Decenas de personas marcharon la noche del sábado por el centro de Madrid en una protesta convocada por organizaciones falangistas en la que se cantó el Cara al sol y se homenajeó al fundador de la organización ultraderechista, José Antonio Primo de Rivera.

La Falange y Falange Española de las Jons habían organizado esta manifestación en favor de la derogación de la Ley de Memoria Democrática en la confluencia de las calles Génova con Marqués de la Ensenada, frente a la casa natal de José Antonio Primo de Rivera.

La protesta partió de la Plaza de Colón y avanzó por la calle Génova con el objetivo inicial de llegar hasta Moncloa, aunque finalmente no culminó su recorrido tras la protesta de la mañana que cortó la autovía A-6 en las cercanías del palacio de la Moncloa. Durante la noche también se produjo la decimosexta jornada consecutiva de protestas frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz, en la que hubo seis detenidos y en las que también participan militantes falangistas.

Durante la marcha, escoltada por las Unidades de Intervención Policial (UIP), se coreó el himno falangista, oficial durante la dictadura franquista, y se lanzaron proclamas contra la ley de amnistía presentada por el PSOE tras los acuerdos con los partidos independentistas catalanes que han posibilitado la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

“Pedro Sánchez, a prisión” o “no nos engañan, Cataluña es España” fueron algunas de las consignas lanzadas por los manifestantes, a los que previamente se había advertido de normas básicas para evitar que pudiera sancionarse a las organizaciones convocantes en virtud de la Ley de Memoria Democrática. Por eso, durante este acto no se corearon vivas a Franco ni se mostraron otras banderas que no fueran las de las organizaciones falangistas.

Manifestación autorizada

La Delegación del Gobierno en Madrid había autorizado previamente esta convocatoria, habitual durante las fechas del aniversario de la muerte de Franco y del fusilamiento de Primo de Rivera. Según explicaron los propios convocantes, el motivo de la marcha era protestar contra la Ley de Memoria Democrática, una norma “revanchista” según las organizaciones falangistas. Aunque se reconvirtió en una manifestación contra la amnistía a los encausados en el procés catalán.

Los concentrados portaron banderas de la Falange y encendieron bengalas mientras cantaban el Cara al sol y realizaban el saludo fascista con el brazo en alto. “Los falangistas no tenemos ningún pudor en afirmar que la Constitución destruye la nación”, aseguró durante su discurso Manuel Andrino, jefe nacional de Falange Española, condenado por el asalto violento a la librería Blanquerna en 2013, biblioteca de la Generalitat de Catalunya en Barcelona.

Los convocantes habían comunicado a la Delegación del Gobierno que se encargarían de tomar las medidas necesarias para cumplir lo dispuesto en el artículo 61 y 62 de la Ley de Memoria Democrática, que señala que serán responsables como autores las personas físicas o jurídicas que dolosa o negligentemente realicen las acciones u omisiones constitutivas de infracción conforme al articulado anteriormente citado.

La Delegación del Gobierno en Madrid ha autorizado las manifestaciones y actos de organizaciones franquistas y falangistas, así como de otras antifascistas y memorialistas para este fin de semana en la región con motivo del 20-N.

El departamento que dirige Mercedes González había recordado a los primeros que cualquier acción ilegal se pondría en conocimiento de la Fiscalía. Fuentes de Delegación de Gobierno precisan que no hay lugar para prohibir ninguna manifestación en base al derecho de reunión y manifestación amparado por el Título I de Derechos Fundamentales de la Constitución España, una decisión apoyada por un informe de la Abogacía.

Durante los actos conmemorativos del 20-N convocados el año pasado, la Secretaría de Estado de Memoria Democrática ya abrió un expediente sancionador por infracción muy grave contra Falange por exaltación de figuras y dirigentes del bando franquista durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco.

La ley sanciona cualquier muestra de “descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, y supongan exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”.