Desde el pasado fin de semana, Catalunya está sufriendo el pico máximo de una ola de intenso frío. Frente a este frío auténticamente invernal, con un notable descenso de los termómetros, la red de refugios climáticos de la ciudad de Barcelona ofrece 134 espacios para hacer frente a la fuerte caída de las temperaturas. Se trata de equipamientos municipales y distintos espacios públicos como museos, bibliotecas o complejos deportivos, que proveerán a los vecinos y vecinas de la capital catalana de confort térmico si tienen problemas para disponer del mismo en su domicilio o en casos de sinhogarismo.

La exposición a temperaturas frías está relacionada con un aumento de mortalidad en grupos como la gente mayor o las personas en situación de sinhogarismo. Por eso, este invierno, la red de refugios pondrá al servicio de la ciudadanía un total de 134 espacios que podrán ser utilizados, especialmente por personas en situación de vulnerabilidad, para refugiarse ante el descenso de las temperaturas.

De estos 134 refugios, 64 son equipamientos de proximidad y 39 bibliotecas; otros 20 se trata de complejos deportivos y 8 son museos. Finalmente, dentro de la red de refugios climáticos de la ciudad hay también 2 equipamientos ambientales a los que hay que sumar el CUESB, el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona, situado en la calle Llacuna.

Mejorar el confort frente a temperaturas extremas

La red de refugios climáticos es una iniciativa con un claro objetivo: que los vecinos y vecinas puedan protegerse de temperaturas extremas y durante todo el año. Es decir, se trata de ofrecer confort tanto para afrontar las olas de calor del verano como las jornadas de frío intenso del invierno que es el caso de las que está sufriendo la ciudad estos días.

De hecho, hace tres años que Barcelona habilita a estos refugios en invierno como complemento de la implantación de esta iniciativa durante los meses de verano. Ahora el reto es mejorar la calidad de servicios que ofrecen y sobre todo ampliar el número de equipamientos que forman parte de esta red. Con estas medidas se podrá garantizar una mejor cobertura para que, en un futuro próximo, el 100% de la población disponga de un espacio de estas características a menos de 5 minutos de su domicilio.

Así es un refugio climático

Todos estos equipos están adaptados para proporcionar confort térmico mientras mantienen otras funcionalidades. Pueden ser tanto exteriores como interiores. Estos últimos están abiertos durante todo el año para poder paliar los efectos del calor y el frío. Los refugios exteriores únicamente se activan en verano.

La red de refugios, además, debe garantizar una buena accesibilidad y proporcionar confortables áreas de descanso. Los equipamientos están identificados en la entrada y son espacios seguros pensados para toda la ciudadanía, especialmente para personas vulnerables a las temperaturas extremas como bebés, vecinos y vecinas mayores de 75 años, enfermos crónicos o personas con menos recursos.

Aquí se puede consultar la localización y los horarios de todos estos espacios seguros.