La Policía Nacional ha detenido este miércoles en Valladolid a un varón, que ya tenía vigente una orden de ingreso en prisión, por explotar a personas migrantes en situación irregular. Los trabajadores, que pernoctaban en el albergue municipal, trabajaban diez horas diarias de lunes a domingo sin contrato.

El presunto autor de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral y un delito contra los derechos de los trabajadores, ha sido detenido tras un operación policial que se inicio en el mes de enero. El trabajo de las personas migrantes, además, formaba parte de una trama para estafar a los clientes. 

Presuntamente, el individuo se hacía pasar por empresario de la construcción y reformas y captaba a sus clientes a través de carteles y panfletos publicitarios en los que ofrecía grandes descuentos en sus servicios. Una vez apalabraba una obra con alguien, el detenido entregaba los presupuestos manuscritos, en los que figuraban grandes cantidades de dinero a través de transferencias o en efectivo en concepto de "adelanto de obra".

Cuando los pagos ya se habían completado, el detenido llevaba a cabo la ejecución de la obra captando ciudadanos migrantes en situación irregular que pernoctaban en el albergue municipal, los cuales se hallaban en situación de necesidad, según ha señalado la Policía Nacional en un comunicado. Estos no tenían formación ni conocimientos en la construcción, pero aceptaban trabajar, bajo condiciones laborales abusivas, como consecuencia de su precariedad económica.

Los trabajadores carecían de contrato laboral y del alta en la Seguridad Social y tenían que realizar jornadas de entre diez y 13 horas diarias de lunes a domingo, sin derecho a descanso ni horas libres. Además, el varón se quedaba con el dinero adelantado por el cliente y no adquiría material alguno ni abonaba el salario a los trabajadores, por lo que las obras resultaban inacabadas. Ante las quejas de los clientes, el detenido respondía con excusas hasta lograr cortar la comunicación con ellos.

Por otro lado, el individuo trataba de evitar las posibles denuncias de sus trabajadores bajo amenazas de ser él quién les iba a denunciar a las autoridades por encontrarse en situación irregular. Según ha indicado la Policía Nacional, el detenido ha mantenido este entramado durante años. Sin embargo, inicialmente trató de constituirse como empresa individual y llegó a ser titular de diversas sociedades limitadas, lo que le llevó a acumular una deuda de más de 300.000 euros con la Seguridad Social.