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La falta de sanitarios colapsa las urgencias y retrasa meses las pruebas de oncología en los hospitales de Santiago

Las pacientes de cáncer del área sanitaria que hasta mayo dirigia la prima de Feijoo o denuncian demoras de meses en las citas de sus revisiones y acusan a la Xunta de poner en peligro su salud

13/12/23 Imagen del colapso en las urgencias del Hospital Clínico de Santiago el pasado martes.
Imagen de archivo de diciembre de 2023 con otro colapso en las urgencias del Hospital Clínico de Santiago. Asociación de Pacientes e Usuarios del CHUS

La falta de profesionales derivada de los recortes en el presupuesto sanitario ha colapsado de nuevo las urgencias de los hospitales públicos del área sanitaria de Compostela, según una denuncia de la Asociación de Usuarias e Pacientes del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS).

La misma organización ha denunciado también que continúan los retrasos de meses en las citas de pacientes de oncología, que alertaron de la situción que padecían un día antes de que fuera cesada la anterior gerente del área sanitaria, Eloína Núñez Masid, prima del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Su sustituto es Ángel Facio Villanueva.

Durante la etapa de Núñez Masid al mando del área sanitaria entre 2017 y el pasado mayo se registraron constantes y repetidos episodios de colapsos en el servicio de urgencias, sin que el Servicio Galego de Saúde haya paliado la falta de profesionales sanitarios ni emprendido medidas eficaces para evitarlos.

Los pacientes del CHUS aseguran que en días pasados llegó a haber hasta 20 pacientes graves repartidos por los pasillos y salas de espera de urgencias en camillas y sillas de ruedas, aguardando a ser atendidos, mientras más de treinta con ingreso asignado en planta seguían a la espera de una cama.

Derecho a la intimidad

"La nueva gerencia continúa con la inercia de la anterior y está permitiendo que se vulnere el derecho a la intimidad de los pacientes, colocados en zonas de paso y expuestos a personas que nada tienen que ver con el serivicio", afirma la asociación, que acusa al Servizo Galego de Saúde de utilizar las urgencias "como un almacén de pacientes" provocando "daño moral y físico" a los enfermos.

"La saturación es consecuencia, entre otros factores, de la falta de camas libres en el centro sanitarios y de una gestión poco eficaz de las mismas", añade. Según los datos de los pacientes y usuarios, el nivel de ocupación de camas esos días en el CHUS fue del 59%. "Existe un eceso de capacidad disponible de 614 camas que en la práctica permanecen cerradas mientras no se doten de personal sanitario" para que puedan ser ocupadas.

Las asociación de pacientes del CHUS también ha alertado que continúan los retrasos en las citas de los pacientes de oncología, que en mayo de este año denunciaron que sus consultas se demoraban meses poniendo gravemente en peligro su salud.

La organización ha recogido el testimonio de una afectada: "Desde que terminé la quimioterapia y fui operada sufro retrasos continuos en mis consultas de revisión. Hace unos meses, tras presentar reclamaciones en el servicio de atención al paciente, la gerencia del área sanitaria e incluso la Valedora do Pobo —figura equivalente a la del Defensor del Pueblo— [...] fui atendida con con cinco meses de demora".

Sin cita

"En esa misma consulta", prosigue esa persona, "mi oncóloga solicitó que se me citase para la siguiente revisión en tres meses, que habría sido en agosto de este año. Dado que ahora por sistema no se da cita, pasé de nuevo al servicio de 'buzón', pendiente de que me llegue un mensaje con la cita, tanto para la consulta como para un TAC. Hoy, con un mes de atraso, sigo esperando, de nuevo, por mi consulta, que se debería haber realizado el 29 de agosto".

Según los últimos datos publicados por el Sergas en diciembre del año pasado, 15.874 pacientes del CHUS esperaban en esa fecha a la realización de una primera prueba diagnóstica, cifras que, según la asociación de pacientes, no toman en cuenta a los miles de enfermos que aguardan por una segunda o sucesivas pruebras de control y evaluación y que no figuran en las listas de espera que publica la Administración sanitaria.

"En términos absolutos, las personas en espera por una prueba aumentaron en 831 en 2022. Con respecto al año 2019, el aumento fue de 7.154, un 82%". "Las cifras enseñan sólo una parte de la degradación del sistema, no muestran el sufrimiento y el daño causado por los retrasos en la atención ni la relación existente en la gravedad de la dolencia y la espera por la realización de une prueba”.

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