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Las jornadas de CCOO sobre la desinformación advierten del avance de la ultraderecha en las redes sociales

La directora de 'Público', Virginia Pérez Alonso, ha participado en el evento junto a periodistas como Magda Bandera, Jesús Maraña, Ignacio Escolar y Mar García para abordar posibles estrategias con las que combatir la proliferación de 'fake news' por parte de la ultraderecha.

05/06/2024 Jesús Maraña, Magda Barrera, Pablo Elorduy, Virginia Pérez Alonso e Ignacio Escolar en las jornadas organizadas por CC.OO, a 5 de junio de 2024.
De izquierda a derecha, Jesús Maraña, Magda Barrera, Pablo Elorduy, Virginia Pérez Alonso e Ignacio Escolar en las jornadas organizadas por CCOO, a 5 de junio de 2024. Prensa Comisiones Obreras

La reproducción sin límites de narrativas basadas en la mentira para generar miedo y deslegitimar los avances en materia de derechos sociales han marcado el último evento organizado este miércoles por Comisiones Obreras (CCOO) en la Escuela Sindical Juan Muñiz Zapico de Madrid. El acto ha contado con la participación de figuras de gran resonancia en el mapa periodístico nacional como Virginia Pérez Alonso, directora de Público; Ignacio Escolar, director de Eldiario.es; Jesús Maraña, director editorial de InfoLibreSara Plaza, coordinadora de Sanidad de El Salto; Mar García, codirectora de ECDA; y Magda Bandera, directora de La Marea.

Estas jornadas periodísticas han orbitado en torno a uno de los grandes desafíos que afronta el ecosistema informativo actual: la proliferación, cada día más veloz, de desinformaciones fabricadas estratégicamente por la ultraderecha a través no sólo de los medios de comunicación tradicionales sino de las redes sociales. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha arrancado la jornada con un discurso sobre las nuevas dinámicas de los medios a la hora de producir y difundir contenidos informativos, fuertemente marcadas por la llegada de las plataformas digitales.

Los participantes de las cuatro mesas de conversación presentes en la jornada han hecho referencia a las enormes transformaciones que actualmente atraviesa el paradigma mediático: entre ellas la democratización y desjerarquización de la información gracias a la llegada de las redes sociales, pero también, y a causa de ello, la dificultad de discernir entre la verdad y la mentira. Para evitar la multiplicación de bulos, Virginia Pérez Alonso, ha apuntado a que "es necesario que cambie la ley de publicidad institucional y hacerlo con un cuidado exquisito".

Muchas de las desinformaciones que circulan como consecuencia de la falta de regulación de las redes, ha señalado Unai Sordo, "marcan agenda y generan preocupaciones ficticias". En este sentido, tanto Sordo como Sara Plaza han incidido en la reciente difusión de bulos de la extrema derecha mediática con el objeto de deslegitimar los avances en materia de derechos sociales. Los ponentes han insistido en los intentos de la derecha de menospreciar la lucha feminista y la Agenda 2030 pero también de criminalizar la ocupación y la migración en España.

La ultraderecha encuentra su espacio en las redes sociales

La ultraderecha parece haber hallado en el espacio digital, han incidido, un terreno fértil para insertar con éxito discursos de odio de toda índole, capaces de generar en la población una sensación de alerta ante problemas que realmente no existen.  

Por tanto, este evento también ha puesto el acento en el auge de los discursos negacionistas y la violencia digital en las redes. Ejemplo de ello ha sido la reciente publicación, a través de X (antes twitter) de mensajes amenazantes por parte de varios líderes de Vox hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a pocos días de las elecciones europeas. Sobre ello han conversado Yago Moreno, colaborador de ECDA, y Mar García en una mesa dedicada al aterrador triunfo de la extrema derecha en las redes sociales.

