Las islas Cíes son un paraíso natural y paisajístico. Situadas frente a Vigo, presidiendo la bocana de su ría, forman parte del Parque Natural de las Islas Atlánticas de Galicia, y sus playas y su entorno atraen cada año a cerca de 300.000 personas. En temporada alta, los barcos que las conectan con tierra llegan a trasladar a 3.000 turistas al día. Pero para todo ese tropel de visitantes el único servicio de atención sanitaria es el que prestan los socorristas que llegan con el barco de la mañana y se van en el último de la tarde.

En su ausencia o ante emergencias y accidentes, el único remedio es acudir al personal del cámping –el único alojamiento en las islas en el que pernoctan centenares de personas durante el verano- o recurrir a los servicios de rescate para evacuar accidentados o enfermos, aunque su dolencia no revista finalmente la gravedad que podría justificar esa actuación.

El último incidente ocurrió el pasado domingo, cuando un bebé de año y medio fue trasladado en helicóptero de SOS Galicia al Complejo Hospitalario Universitario de Ourense “al sentirse indispuesto”. Según la prensa local, al llegar al centro los médicos comprobaron que su vida no corría peligro.

Quince días antes, otro niño fue evacuado por la lancha Salvamar Mirach, de Salvamento Marítimo (Sasemar), con 38,2 grados de fiebre y síntomas que cuadraban con la otitis de la que acababa de ser operado. A mediados de julio, una lancha y un helicóptero acudieron para asistir a un joven de 28 años que sufría una fuerte reacción alérgica. En junio, otro helicóptero de Sasemar acudió a las islas para atender a un bañista que se sintió indispuesto en la playa y a quien encontraron estable pero con el pulso bajo.

Salvamento confirma que desde el 1 de junio ha habido 52 evacuaciones de personas en las islas, de las que siete han correspondido a intervenciones de helicóptero o lanchas de rescate de ese organismo, dependiente del Ministerio de Fomento.

La gestión del Parque Natural corresponde a la Xunta, cuya Dirección Xeral de Patrimonio Natural, adscrita a la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, asegura que se cumple “al 100%” el protocolo sanitario“. En caso de cualquier emergencia o sospecha de la misma se llama al 112 y se siguen sus instrucciones. Por la noche, queda un retén de Protección Civil”, afirman fuentes de ese departamento.

Hay visitantes que, sin embargo, desmienten esa versión. Es el caso de un hombre que hace unas semanas llegó en el último barco herido con una brecha en la cabeza y que no pudo ser atendido en el puesto de socorro hasta la mañana siguiente. Quien le dio la primera asistencia esa noche fue un trabajador del restaurante del cámping, que suele asumir con frecuencia y voluntariamente tareas similares.

"Esa noche no había nadie de Protección Civil, puedo asegurarlo”, narra el herido, quien ha solicitado a Público guardar su anonimato. Considera “inaudito” que no exista un servicio de atención continuada las 24 horas del día con un médico al frente, y recuerda que hay una campaña institucional en marcha avalada por la Xunta y el Ayuntamiento de Vigo para que la Unesco incluya a las Islas Atlánticas en la lista de parajes Patrimonio de la Humanidad, lo que podría derivar en un incremento de las visitas.

La Xunta, sin embargo, insiste en que todo funciona como debe funcionar. "El Camping de Cíes cuenta con su botiquín. Y la atención sanitaria en aquellas playas que cuentan con bandera azul son de competencia municipal”, subrayan fuentes de la Consellería.

El Ayuntamiento reconoce que dos de los arenales de Cíes, Rodas y Figueiras, tienen bandera azul, pero responde que esas playas cuentan con los correspondientes servicios de socorrismo y primeros auxilios, “como cualquier otra”. “Pero el Parque Natural es mucho más que esas dos playas, y a quien correspondería en su caso dotarlo de un servicio de atención médica es a quien lo gestiona. Y quien lo gestiona es la Xunta”, aclaran fuentes municipales.