En España, uno de cada cuatro jóvenes se declara abiertamente racista o xenófobo, según un estudio publicado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, de la Fundación FAD. La mayoría de ellos son hombres con posturas muy próximas a las de la ultraderecha. Dirigen su rechazo, sobre todo, hacia el colectivo gitano y hacia las personas procedentes de Marruecos y de los países de África Subsahariana. Las mujeres, en cambio, presentan un marcado carácter antirracista, mucho más respetuoso con las personas migrantes y con sus derechos. Aun así, no deja de ser preocupante que un 25% de las nuevas generaciones suscriba este tipo de discursos.

La ideología se descubre como una "variable determinante", ya que el grupo de jóvenes que presenta actitudes y "opiniones claramente racistas" está formado mayoritariamente por individuos que se simpatizan con la extrema derecha, tal y como prueba esta investigación. Además, los resultados son diferentes en función del sexo: casi todos los que han arrojado respuestas xenófobas eran hombres.

El estudio, que lleva por título Jóvenes y racismo. Estudio sobre percepciones y actitudes racistas y xenófobas entre la población joven de España, ha encuestado a 1.200 jóvenes de entre 15 y 29 años. Del total de personas preguntadas, tan solo un 26% del total dice no haberse sentido nunca discriminada. Los tres principales motivos de discriminación en nuestro país son el origen étnico (42,3%), el sexo o género (40,5%) y la orientación sexual (39%). 

Las personas gitanas, el colectivo más vulnerable

Según esta misma investigación, las personas de etnia gitana son "las que más rechazo generan" entre los adolescentes. De hecho, un 24% de los entrevistados dice "no desear" a una persona gitana como vecina. El mismo porcentaje tampoco vería bien que desempeñasen "puestos de responsabilidad en el trabajo o en la docencia" y el 30% rechaza que dirijan una alcaldía. También es el colectivo peor valorado a la hora de entablar relaciones íntimas o de amistad, lo que lo convierte en "el grupo más vulnerable" entre las generaciones de menor edad.

Las personas procedentes de Marruecos y de los países de África Subsahariana también se encuentran entre las más afectadas por los discursos de odio. Los jóvenes, mayoritariamente hombres de extrema derecha, muestran públicamente su rechazo hacia las personas que proceden de estos países, sobre todo ante la posibilidad de que ocupasen "posiciones de poder" o relevancia social.  

La encuesta también muestra que aquellos que perciben el barrio en el que viven o estudian como "muy diverso" tienden a opiniones más xenófobas. En cuanto a la violencia racista, un 32,6% de los jóvenes encuestados reconoce haber sufrido agresiones físicas y casi la mitad dice haber sido víctima de insultos o burlas en público.