Como cada 22 de diciembre, los protagonistas dejan de ser por un momento las personas premiadas para que los niños de San Ildefonso entren en escena para anunciar los ganadores del sorteo de la Lotería de Navidad. Estos escolares uniformados que llevan cantando durante más de dos siglos los números que van cayendo del bombo han marcado la historia del evento navideño más esperado del año.

El colegio de San Ildefonso es una institución creada en el siglo XV para encargarse de los menores abandonados y huérfanos. En 1771 los niños comenzaron a cantar la suerte en forma de premios. Sin embargo, el organismo, que es el más antiguo y veterano de Madrid, fue un orfanato hasta que a principios de los años 80, con la llegada de la Constitución y la entrada de la democracia, abrió sus puertas a la educación mixta.

La práctica de esta tradición se remonta al 9 de marzo del año 1771, durante el reinado de Carlos III, cuando Diego López entró en la historia. El joven se convirtió en el primer niño de San Ildefonso que cantó los números de la lotería. Lo que comenzó como un modo de financiación al obtener una compensación económica por cantar los números se acabó extendiendo a lo largo de los años para establecerse como una tradición del sorteo.

Las historias y leyendas que se cuentan de estos jóvenes loteros son innumerables, por lo que han alcanzado la categoría de mito. En 1812, 40 años después de debutar en el sorteo, fue cuando se dieron a conocer al formar parte del primer sorteo de la Lotería Moderna. Desde entonces, las voces del colegio de San Ildefonso han atravesado el tiempo para mantenerse a día de hoy en la máxima tradición de la Navidad española. 

Hasta 1984 las niñas no se subieron a leer los números que aparecían en las bolas dado que el colegio de San Ildefonso comenzó a ser una escuela mixta a partir de 1981. A finales de los años noventa, la institución sufrió un cambio estructural tras 200 años de historia. El organismo quedó dividido en residencia o internado –donde llegan a convivir unos 60 alumnos– y en un colegio público, que pasaría a ser dependiente de la Comunidad de Madrid.

¿Cómo se elige a los niños?

El colegio, que escoge a los niños de la residencia o internado, primero lleva a cabo unas audiciones en el mes de octubre a los jóvenes del centro que quieran ser protagonistas en la Lotería de Navidad. Los elegidos para llevar a cabo la lectura del sorteo son preparados por medio de ensayos diarios de media hora de duración.

Para poder presentarse a la audición se les pide ser mayores de 8 años ante la dificultad para leer los números con fluidez por lo que no es habitual encontrar niños más pequeños. Además, el colegio busca que los aspirantes tengan fluidez verbal o una buena voz para cantar los premios.