Este artículo se publicó hace 2 años.
La expareja de Irune Costumero pide en plena ofensiva judicial que se limite al mínimo el contacto entre madre e hija
Mientras un juez de Barakaldo (Bizkaia) la condena a 18 meses de prisión por introducir una grabadora en la cazadora de la menor para poder demostrar el maltrato de su progenitor, el padre de la niña pide que la madre solo pueda ver a la pequeña un día entre semana y no pueda estar con ella un fin de semana cada quince días y la mitad de las vacaciones.
María José Pintor
Actualizado a
El caso de Irune Costumero, a quien la Diputación Foral de Bizkaia arrancó de sus brazos a su hija de cinco años, da un giro insospechado al ser condenada por introducir una grabadora en la cazadora de su hija para poder demostrar el acoso psicológico al que es sometida por su padre. El calvario comenzó hace cinco años cuando, sin previo aviso y por la fuerza, le retiraron la custodia de la niña y permitieron que viviera con su progenitor, sobre quien pesaban denuncias –que no prosperaron– por maltrato a ambas. Para colmo, el padre aprovecha esta coyuntura para solicitar que la menor no pueda pasar con su madre la mitad de las vacaciones y un fin de semana alterno.
Durante más de cuatro años, y por decisión de la institución foral, madre e hija solo podían verse apenas dos horas entre semana. Incluso, durante más de un año apenas pudieron hacerlo delante de un vigilante de Servicios Sociales. Sin embargo, un juzgado autorizó a partir de la Semana Santa pasada que Irune tuviera derecho a estar con su hija dos fines de semana al mes y la mitad de las vacaciones de la niña. Algo que el padre ahora recurre en el juzgado de Familia de Barakaldo, para que haya una modificación de estas medidas.
Tras un duro juicio el pasado mes de junio en Bilbao en el que Irune Costumero denunció a la Diputación Foral de Bizkaia, a través del diputado de Servicios Sociales, Sergio Murillo, y dos miembros más del Servicio de Protección a la Infancia, el Tribunal de Justicia del País Vasco avaló la actuación de los funcionarios que retiraron a la madre la patria potestad de la menor en 2017. Según la sentencia a la que tuvo acceso Público "en ningún momento" fue "irracional o insuficiente".
Se da la circunstancia de que en ese juicio, la fiscal defendió que la Diputación utilizara el falso, y prohibido en la Ley de Infancia, Síndrome de Alienación Parental para arrebatar a Irune a su hija.
Desde entonces, cada paso judicial es un nuevo mazazo para la madre, que mantiene que la niña, cuando está con ella durante las vacaciones que le corresponden, sufre cuando llega el momento de volver a casa con su padre, que es quien ahora tiene la custodia.
Ataque de ansiedad de la menor
De hecho, estas Navidades pasadas han sido las primeras que la pequeña ha podido pasar con su madre en cinco años. Irune Costumero confirma a Público que "cuando la cría vio que llegaba el momento de volver con su padre tuvo un ataque de ansiedad, tuve que llamar una ambulancia, donde lloraba hasta el médico al ver la reacción de la pequeña y las cosas que contaba sobre cómo la trataba su padre".
Los Servicios Sociales de Barakaldo tienen ya los informes de la pediatra, que también ha sido testigo que "las cosas horribles" que dice la niña, según Costumero, de su tutora en el colegio y del propio hospital donde hubo que llevar a la menor con el ataque de ansiedad. De momento, la madre no ha podido tener acceso a esos informes y tampoco hay constancia de que se hayan valorado en ningún juzgado.
Reacción de Bildu
Público tiene constancia de que la condena de 18 meses de prisión, que puede aún recurrir al no tratarse de sentencia firme, para Irune Costumero ha sido recibido como un mazazo en los ministerios de Igualdad y Derechos Sociales. Sendas ministras, Irene Montero e Ione Belarra, han mostrado incluso en el propio Congreso su apoyo a esta madre que reclama justicia sin éxito alguno desde hace cinco años.
La portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha declarado a Público que la condena a esta madre es "como un eslabón más en el calvario insoportable que está padeciendo Irune Costumero". A su juicio, "si no le hubieran retirado la custodia de su hija a causa de un inexistente SAP, no estaríamos ante esta terrible situación por la que atraviesa esta madre, a la que se ha dejado sin salida para alejarse de un infierno permanente".
Se da además la circunstancia de que en dos ocasiones la relatora de Igualdad de la ONU ha dado un tirón de orejas a España por mantener a Irune Costumero alejada de su hija.
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