Varias asociaciones ecologistas han reclamado a la Xunta de Galicia que impida la celebración de cinco campeonatos de caza de zorros que se celebrarán este mismo mes, una vez terminada la temporada cinegética de esa especie y sin contar, por tanto, con datos confirmados sobre la situación de la especie.

Además, esas asociaciones advierten de que ni la Xunta ni las federaciones de caza han publicitado ni la fecha ni los lugares donde se celebrarán esos eventos, lo que, a su juicio, también pone en peligro la vida de los vecinos de los cotos y de quienes acudan al monte esos días.

Según la resolución del Gobierno de Alfonso Rueda que determina anualmente las épocas hábiles de caza, la temporada para abatir zorros debe terminar el 6 de enero. Pero la misma norma permite autorizar batidas también en el período inhábil, y los cazadores suelen aprovecharlo para cerrar el período con esos campeonatos.

Así, justo al día siguiente de que se termine la temporada, el 7 de enero, se celebrarán dos campeonatos provinciales en A Coruña y Ourense. El 14 de enero habrá otros dos, en Lugo y Pontevedra; y el 21 de enero, tres: la copa de Lugo, el campeonato de Galicia y la copa de España.

"No se puede fomentar la caza como matanza absoluta sin ningún criterio científico", asegura Rubén Pérez Sueiras, portavoz de la Fundación Franz Weber, quien subraya además que la situación se agrava porque un campeonato "lo gana quien mata más". "Van a salir al monte a ver qué queda vivo y a exterminarlo", sostiene.

El portavoz añade el peligro que supone "llenar un monte con cien personas armadas disparando a todo lo que se mueve sin advertir antes a la población".

La Fundación Weber ha reclamado a la Xunta las cifras de zorros abatidos en la última temporada, pero no se la han facilitado. Calculan que son una media de unos 12.000 al año, una cifra que coincide con la que facilita Ecoloxistas en Acción, que calcula que entre 2014 y 2020 se cazaron 75.000 de esos animales.

"La eliminación masiva de un depredador tiene consecuencias nefastas en la red trófica y representa el aumento exponencial a corto plazo de especies que pueden causar superpoblaciones descontroladas", advierte esa organización.

"Estas batidas no están basadas en ningún estudio de estima poblacional de zorros en la zona, y un campeonato nunca puede ser una forma de control. No está bien disfrazar de gestión del medio natural lo que es ocio y negocio de una minoría", añade.

En Galicia, sobre una población de 2,6 millones de personas, hay unos 20.000 cazadores federados y unas 35.000 licencias.

Los gobiernos del PP en Galicia siempre han defendido la caza como modo de control de las poblaciones de diversas especies. La actual conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez se declara partidaria de esa actividad y en varias ocasiones ha asegurado que resulta fundamental para conservación del medio natural en la comunidad.

Además, la Xunta ha flexibilizado progresivamente las normas que la regulan, incluso para fomentarla. La última vez, con una enmienda a la ley de acompañamiento de los Presupuestos Generales de la Xunta para 2023, para modificar la ley de caza de Galicia ofrecer gratis la licencia a los mayores de 65 años.

En la misma norma, se incluyó otra enmienda para eliminar la obligatoriedad de que los acechos -la modalidad en la que varios cazadores esperan a sus piezas- sean vigilados por personal de seguridad, recuerda Sueiras.

Los ecologistas creen que la Xunta utiliza esas concesiones al lobby de la caza como reclamo en año electoral, pero que las oculta de manera intencionada a la opinión pública, posicionada, según asegura Rubén Pérez Sueiras, contra la caza en general y mucho más contra campeonatos como los siete que se celebran este mes.