Este artículo se publicó hace 3 años.
De Britney a Marisol: cuando los hombres quieren controlar el éxito de las mujeres
Britney Spears encabeza una larga lista de mujeres famosas que han sufrido en soledad la dominación física, económica o sentimental de hombres en la sombra.
Sara Barroso Matrán
Madrid-Actualizado a
Este miércoles Britney Spears daba un golpe sobre la mesa contra años de abusos perpetrados por su padre, su tutor legal desde hace 13 años. La cantante le ha suplicado al juez que interrumpa el control que este ejerce sobre los aspectos económicos y más íntimos de su vida. "Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta", ha denunciado.
La artista encabeza una larga lista de mujeres famosas que han sufrido en soledad la dominación física, económica o sentimental de hombres en la sombra. Judy Garland, Rita Hayworth, Marisol, Sara Montiel o Beyoncé son algunas de las artistas que vivieron esta modalidad de machismo.
Sara Montiel
"Una vez un productor intentó forzarme en mi camerino, y le pegué tal bofetón que se cayó al suelo; me amenazó, no volverás a trabajar", confesó la artista, que triunfó en la pantalla dentro y fuera de España con unos rasgos y un carácter inconfundibles.
En 2017 la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid condenó a dos años de cárcel a Francisco Fernández Peñalver, antiguo administrador de bienes de la artista Sara Montiel, como autor de un delito continuado de estafa. Según detallaba El País, el administrador estuvo obligado a indemnizar de a los herederos de la actriz con 344.000 euros, la cifra sustraída a la actriz.
Judy Garland
La cara de Judy Garland quedará para siempre impresa en la historia del cine por protagonizar la megaproducción de la Metro Goldwyn Meyer, El Mago de Oz, con tan solo 17 años. Era la niña prodigio de Hollywood. Los directivos de la Metro le impusieron una dieta desde los 13 años a base de lechuga, sopa y 80 cigarros de tabaco diarios. En los rodajes le daban anfetaminas para trabajar y somníferos para dormir.
Se volvió adicta a los somníferos y al alcohol. Con 25 años se intentó suicidar y la misma Metro Goldwyn Meyer que la había enganchado a esas sustancias la echó a la calle. Murió de sobredosis a los 47 años, sola y arruinada.
Rita Hayworth
Fue el mito erótico de los 40 a raíz de su aparición estelar en Gilda. Su cara aparecía dibujada en las bombas del ejército americano. Su vida, a pesar de los flashes, o a causa de ellos, fue un infierno que comenzó con los abusos de su padre, un bailarín sevillano llamado Eduardo Cansino. Este se la llevó de gira a los 12 años. La presentaba como su esposa y la obligaba a tener relaciones sexuales con él.
Se casó cinco veces (una de ellas con el director Orson Welles) y en ningún matrimonio encontró la felicidad, consumida como estuvo por la ansiedad, el alcohol, y continuas depresiones.
Beyoncé
Cuando la artista empezó a despuntar, su padre, Mathew Knowles, que había abandonado a la familia cuando Beyoncé era una niña, volvió para hacerse cargo de la carrera musical de la que se iba a convertir en su diamante en bruto. Era conocido como un hombre rudo y duro dentro de la industria.En 1995 firmaron un contrato para Destiny's Child de siete discos con Columbia por una suma millonaria.
A medida que la artista empezó a cosechar éxitos mundiales, las sospechas sobre las actuaciones de su padre empezaron a crecer y en 2011 fue despedido por Beyoncé, tras haber encargado una auditoria a sus cuentas.
Marisol
La niña prodigio del tardofranquismo español es la viva imagen de la hipocresía de una sociedad que se vendía como puritana y católica, pero que en el fondo era profundamente misógina y estaba pervertida.
Marisol inició su carrera televisiva siendo el negocio más rentable de Manuel Goyanes, el hombre que la trajo de Málaga a Madrid. Según detalló Vainity Fair, llegó con sus padres a un acuerdo económico para alojarla en su propia casa; le cambió el nombre, le tiño el pelo de rubio y le operó la nariz: "Yo estaba como secuestrada. Cuando ya siendo mayor quería conocer chicos me lo prohibían. Y si de los que conocía me gustaba alguno, me lo aislaban inmediatamente. Yo era intocable, ¿entiendes?, era su negocio", narró entonces la artista.
Ella misma reconoció con amargura que "a los ocho años no era la niña angelical que todo el mundo creía… ya estaba más sacudida que una estera". Y también dijo: "mi vida hasta que conocí a Antonio Gades fue una película de terror". Por todo ello, la actriz lleva 30 años alejada del foco mediático, vive una vida anónima en Málaga y ha recuperado su nombre: Pepa Flores.
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