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La B coge fuerza en el colectivo LGTBI+: cada vez más jóvenes se declaran bisexuales (sobre todo entre las mujeres)

Los miembros del colectivo LGTBI+ se posicionan mucho más a la izquierda que la población heterosexual. De hecho, esa mayor presencia de mujeres jóvenes bisexuales es la que estaría llevando a las chicas a posiciones más de izquierdas que nunca.

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Dos participantes se besan durante una marcha anual de la celebración del Orgullo en Budapest. / REUTERS.

En España el 3,36% de la población se define como bisexual. Así lo hacían al menos la última vez que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preguntó por la orientación sexual, en marzo del año pasado. Pero no sucede igual en todos los grupos de población. En la generación Z el porcentaje es mucho más alto, especialmente entre las mujeres más jóvenes, grupo en el que las bisexuales son el 22,37%. La B del colectivo LGTBI+ es cada vez más numerosa entre la gente de menor edad.

Entre las personas de 18 a 34 años hay más bisexuales que homosexuales

De hecho, en la franja de 18 a 34 años las personas bisexuales ya son más que las homosexuales. También entre los hombres, aunque el aumento es mayor entre las mujeres. Los jóvenes no heterosexuales, además, acostumbran a posicionarse más a la izquierda que el resto de personas de su misma edad, según muestran los datos del CIS y distintas investigaciones. Algo que choca con lo que está pasando con el conjunto de hombres jóvenes, que son cada vez más de derechas.

Paula, una mujer bisexual de 29 años, explica a Público que siempre tuvo clara su orientación, pero que, al no tener referentes en su ciudad, tardó en contarlo. A pesar de tener una familia progresista, tuvo que relacionarse fuera de su territorio y conocer a más gente LGTBI+ para verbalizarlo de manera más directa. "Mi orientación también era una actitud contestataria en ese entorno tradicional. Manifestarla estaba ligada a defender las causas que consideraba justas. Ambas cosas formaron mi personalidad en ese entorno", explica.

Lo cierto es que las personas con una orientación sexual no hetero tienden a situarse en posiciones más progresistas. Según la misma encuesta del CIS, las personas del colectivo LGTBI+ en las anteriores elecciones generales habían votado en un mayor porcentaje a PSOE, Unidas Podemos y Más País-Compromís. En cambio, el porcentaje de voto a los partidos de derechas —PP, Vox y Ciudadanos— desciende, respecto al apoyo que recibieron entre los heterosexuales.

Alberto López, investigador en la Universidad Libre de Ámsterdam y doctor en Ciencia Política, explica que la tendencia de la población LGTBI+ a identificarse con la izquierda se podría explicar por dos teorías. "Una tiene que ver con la tesis de la 'aculturación' por la que las personas LGBTI+ desde bien temprano empiezan a desligarse de la ideología de sus padres, ya que empiezan a relacionarse con otras personas y contenido sobre el colectivo que poco a poco les va dirigiendo hacia valores e ideas progresistas", explica el experto. Una teoría que defiende detalladamente el investigador Stuart Turnbull-Dugarte.

La otra hipótesis tiene que ver con cómo las familias o contextos de izquierdas hacen más fácil a las personas "salir del armario y decir lo que sienten" y, por ende, explotar la sexualidad que más les encaja y definirse en ella.

De hecho, Alberto López asegura en declaraciones a Público que la brecha ideológica entre heterosexuales y personas LGBTI+ es mayor que la brecha entre mujeres y hombres heteros. Las mujeres LGBTI+, y especialmente las bisexuales, son las que más se inclinan hacia la izquierda, y esto a menudo se pasa por alto al analizar la brecha de género, según detalla. Además, los hombres del colectivo también acostumbran a posicionarse ideológicamente más a la izquierda que los hombres heterosexuales.

"Las mujeres están más revisadas. Tenemos el feminismo más intrínseco, especialmente en las generaciones más jóvenes, lo que nos hace estar más concienciadas. Esto abre la vía a una expresión de la sexualidad con más libertad. En algunos chicos, en cambio, los roles de grupo y los valores tradicionales se mantienen sin revisión. Pueden hablar más de sentimientos, pero en cuanto a lo LGTBI+, seguimos siendo las chicas y los gays los aliados", describe Paula.

Las mujeres del colectivo LGTBI+ son el grupo que se posiciona más a la izquierda a nivel ideológico

En esa encuesta del CIS también se pedía a los ciudadanos que se definieran en una escala ideológica que iba del 1 —lo más a la izquierda posible— al 10 —lo más a la derecha posible—. En ese eje las personas heterosexuales se posicionaron de media en el 4,91. De hecho, el promedio es ese tanto entre hombres como entre mujeres heterosexuales. En el caso del colectivo LGTBI+, la situación es distinta. Ellos se posicionaron de media en el 4,33, algo más de medio punto más a la izquierda que los heteros. Pero ellas se ubicaron en el 3,38, más de un punto y medio hacia la izquierda que la media de las personas heterosexuales.

Un 7,49% de los heteros se definían como de extrema derecha por solo un 2,65% de los LGTBI+

Tal y como explicaba López, la brecha ideológica se da mucho más entre el colectivo LGTBI+ y los heteros, que entre hombres y mujeres heterosexuales. Quienes se definieron con otra orientación sexual —tanto hombres como mujeres— se posicionaron de media en el 3,81 de esa escala, más de un punto de diferencia hacia la izquierda respecto a los heteros. Además, el 7,49% de los heteros se posicionaban en los valores 9 o 10 de la escala —los tradicionalmente asociados a la extrema derecha—. En el caso del colectivo LGTBI+ solo el 2,65% escogía esas posiciones.

