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La escalada de agresiones homófobas se intensifica alentada por el discurso de odio de la ultraderecha

Educación en diversidad sexual, formación especializada al sistema policial y judicial, reforma de la ley sobre delitos de odio y tolerancia cero ante estos discursos, las claves citadas por los colectivos LGTBI para combatir las agresiones y los delitos de odio.

Banderas LGTB en el madrileño barrio de Chueca. E.P./Jesús Hellín
Banderas LGTB en el madrileño barrio de Chueca. Jesús Hellín / EUROPA PRESS

Las agresiones hacia personas LGTBI no sólo han crecido en número, sino que se han vuelto más violentas e incluso organizadas, denuncian diversas organizaciones que defienden los derechos de este colectivo. La brutal agresión a un joven de 20 años este domingo en el barrio madrileño de Malasaña, a plena luz del día, protagonizada por ocho individuos encapuchados que lo siguieron hasta el portal de su casa y le marcaron con un cuchillo la palabra "maricón" en el glúteo, ha generado una gran alarma social por su brutalidad, pero no es el único caso que ha escandalizado a la sociedad en los últimos meses. 

Activistas, políticos y diversas personalidades han salido en tromba este martes a denunciar los delitos de odio y apuntan en una sola dirección. Denuncian que tras este incremento de actos violentos está el discurso de odio promulgado por Vox, pero también responsabilizan a los partidos que sacan réditos políticos de su alianza con la ultraderecha, como el Partido Popular y Ciudadanos, que están en gobiernos autonómicos sostenidos por la ultraderecha. 

Medidas como la introducción del veto parental en los colegios como forma de evitar la educación en diversidad sexual, o mensajes vertidos a lo largo de los últimos años acusando al colectivo LGTBI de tener privilegios, de ser pederastas, o sobre la necesidad de derogar las leyes que permiten el matrimonio de personas del mismo sexo o la adopción, son sólo algunos de los ejemplos que han protagonizado miembros de la formación ultraderechista. 

"Lo que preocupa es que hay en las instituciones quien está permanentemente señalando a las personas LGTBI y a nuestros derechos, y esto permea como la lluvia fina en otras capas de la sociedad que se sienten legitimadas y envalentonadas para producir estas agresiones. Esto que estamos viendo y recogiendo es el fruto de un discurso que se ha introducido en las instituciones y que se lanza desde las tribunas políticas y que desde la democracia tenemos la obligación de señalar y aislar", afirma Toño Abad, director del Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia.

"Esto está ocurriendo en España. No hace falta irse a Hungría, ni a Polonia… no hace falta irse a otros países. Esto ocurre aquí: se están vaciando de contenido o incluso se están aprobando disposiciones en contra de las personas LGTBI, como el veto parental. Y todo esto es un círculo: discurso de odio, medidas contra el colectivo y también son agresiones que ocurren en la calle", añade Abad.

Una violencia infradenunciada

Es difícil saber el número real de agresiones de odio por motivos de orientación sexual que se producen en nuestro país, porque los datos oficiales no representan lo que ocurre en la realidad. Según los últimos datos hechos públicos en julio pasado por el Ministerio del Interior, durante el primer semestre de 2021, los delitos de odio hacia este colectivo aumentaron en un 9,3% con respecto al mismo periodo de 2019 —el ejercicio anterior a la pandemia— hasta los 610 denuncias. 

También el informe anual de la Fiscalía General del Estado, presentado este lunes, desveló que durante al año pasado se produjo un incremento del número de delitos de odio a través de las tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) por el uso cada vez más intenso, especialmente a raíz de la pandemia. Según la Fiscalía, la orientación sexual es el motivo discriminatorio más frecuente, seguido del racismo y la xenofobia.

Sin embargo, como denuncian las organizaciones LGTBI, el número real de agresiones y delitos de odio está muy lejos de las cifras oficiales, porque existe una infradenuncia de casos. Según la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), en nuestro país se denuncian siete de cada 100 delitos contra este colectivo, un porcentaje incluso inferior a la media europea, que se sitúa en el 10%.

"Siempre ha existido la homofobia, pero cuando se generan discursos de odio se legitiman y aumentan las agresiones"

"Siempre ha existido la homofobia, pero cuando se generan discursos de odio se legitiman y aumentan las agresiones. En España se había arrinconado la homofobia y el odio a la diversidad y ahora aparece gente que lo reivindica, lo que legitima a algunas personas y esto tiene como consecuencia el aumento de la violencia y de las agresiones. Creemos que aquí hay responsabilidades institucionales graves, porque hay partidos que propagan este discurso y otros como el PP que blanquean a la ultraderecha, afirmando como hizo el portavoz nacional de este partido, José Luis Martinez-Almeida, que no tienen nada que ver los mensajes que lanza Vox con el odio y las agresiones", afirma Iñaki Paredero, secretario de organización de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais y Tansexales (FELGTB).

