vida de las nucleares un mínimo de diez años. "Están preparadas para lo cual, sin duda", asegura, en una visión que contrasta con la de la Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa.
El año 2025 puede marcar un punto de inflexión por el despliegue de las energías renovables. Aun así, su despegue está vinculado a la regulación, independientemente de la coyuntura del precio del gas. Para dar el paso hacia un modelo energético más equilibrado y sostenible hace falta voluntad política y las modificaciones legislativas para facilitar el despliegue de las infraestructuras energéticas.
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