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Interrupción voluntaria del embarazoUna clínica de aborto, contra la ambulancia ultracatólica: "Las mujeres no necesitamos tutela de nadie"
La ambulancia vida del grupo ultracatólico Derecho a Vivir volverá a abordar este sábado a las mujeres que se acerquen a interrumpir voluntariamente su embarazo en la Clínica Dator. 'Público' conversó con Sonia Lamas, encargada del departamento de Comunicación de dicho centro, para conocer sus impresiones sobre estas prácticas invasivas.
Nuria Coronado Sopeña
Madrid-
Como "una operación de maquillaje perfecta", así define Sonia Lamas Millán, responsable de Comunicación de la Clínica Dator, la llamada que el grupo ultracatólico Derecho a Vivir ha hecho a los medios para que este sábado acudan a ver el vehículo que utilizan para disuadir a las mujeres que se acercan a pedir información o a abortar frente a sus instalaciones. "No pienso blanquear a Vox ni a su organización ultra. Lo que pretenden hacer con esta acción es engañar a la opinión pública. Lo que ellos hacen no es proteger la vida de nadie, sino hostigar de forma continua a las mujeres que vienen a nosotras porque han tomado la decisión de no llevar adelante su embarazo", comenta a Público con voz firme. "La impunidad y la falta de consecuencias que tiene este acoso anima a los grupos a continuar con sus acciones", añade.
Y es que por más que Teresa García-Noblejas, portavoz de Derecho a Vivir, pretenda decir que va “a mostrar la verdad a la mujer y permitir que pueda saber que su hijo está vivo, que su corazón late”, para Lamas es una provocación en toda regla. "Cuando el PSOE en la comisión de Sanidad puso sobre la mesa de la Administración que una diputada regional se ha dedicado durante años a acosar y hostigar a las mujeres con una ambulancia a las puertas de la propia clínica Dator y vimos que su respuesta era un silencio tuvimos una provocación más. La Comunidad no puede permitir que a sus ciudadanas se les vilipendien sus derechos con ideologías que no tienen nada que ver con la libertad", comenta.
Buscando la agresión
Lamas explica lo que, según ella, ha hecho la Asamblea tras dicha apelación: "Se han limitado a preguntarnos si hacíamos ecografías a las mujeres o no. Estamos indignadas y pensando que quizá lo que están buscando es que como está pasando en Estados Unidos: que además del acoso y hostigamiento psicológico que hacen a las mujeres haya alguna agresión física a ellas o alguna de las personas profesionales que trabajamos en estas clínicas”.
Una situación que a Lamas le recuerda lo que sucedió en 1985 con la entrada en vigor del aborto en España. "Lo que está pasando ahora es tremendamente grave y nos retrotrae a fechas en las que abortar es sinónimo de un hostigamiento brutal que va en contra de la salud sexual y reproductiva. Los centros estamos siendo acosados de forma sistemática. Desde hace un año y medio, la estrategia se ha recrudecido". Hostigamiento que piensan seguir denunciando. "Vamos a seguir exigiendo que se lleve a cabo el cumplimiento de la ley. Lo que Vox y quienes les están apoyando están haciendo es ampararse en unos planteamientos marcados por la censura y que vulneran los derechos de las mujeres porque van en contra de la salud sexual y reproductiva. No nos vamos a amedrentar ni nos vamos a dedicar a parir. Respetamos el derecho a la maternidad de cualquier mujer, pero pedimos que las que no quieren ser madres sean respetadas igualmente. Las mujeres no necesitamos tutela de nadie para abortar. Somos responsables de nuestras elecciones".
Respeto frente a la infantalización
Lo único que según Lamas asegura que se requiere con urgencia es una cosa: "Que cuanto antes haya un gobierno progresista que ponga las líneas rojas a un acoso estatal contra la libertad de las mujeres. Lo que se está produciendo en Madrid también sucede en el resto de España (Murcia, Málaga, Córdoba…). Tras hablar con el PSOE y escucharnos sabemos que contamos con su compromiso de tener zonas seguras para llevar a cabo esta decisión personal por las razones que sean".
Preguntada sobre si tiene idea del número de abortos que la ambulancia provida ha podido evitar, Lamas apela a la discreción. "No llevamos estadísticas porque no hacemos como ellos, que acosan a las mujeres a su entrada a las clínicas. En nuestro caso nos limitamos a llamar antes de la cita para recordarla. En el caso de que decidan anularla tomamos nota y ya. Los próvida usan la excusa perversa de decir que han rescatado a una mujer, pero callan que han conseguido este hito a través del chantaje".