El evento ha situado el acento en el auge de los discursos negacionistas y la violencia digital en las redes sociales

La batalla por la hegemonía cultural e ideológica en este medio la ha ganado, señala García, la ultraderecha, que ha logrado seducir con su discurso a las generaciones más jóvenes. Con la irrupción victoriosa de la derecha en las redes, han explicado los periodistas en esta mesa, han escalado con creces en los últimos años las narrativas que ponen en entredicho tanto el cambio climático como la efectividad de las vacunas, al igual que muchos otros hechos científicamente probados.

En estas plataformas digitales, la extrema derecha ha puesto en marcha una "maquinaria del fango" basada en la fabricación de bulos, falsificación de imágenes con IA y otras herramientas con el fin de desarticular a sus adversarios políticos. Ante ello, la contraofensiva debe darse, asertan los ponentes, a partir de la creación de relatos y abordajes alternativos capaces de subvertir la desinformación. Sin embargo, la dependencia del algoritmo, la urgencia a la hora de publicar contenidos y la falta de especialización en la prensa escrita dificultan la ardua labor de redignificar el periodismo.

Al situar esta problemática relativa a la falta de rigor de algunos medios, Plaza ha aludido a la investigación que en su momento lideró este medio acerca del caso Infancia Libre sobre las mal denominadas "madres secuestradoras de bebés". Estas mujeres, que durante meses fueron injustamente acusadas de haber retenido a sus hijos para alejarles de sus progenitores, resultaron estar protegiéndoles de sus parejas, que habían ejercido violencia sexual contra sus criaturas. Prácticamente ningún medio confrontó la narrativa oficial que reproducía, en base a datos falsos, la imagen de la mujer perversa. 

Cómo enfrentar las mentiras de la derecha mediática

Si algo han evidenciado estas jornadas es que la lucha contra la mentira como arma de guerra política resulta ser una tarea titánica pero imprescindible. La vorágine desinformativa no sólo se circunscribe a los medios de nuestro país, tal y como han señalado en varias ocasiones los ponentes, entre ellos Jesús Maraña, director de Infolibre, sino que se trata de un fenómeno tristemente "intencionado, impune y global". La prueba más palpable es quizás el ascenso sin precedentes de la ultraderecha en los Gobiernos de países europeos como Suecia, Finlandia o Eslovaquia.

Sobre esta cuestión en torno a posibles estrategias contra la desinformación ha versado la última mesa de conversación. En ella, Virginia Pérez Alonso ha destacado la necesidad prioritaria de establecer una autoregulación "mucho más estricta" para frenar las mentiras. También una colegiación de periodistas a nivel nacional, así como la implantación de criterios comunes y transversales de transparencia: "Es preciso que se cree un registro oficial de medios y que se cumpla con unos requisitos en los que todos nos pongamos de acuerdo", ha aseverado con contundencia la periodista.

Quizás el mayor desencuentro entre los presentes se ha materializado a la hora de abordar la necesidad de regular, desde los órganos políticos, los medios de comunicación. Mientras que Ignacio Escolar se ha mostrado proclive a legislar en contra de las mentiras de la extrema derecha, Pérez Alonso ha manifestado su desconfianza ante cualquier regulación mediática a nivel estatal: "Cuanta menos regulación de los medios, mejor. Con un Gobierno progresista puede haber buena voluntad pero en otras manos la legislación puede ser utilizada para guillotinar lo que no interesa", ha declarado la directora de Público.

Virginia Pérez Alonso: "En manos de gobiernos ultras la legislación puede ser utilizada para guillotinar la información que no interesa"

Pese a contadas divergencias entre participantes, todos ellos han coincidido en las líneas de actuación para contrarrestar el avance de los discursos neofascistas: contextualizar de la información, educar a la sociedad sobre la desinformación, enfrentar judicialmente las mentiras y trabajar conjuntamente con el resto de medios para recuperar la legitimidad del periodismo.

El acto ha concluido con la denuncia pública sobre el encarcelamiento del periodista español Pablo González en Polonia desde el 28 de febrero de 2022. El comunicador, especializado en Europa del Este, había acudido a este país para cubrir la crisis humanitaria que azota a Ucrania por la invasión de Rusia.

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