De hecho, el porcentaje de personas en los valores de izquierdas de la escala —del 1 al 4— es superior en todos ellos en el caso de los no heteros. En cambio, en el centro y en todos los valores de derechas, el porcentaje de heterosexuales que se posicionan en ellos es más alto que el de las personas del colectivo LGTBI+.

La visi(bi)lización de los jóvenes

El porcentaje de orientaciones sexuales disidentes es mucho mayor entre los jóvenes que en el resto de grupos de edad. Especialmente en el caso de las mujeres. De hecho, ese 22,37% de mujeres entre 18 y 24 años que se definen como bisexuales es el porcentaje más alto de una orientación que no sea heterosexual en cualquier grupo de edad. Hasta los 34 años hay más bisexuales que homosexuales tanto entre hombres como entre mujeres. Por encima de esa edad es al revés.

Debido a ese aumento de la población bi entre los jóvenes, las personas bisexuales superan ya a las homosexuales en el conjunto de la población. Mientras que el primer grupo supondría un 3,36%, el segundo sería solo un 1,97%. Sumando ambos datos y los asexuales y quienes se definen como de "otras orientaciones", el colectivo LGTBI+ representaría a un 6,52% de la población.

Marian, de 28 años, se dio cuenta de que era bisexual a los 24. Ya había tenido experiencias con otras mujeres pero las encajaba dentro de una sexualidad fluida sin etiqueta. Poco después entendió que la bisexualidad era la suya y se lo contó a su familia y amigos. Para ella, que es de esos años limbo entre los millenials y la generación Z (gen Z), tanto en su grupo de amigas como en el de su hermana (un poco menor), "las mujeres están más deconstruidas y tienen muchos menos prejuicios" con respecto a la orientación.

De hecho, esa mayor presencia de mujeres jóvenes bisexuales es la que estaría llevando a las chicas a posicionarse más a la izquierda que nunca. Los hombres, en cambio, —y no solo los más jóvenes— se encuentran ahora en las posiciones más de derechas que han tenido desde que el CIS empezó a preguntar por el posicionamiento en el eje ideológico en 1984.

La polarización sobre el colectivo en la generación Z

Esa derechización de los hombres, eso sí, se está dando especialmente entre los más jóvenes (y heterosexuales). Marian nota que los hombres jóvenes de la generación Z, nacidos a principios de los 2000, asumen roles más masculinizados. "Aunque la mayoría de los hombres que conozco son LGTBI+, a los amigos de mi hermana, que son heterosexuales, y de pura generación Z, los veo muy masculinizados. Mientras hombres más mayores pierden la idea de la masculinidad tóxica, los más jóvenes se masculinizan", cuenta.

"Antes prevalecían temas económicos, hoy los jóvenes están más polarizados por cuestiones de género y sexualidad"

Lo que es claro para expertas y expertos es que la polarización de los jóvenes en estos temas es indiscutible. "Cada generación estructura sus batallas políticas en torno a ciertos temas. Mientras que en el pasado prevalecían cuestiones económicas y distributivas, hoy los jóvenes están más polarizados por cuestiones de género y sexualidad, construyendo su identidad en torno a estos factores, incluso aquellos contrarios a las identidades sexuales modernas", recalca López.

El experto explica que está trabajando en un estudio que explora la posibilidad de que los hombres jóvenes estén muy polarizados internamente. "Esto señalaría la posibilidad de que hubiera un grupo de hombres heterosexuales jóvenes siendo muy de izquierdas y otro grupo siendo muy de derechas. Las medias desdibujan estas diferencias internas y también quitan la lupa del hecho que la gran mayoría personas conservadoras superan los 40 años, tanto en el caso de los hombres como el de las mujeres", detalla.

La invisi(bi)lización histórica que reproducen los medios

En cualquier caso, los jóvenes son el grupo de la población que más libre se ha sentido para definir su orientación sexual. Esto ha ido de la mano del aumento de la comunidad bisexual, que históricamente se ha enfrentado a una invisibilización histórica que se asume en los medios de comunicación y a nivel social. Esa mirada se cruza con los estereotipos de género que continúan operando al informar sobre las mujeres y sobre el colectivo LGTBI+. De aquellos barros, estos lodos. Por eso, el enfoque generalizado en los medios al tratar temas como el feminismo, el colectivo LGTBI+ o los posicionamientos de la juventud alude más a la derechización que se ha dado en los hombres que al hecho de que las mujeres jóvenes están más escoradas a la izquierda que nunca.

Para López, esto es una clara disposición hacia la lógica que identifica a los hombres como verdugos y las mujeres como víctimas. "Los medios reciclan una perspectiva tradicional de género que presenta a los hombres como responsables de los problemas y a las mujeres como víctimas sin agencia. Una visión más edificante complejiza esta narrativa: tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas de sus circunstancias y pueden ser de izquierdas o derechas, y ambos tienen la capacidad de producir cambios positivos en la sociedad", asegura el experto, cuya investigación intenta trasladar un examen más interseccional sobre la cuestión.

A esto se suma el machismo imperante, en donde "los temas de las mujeres se tratan menos", opina Paula. Ella cree, de hecho, que el fenómeno de salida del armario generalizado entre sus amigas bis tiene que ver también con el apogeo del feminismo. "Hay una falta de interés en mostrar ciertos análisis asociados al feminismoa", enfatiza.

Marian directamente habla de "invisibilización generalizada" que traspasa la ideología y al propio colectivo LGTBI+. "Simplemente nos asumen como personas heterosexuales", critica con desazón. La manera en la que se las asocia a la heterosexualidad, sobre todo cuando salen con hombres, borra su realidad específica.

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