Este artículo se publicó hace 4 años.
Marea Blanca AndalucíaCientos de personas se manifiestan contra el deterioro de la sanidad en Andalucía
Sindicatos y oposición en pleno apoyan las Mareas Blancas que han salido este domingo a la calle en cuatro capitales andaluzas para protestar por el empeoramiento de la atención sanitaria pública en el último año.
Sevilla-
Cientos de personas se han manifestado este domingo en cuatro capitales andaluzas para protestar por el deterioro de la sanidad pública de esta comunidad, agravado, a su entender, tras el primer año del gobierno de coalición de PP y Ciudadanos, con el apoyo de Vox.
Las manifestaciones convocadas por las Mareas Blancas de Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla, han sido secundadas por una cincuentena de organizaciones, entre ellas los sindicatos CCOO, UGT, CGT, SATSE y USO, asociaciones de pensionistas, consumidores y derechos humanos, y la oposición del Parlamento en pleno: PSOE y Adelante Andalucía (Podemos e IU).
"En diez años se han detraído unos 9.000 millones del presupuesto andaluz destinado a la sanidad pública", denuncian
La manifestación más numerosa es la que ha recorrido el centro de Sevilla, tras una pancarta con el lema "Por una sanidad andaluza pública y universal. No a los recortes". Sosteniéndola, el portavoz de la Marea Blanca, el médico jubilado José Brieva, tenía muy clara la razón de esta movilización, a la que se han sumado plataformas de diferentes comarcas de la provincia.
"En los últimos diez años se han detraído unos 9.000 millones de euros del presupuesto andaluz destinado a la sanidad pública, pérdida a la que hay que sumar lo obsoletas que se han quedado muchas infraestructuras en las que no se ha vuelto a invertir; hemos sufrido los despidos de unos 8.000 profesionales en todo el ámbito de la salud pública, puestos que luego no se han repuesto en un número de 3.000 a 4.000, las listas de espera son cada vez mayores, hay una grave falta de pediatras y de médicos de familia, y toda estas carencias se han agudizado aún más en el último año con el nuevo Gobierno. Por eso estamos hoy aquí", ha explicado Brieva.
Las cañas sobre las que se subió el PP en la oposición para alcanzar la cima de la presidencia de la Junta de Andalucía se han vuelto ahora lanzas contra su gestión un año después de llegar al Ejecutivo en coalición con Ciudadanos y merced a los votos de Vox. Los populares toman ahora de la misma medicina que utilizaron en sus años de oposición para cargar contra el deterioro de la llamada joya de la corona, que era como se denominaba a la sanidad pública andaluza en los tiempos boyantes de gobierno socialista previos a los recortes de la crisis económica.
Todos los sindicatos, los de clase, los profesionales, los de médicos, los de enfermería y los del resto de ámbitos de la sanidad, llevan meses convocando concentraciones delante de hospitales y centros de salud de las ocho provincias andaluzas para protestar por la falta de personal, la precariedad de los contratos temporales, el cierre de servicios, la falta de camas hospitalarias y la deficiente organización del trabajo. Ese continuo chorreo de protestas ha confluido hoy en las manifestaciones convocadas por las Marchas Blancas en cuatro capitales de la comunidad.
Medidas de choque infructuosas
El nuevo Gobierno, con el PP al mando de la Consejería de Salud, empezó su andadura con medidas de choque para intentar taponar las heridas: un plan para reducir las listas de espera de las intervenciones quirúrgicas y otro para garantizar un mínimo de seis meses en la contratación de personal sanitario.
A ello añadieron el lanzamiento de una salva de polémicas denuncias contra la gestión de los anteriores ejecutivos socialistas, a los que acusaron de haber falseado las listas de espera quirúrgicas reduciendo el número de pacientes y las de las vacunas de la gripe, aumentando el número de beneficiarios. Pero la munición duró poco, apenas el primer trimestre del gobierno. Al poco tiempo las heridas volvieron a abrirse debido al creciente malestar de personal y usuarios por el empeoramiento de la situación de la sanidad pública.
Y los reproches llegaron desde todos los bandos. El Sindicato Médico Andaluz, un notable aliado de los populares en sus tiempos en la oposición, llegó a decir: "De nuestras grandes expectativas no se ha cumplido ninguna: la equiparación salarial, las guardias… Queda pendiente todo lo que esperábamos".
Y desde CSIF, primera organización sindical multiprofesional de la sanidad andaluza, advirtieron: "Nos prometieron contratos de seis meses que han acabado reduciéndose a cuatro. Compañeros con contratos de seis meses no han sido renovados y los permisos de maternidad y paternidad no se están cubriendo".
Hasta la propia Junta se enmendó a sí misma al presentar el pasado mes de septiembre el proyecto de ley de presupuestos de 2020, en el que aumentó de 62 a 85 días el tiempo medio de respuesta previsto para las intervenciones quirúrgicas y de 18 a 30 el de las pruebas diagnósticas.
El Consejero Aguirre, en el ojo del huracán
En el ojo del huracán ha estado siempre el consejero de Salud, Jesús Aguirre, el mismo que en 2012, siendo senador del PP, tras unas elecciones andaluzas y generales, dijo que la universalidad de la sanidad pública era "una utopía". "Es muy bonito hablar de que queremos más, pero si no hay, no hay. Lo que hay que ver es qué cesto hacemos con el mimbre que tenemos. Ser
Hasta su grupo en el Senado, hasta la entonces secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, tuvieron que salir a corregirlo. Y luego fue él quien se tuvo que matizar a sí mismo: "Es una utopía a la que debemos aspirar", dijo que es lo que quería haber dicho. Pero quien ha cesado tras este primer año turbulento al mando de la sanidad no ha sido el consejero, quien también ha tenido que afrontar, con grandes críticas, la grave crisis alimentaria provocada por el brote de listeriosis de la carne mechada, sino el gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Miguel Moreno, que fue cesado el pasado mes de noviembre tras una intensa oleada de manifestaciones contra el estado de los hospitales y centros de salud de toda la comunidad.
El secretario de UGT de Sevilla, Juan Bautista Ginés, presente en la manifestación que ha recorrido hoy el centro de la capital andaluza, cree que el nuevo Gobierno de la Junta ya no puede andar con más excusas: "Es muy fácil decir cómo han dejado los otros las cosas, pero cuando tú estás en un gobierno tienes que poner los medios para que los servicios mejoren y arreglar los problemas. Y ya estamos cansados de la precariedad cada vez mayor que sufre la ciudadanía, sobre todo la que no tiene dinero para pagarse un seguro en la sanidad privada".
Por su parte, el secretario provincial de CCOO, Alfonso Vidán, mostró el apoyo de su sindicato a la protesta como "alianza con la sociedad civil organizada que lucha por la defensa de un sistema público de salud cada vez más deteriorado" a causa de una política de recortes que, a su juicio, sólo busca una desafección de la ciudadanía hacia la sanidad financiada con los presupuestos de la Junta. Esa desafección es la que, según el portavoz de la Marea Blanca, está propiciando un creciente gasto en externalizaciones y conciertos de servicios sanitarios en Andalucía con empresas privadas o que se haya suprimido las subastas de medicamentos para acabar aumentado en 200 millones los ingresos de las grandes farmacéuticas.
Para el Sindicato de Enfermería SATSE, la gota que ha colmado el vaso ha sido la nefasta planificación de los recursos que se está haciendo en las últimas semanas para afrontar el aumento de la demanda de asistencia por la gripe y el cierre de los centros de salud por las tardes durante las pasadas Navidades.
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