Agresiones homófobas

En los últimos meses se han registrado diversas agresiones sobre personas LGTBI. Una de las más duras fue el asesinato de Samuel Luiz en Galicia, a la salida de una discoteca, cuando fue agredido al grito de "maricón". Un amplio grupo de jóvenes lo agredió hasta acabar con su vida.

La agresión al joven madrileño ocurrida este este domingo por ocho encapuchados, ha generado una gran consternación entre el colectivo y también en la sociedad. La crueldad, la premeditación y el hecho de que ocurriera a plena luz del día en uno de los barrios más abiertos al colectivo en Madrid, ha provocado repulsa y temor entre la comunidad.

A estos casos se suman otros que han saltado a los medios de comunicación recientemente, como la agresión a un menor de 17 años en Alicante por parte de un grupo de jóvenes; la registrada en Toledo a principios de septiembre que también fue protagonizada por varios agresores o las cuatro investigaciones que se abrieron en sólo dos semanas en Valencia para clarificar diversas agresiones contra personas LGTBI.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reaccionado convocando de urgencia una reunión de la comisión contra los delitos de odio este mismo viernes.

"El nivel de brutalidad de algunas agresiones, como la que conocimos en Madrid, no la habíamos visto hasta ahora"

"El nivel de brutalidad de algunas agresiones, como la que conocimos en Madrid, no la habíamos visto hasta ahora", afirma Rubén Lopez, responsable del Observatorio de la LGTBfobia de Madrid, que sin embargo es cauto a la hora de denunciar las culpabilidades y afirma que necesitan evaluar con profundidad la situación y que están recibiendo comunicaciones de personas del colectivo con miedo. 

Para Abad hay dos hechos preocupantes que no se habían visto en los últimos años. Por un lado el nivel de envalentonamiento que presentan algunos individuos, sobre todo grupos de agresores que parecen actuar en manada, con organización y con premeditación, cosa que se producía con muy poca frecuencia; y por otro, la juventud de los agresores. "Esto tiene una relación muy directa con como esta calando el discurso de odio de la extrema derecha en la gente más joven, que es un verdadero caladero de votos y cómo han inoculado este discurso hacia las personas LGTBI.

Para la FELGTB, la relación relación entre el discurso de Vox y un incremento de los delitos parece clara. "Aunque entendemos que hay que ser prudentes, existe una tendencia clara de incremento de este tipo de violencias a partir de 2016, desde que Vox irrumpió en la escena política y puso sobre la mesa el discurso de odio que parece que hay gente que se siente legitimada a usar. Señalar a colectivos tiene consecuencias.

Más formación, cambios legales y tolerancia cero

Entre las principales soluciones que proponen los colectivos LGTBI para atajar los delitos de odio y las agresiones homófobas figuran una batería de actuaciones coordinadas. Por un lado la educación. Una asignatura pendiente que la ultraderechista Vox combate allí donde tiene ocasión de influir en los gobiernos regionales, que son los que tienen las competencias en la materia. 

Pero los colectivos resaltan también la necesidad imperiosa y urgente de formar al sistema policial y al judicial. Parte de la baja cantidad de denuncias de agresiones o delitos de odio relacionados con este colectivo está íntimamente ligada a una desconfianza de las personas LGTBI hacia estas instituciones.

"La parte institucional, como la Policía o la Judicatura, que deberían intervenir con contundencia para mandar el mensaje de que estas agresiones no se pueden permitir, no están haciendo un buen trabajo. Principalmente por falta de formación para reconocer, identificar o sensibilizase con la realidad del colectivo LGTBI y las agresiones que sufren. No conocen bien la realidad de los delitos de odio, no los saben sancionar ni se persiguen. Un caso muy claro es lo que pasó con el asesinato de Samuel Luiz en Galicia, que durante mucho tiempo la Policía, a pesar de que había varios indicadores de polarización, que son los que muestran que hay un delito de odio y que están recogidos en el protocolo, no los supo ver y afirmaba que era dudoso hubieran existido motivaciones homófobas en el crimen. Esto manda el mensajes de que no se van a perseguir, de que va a haber cierta impunidad con este tipo de delitos", afirma Paredero. 

Otro de los puntos clave a acometer, afirma el portavoz de la FELGTB, es un cambio en la legislación sobre delitos de odio en España, que "está mal diseñada". Tal y como está redactada, afirma este activista, no protege a los colectivos vulnerables, si no que, por el contrario, muchas veces se usa en su contra. "Te encuentras a colectivos anti LGTBI que denuncian a activistas por delitos de odio y éstas se admiten, o ha habido sentencias que consideran a personas de ideología neonazi como víctimas de este tipo de delitos. "Esto hay que revisarlo porque es un problema grave", concluye.

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