Este artículo se publicó hace 5 años.
Apagón mundialHora del planeta: ¿Qué repercusiones puede tener para el consumo energético?
El apagón mundial llega de nuevo este sábado de 20.30 a 21.30 después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) haya informado de que en el último año se ha incrementado en un 2,3% la demanda de energía. Los promotores de la iniciativa lanzan campañas paralelas para limitar el uso de plásticos y reclamar el fin del uso de combustibles fósiles.
Alejandro Tena
Madrid--Actualizado a
Este sábado se lleva a cabo de nuevo la denominada Hora del Planeta, una iniciativa impulsada por el grupo ecologista WWF que busca el apagón energético durante una hora del día. De esta forma, de 20.30 a 21.30 (en cada huso horario) las ciudades quedarán oscurecidas, dejando edificios institucionales y monumentos sin iluminar.
Se trata de una campaña que arrancó en Sidney en 2007 y que con el tiempo se fue extendiendo por todo el planeta, en tanto que este 30 de marzo habrá 188 países que, previsiblemente, apagarán sus luces durante una hora. En España, informa la organización, ya se han sumado más de 400 ayuntamientos y el Ministerio para la Transición Ecológica ha anunciado su participación oficial.
Pero, ¿qué se persigue con este apagón? Lo cierto es que el propio Fondo Mundial para la Naturaleza reconoce que es una medida más cercana al simbolismo que a la combatir las emisiones energéticas. "El objetivo central no es la reducción de consumo", apunta Enrique Segovia, portavoz de la organización medioambientalista en España, que aclara que lo verdaderamente importante es concienciar a la ciudadanía sobre los riesgos del cambio climático. Para tratar de aumentar el impacto de la iniciativa, este año se han lanzado otros retos que acompañen a esta hora sin luz, como el descenso de consumo de carne o la "desplastificación".
De esta forma, el apagón mundial tiene un carácter mucho más transversal en esta edición. Desde WWF se han lanzado varios retos paralelos. Uno de ellos llama a la sociedad a "pasar un día sin utilizar plásticos", para tratar de concienciar sobre las consecuencias que tienen estos tipos de materiales para con el medio ambiente. También se ha impulsado una campaña para reducir el consumo de carne. "En la producción de 1kg de carne de cerdo se emite 4,8kg de CO2", advierte la organización ecologista.
Por último, con la intención agrandar las bases de esta jornada de concienciación ecologista, se pide, que además del descenso de consumo energético, se prescinda del transporte privado y de la quema de combustibles fósiles.
Aunque desde WWF reconocen que se trata de un acto vinculado al marketing ecologista, la realidad es que la denominada Hora del Planeta tiene una leve repercusión en el consumo energético, tal y como muestra el estudio publicado por la revista Energy Research & Social Science. Este estudio de 2014 demuestra, en un análisis de diez países, una reducción promedio del 4% del consumo de electricidad durante la hora propuesta para el apagón.
"Estos eventos demuestran la importancia del comportamiento a corto plazo sobre la demanda de energía y las posibles aplicaciones a las políticas energéticas", concluye el informe.
Según las cifras de Red Eléctrica de España (REE), la hora sin luz no afecta demasiado a la distribución de energía del Estado. No obstante, el histórico muestra algunas variaciones. En la Hora del Planeta de 2015, el consumo medio fue de 695 Gw/h, mientras que un sábado antes el consumo había sido de 716 Gw/h, una cifra levemente superior. Un contraste que se repite prácticamente todos los años. Pese a ello, los datos tampoco suponen una alteración de las previsiones de la REE.
"Si quisiéramos que el impacto fuera real deberíamos establecer la iniciativa en otro momento de la semana en el que se pudieran demostrar las repercusiones reales en actividades industriales", añade Segovia, para recalcar el carácter simbólico de esta iniciativa.
33,1 gigatoneladas de C0²
Este año el apagón llega en un momento crítico. Tanto es así, que el estudio publicado esta semana por la Agencia Internacional de Energía (AIE) demuestra que en el último año el planeta elevó el uso de energía en un 2,3%, el doble que la media de los últimos siete años. Un dato que tiene que ver de manera directa con el calentamiento global, ya que las situaciones climáticas son cada vez más extremas, lo que genera una mayor demanda para refrigeración y calefacción.
De esta forma, las emisiones de CO² relacionadas con el sector energético se han visto incrementadas un 1,7%, lo que supone un máximo histórico de 33,1 gigatoneladas de partículas. En ese sentido, una de las principales causantes de este incremento de emisiones es la flota de centrales eléctricas de carbón, sobre todo –advierte el informe de la AIE– las ubicadas en Asia.
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