"Lo que Vox hace no es proteger la vida sino hostigar, de forma continua, a las mujeres que han decidido no llevar adelante su embarazo", explica Sonia Lamas
Para Lamas, lo de este grupo y Vox es puro cinismo. "Mucho hablar de maternidad y luego nada les importa lo que suceda con esa mujer y su bebé a la que dicen haber salvado. Lo que necesitamos no es caridad, sino políticas que nos saquen a las mujeres de los suelos pegajosos y los techos de cristal. Necesitamos una maternidad digna y corresponsable, tener trabajos dignos, que no se nos eche de los puestos de trabajo por quedarnos embarazadas. La beneficencia que Vox propone es la política de la caridad. Y las mujeres no necesitamos migajas ni volver a parir. Necesitamos igualdad”, añade Lamas.
Por su parte Lorena Morales Porro, quien recientemente denunció en la Asamblea de Madrid que la diputada de Vox Gádor Joya Verde lleva realizando ecografías en la denominada ambulancia vida a las puertas de la consulta de Dator, define el llamamiento a los medios como una provocación. "Ha sido denunciar el Grupo Socialista esta práctica en la Asamblea de Madrid, de la que además participa activamente una diputada de Vox, y saltar a los medios de comunicación, cuando sin ningún pudor van a mostrarla públicamente. Práctica que dudo que cuente con los permisos necesarios de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, algo que preguntaremos al Gobierno regional este mismo lunes a primera hora”, explica.
Obsesión por la natalidad
La portavoz de Igualdad socialista también apunta al lenguaje como herramienta manipuladora de Vox para enmascarar su obsesión por la natalidad. Y es que en la convocatoria que el grupo ultracatólico ha enviado a la prensa se habla de que dicho vehículo está frente a los abortorios para ayudar a las madres a salvar la vida de sus bebés. "El lenguaje construye pensamiento, y ellos lo retuercen precisamente por eso. La ley impulsada por el PSOE en 2010 sobre salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo garantizó el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, el derecho a elegir. A las mujeres no nos tienen que ayudar a salvar nada, no hace falta que nos tutele nadie porque no somos menores.
Es más, el 70% de las mujeres que interrumpen voluntariamente su embarazo en la Comunidad de Madrid indica que tiene recursos propios, o sea que el factor económico nada tiene que ver con su decisión. Así que esas ayudas que demanda la ultraderecha no son determinantes. Están tratando de envolver en una especie de "buenismo" falso sus verdaderas intenciones: acabar con el derecho al aborto. Para ello cuentan con el apoyo del PP, que está votando favorablemente estas iniciativas de Vox, como en el Ayuntamiento de Madrid, donde también contaron con la abstención de Ciudadanos. Además, parece que solo les importan hasta que nacen. Porque luego no les cuesta nada, por ejemplo, recortar los apoyos escolares a los niños con necesidades educativas especiales en nuestra Comunidad o criminalizar a los menores no acompañados, que son dignos de todo apoyo y solidaridad”, matiza la socialista.
Jugarse la vida
Morales Porro también remarca que Vox y su mano derecha y ultracatólica con esta campaña pretenden seguir con la cantinela de los chiringuitos feministas. “Aluden en la convocatoria a que las clínicas solo pretenden obtener de la mujer un pago a cambio de acabar con la vida de su hijo. Las clínicas IVE están autorizadas para que se pueda acceder al derecho a interrumpir el embarazo y que las mujeres no se jueguen la vida abortando en este país. Porque lo que no entienden PP y Vox es que las mujeres, aunque lo prohíban, van a seguir abortando. La diferencia está en si la que pueda podrá irse a Londres o arriesgará su salud haciéndolo en la clandestinidad como ocurría en tiempos oscuros que la ultraderecha tanto añora".
Los trabajadores y trabajadoras de estas clínicas deberían poder desarrollar su labor libre del hostigamiento al que les someten los grupos anti elección. Por eso, el PSOE se ha comprometido a establecer una zona de seguridad en estas clínicas. Para asegurar la intimidad de las mujeres, su integridad física y moral, así como su derecho a la libre circulación". "Vox "no conoce límites y llegará hasta donde haga falta, acompañados por el PP en esta batalla por arrebatarnos el derecho a decidir sobre nuestra maternidad", aseguran Lamas y Morales. "Les pararemos en las instituciones y en las calles, como ya hizo aquel maravilloso tren de la libertad que le costó la dimisión a un ministro. No van a pasar. No le vamos a fallar a nuestras madres, que tanto lucharon, ni a nuestras hijas, que no abortarán en la clandestinidad, como si estuvieran cometiendo un delito por querer ser libres de elegir. Ni un paso atrás”, finalizan ambas.
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