Bembrive, el barrio de Vigo en riesgo por una autovía que destrozará su patrimonio cultural y natural
Los vecinos alertan de que el proyecto del Ministerio de Transportes, con un coste de 390 millones, afectará a una zona natural protegida, a una iglesia románica, a castros y yacimientos del neolítico.

A Coruña--Actualizado a
Los vecinos de la parroquia de Bembrive, en Vigo (Pontevedra), han alertado de que el proyecto de autovía que planea en el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para unir la ciudad con la localidad de O Porriño, en su cinturón industrial, destrozará su patrimonio cultural y natural y cambiará por completo su modo de vida.
Se trata de la ampliación de la A-52, la autovía que une el sur de Galicia con Castilla y León y con Madrid, en un recorrido de unos 11 kilómetros que mejorará la conexión de la urbe más grande de la primera de esas comunidades y que permitirá a los conductores sortear una zona plagada de peligrosas curvas que se ha convertido en uno de los tramos con más accidentes de tráfico de todo el Estado.
La mejora es una añeja demanda de los vigueses y supondrá una obra colosal que el Ministerio de Óscar Puente calcula costará alrededor de 390 millones de euros. Es decir, 55 millones más que los presupuestos municipales del Ayuntamiento de Vigo para todo el año 2025.
A cambio, se construirán tres tramos de autovía, uno de ellos un túnel. Según los afectados, tendrán un enorme impacto ambiental y sobre la riqueza histórica de la parroquia y, especialmente, sobre sus vidas.
"Creo que por ese dinero hay políticas mucho más necesarias en España, obras que apuesten por el futuro y no por el pasado, como el metro, el ferrocarril, el transporte colectivo", dice Roberto Estévez, vecino de la localidad y portavoz del colectivo Bembrive en Pé.
El pueblo, donde viven 4.400 personas, no es un barrio de Vigo, y es posible que algunos de sus habitantes se molesten si se lo describe así. En realidad es una entidad local menor, una figura administrativa que conservan algunos entes territoriales de España de ámbito inferior a la provincia, y que sólo tienen otras ocho parroquias gallegas con alcalde pedáneo propio.
Bembrive está ubicado en el valle del río Eifonso, junto a un idílico parque natural de 100.000 metros cuadrados con una gran diversidad de especies animales y vegetales –aves, anfibios, mariposas, libélulas, chopos, sauces, rosales silvestres...–, y cuenta con una iglesia románica de inspiración celta del siglo XII que en su día albergó un monasterio medieval, así como castros, yacimientos arquelógicos del neolítico y de la edad de hierro, y hórreos y molinos catalogados y protegidos.
En las alegaciones que preparan al estudio de impacto del proyecto, en exposición pública desde el pasado 18 de diciembre, los vecinos alertan de que la autovía amenaza la biodiversidad del valle y todo su patrimonio natural, histórico y arquitectónico; obligará a expropiar decenas de viviendas y terrenos; provocará contaminación ambiental y acústica; alterará las captaciones de agua para regadío y abastecimiento de la población, y modificará irreversiblemente la red de caminos tradicionales que vertebran la parroquia, fragmentando su territorio y rompiendo el tejido familiar y comunitario sobre el que se sustenta.
El pasado jueves, el vehículo de la alcaldesa pedánea, Patricia Otero, del PSOE, quien se ha mostrado a favor del proyecto, apareció con una enorme diana roja pintada con espray sobre uno de los laterales. "Es intolerable·, lo calificó el también socialista Abel Caballero, regidor de Vigo.
El día anterior, Caballero había recibido a los afectados, y aunque asegura que va a estar a su lado para garantizar que se respetarán y protegerán "sus derechos", confirmó que, pese a las críticas, también de la oposición en el Parlamento de Galicia, la autovía "se va a hacer". Los vecinos, sin embargo, le reprochan que no los hayan tenido en cuenta ni consultado para el proyecto. "Somos parte de Vigo, pero Vigo no nos trata así sino como si fuéramos un lugar de paso", dice Roberto Estévez.
El PP pidió la pasada semana al Gobierno que estudie trazados alternativos al aprobado por Transportes, aunque lo cierto es que el Ministerio ha descartado ya otros dos. El elegido es "el más recomendable", dice el equipo de Óscar Puente, que sin embargo no aclara cuáles eran las otras opciones, ni si tenían una menor afectación sobre la naturaleza, el paisaje y la riqueza patrimonial de la zona.
Sí recuerdan que la ampliación de la autovía permitirá acabar con los puntos negros de la conexión actual, que tiene los índices de siniestralidad más elevados de Galicia. Según la Delegación del Gobierno, en los últimos 19 años se han producido entre Vigo y O Porriño 5.366 accidente de tráfico, con 15 muertos, 64 heridos graves y 3.800 heridos leves.
El BNG, por su parte, ha reclamado que se libere de peaje la AP-9, la autopista de pago que une Ferrol con la frontera portuguesa, y que ya enlaza ambas localidades a un precio de 6,40 euros el trayecto de ida y vuelta. Para cualquiera de los miles de trabajadores que lo recorren a diario, emplear esa alternativa más segura supone un gasto mensual de 128 euros.
Roberto Estévez, portavoz de Bembrive en Pé: "Somos parte de Vigo, pero Vigo no nos trata así sino como si fuéramos un lugar de paso"
La AP-9 está amortizada hace decenios, pero sigue en manos de una concesionaria propiedad del Grupo Itínere, Audasa, que factura casi 100 millones de euros al año en peajes en Galicia y que, según los últimos datos disponibles, obtuvo beneficios de casi 40 millones sólo en los seis primeros meses de 2024.
Los vecinos, según explica el portavoz de Bembrive en Pé, apoyan la liberación del peaje de la AP-9, pues consideran que desahogaría buena parte del tráfico de la zona y que se reducirían los accidentes. Y sostienen que el problema del tramo actual de carretera quedaría solucionado si se invirtiese en la mejora de la seguridad de las curvas y si se apostara por el transporte público de calidad mediante una planificación adecuada.
Sin embargo, el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, descartó que el pasado viernes que el Ejecutivo se vaya a replantear el proyecto, y se mostró tajante sobre el asunto: las alternativas que plantean los vecinos y la oposición "no resolverían nada", aseguró, porque la AP-9 tiene un trayecto más largo y no cuenta con una entrada "funcional" a Vigo. La nueva autovía, dijo Losada, “es una obra irrenunciable” y “vital para la ciudad y su área metropolitana", y se hará tal y como está proyectada.
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