Este lunes la mitad de la población española entra en la llamada fase 1 de la desescalada. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Extremadura y Murcia, así como a Canarias y Baleares, donde se suman todas las islas a las que ya estaban en fase 1 en ambos archipiélagos, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están un poco más cerca de lo que el presidente del Gobierno denominó en su día "nueva normalidad"

Sin embargo, otros territorios tendrán que esperar: la Comunidad de Madrid al completo y Catalunya y Castilla y León, con pequeñas excepciones en sus territorios, seguirán en la fase 0 o de preparación, en la que también permanecerán de momento las provincias castellanomanchegas de Toledo, Ciudad Real y Albacete, las andaluzas de Málaga y Granada y 14 de los 24 departamentos sanitarios de la Comunitat Valenciana.

Esta doble velocidad a la hora de avanzar hacia la fase 1 ha causado descontento en los territorios aún estancados en lo más duro del confinamiento. Algunos hablan ya de "desescalada a la carta". Dos dirigentes autonómicos han sido los más críticos con la decisión del Gobierno: el presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, el de Andalucía, Juanma Moreno.

Puig lamenta que la Comunitat Valenciana no pase en su conjunto a la fase 1 por, según su opinión, un cambio de la reglas de juego "a mitad de partido", y ha instado a Sanidad a que revierta esa decisión lo antes posible. Más beligerante se muestra el presidente andaluz, Juanma Moreno, muy enfadado porque las provincias de Granada y Málaga hayan quedado fuera. Moreno ha afirmado este lunes que los criterios objetivos sobre el pase a la fase 1 han sido "superados por la subjetividad" del Gobierno y acusa al Ejecutivo de agravios comparativos con otras comunidades autónomas, donde Sanidad sí ha permitido avanzar por distritos sanitarios, algo que  quería la Junta andaluza para Málaga y Granada.

Desde el ministerio de Sanidad responden que la decisión se ha tomado en función de los criterios técnicos y sanitarios establecidos y publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado sábado. El propio Fernando Simón ha sido claro: "Nadie ha suspendido. Hay que tener mucho cuidado con las expresiones que utilizamos. Todas las comunidades han hecho un trabajo excepcional. Cada comunidad ha tenido una epidemia diferente, con volumen de casos diferentes. Me gustaría que no se planteara esto como una carrera, la cuestión es acabar con la epidemia. Estamos todos en el mismo barco".

¿Cuáles son los criterios para pasar de fase? ¿Por qué avanzan unos territorios de fase y otros se quedan estancados? De entrada, parece claro es que hay diferentes razones y explicaciones incluso para aquellos que no han pasado a la fase 1.

Según ha explicado  el ministerio de Sanidad, son tres los criterios a tener en cuenta en torno a los cuales se agrupan hasta 16 variables diferentes. Estos tres criterios sirven para determinar el nivel la transmisión de la epidemia en cada territorio, para valorar la gravedad de la pandemia y, por último, para medir la capacidad de detección y respuesta del sistema sanitario de cada comunidad autónoma. 

Entre las variables a tener en cuenta, hay dos a las que Sanidad otorga una importancia especial: una respuesta adecuada del sistema sanitario en caso de un posible rebrote y la tasa de contagio o lo que se llama la capacidad de transmisión. En el primer caso, Sanidad exige a los territorios disponer de entre 1,5 y 2 camas de UCI por cada 10.000 habitantes, y entre 37 y 40 para agudos por cada 10.000 habitantes, o bien poder habilitarlas en un plazo de cinco días; en el segundo caso, la tasa de contagio por cada 100.000 habitantes es un indicador a tener muy encuenta. Hay más variables, hasta un total de 16, pero las dos más más son los mencionados.

En el caso de la Comunidad de Madrid, el ministro Salvador Illa fue claro el domingo: el Gobierno se inclina por "esperar a que el sistema de detección de la Atención Primaria esté más afianzado para el cambio de fase". Illa puntualizó posteriormente en rueda de prensa que la Comunidad de Madrid "no ha cumplido con los criterios" para valorar la transmisión de la enfermedad, es decir, que ha realizado pocos test de detección del coronavirus y además debe reforzar la Atención Primaria para mejorar este criterio. Según Illa, "aunque Madrid tiene una capacidad asistencial alta", suspende en el capítulo de llevar a cabo una detección precoz.

En el caso de la Comunitat Valenciana, la decisión de que determinadas áreas sanitarias permanezcan en la fase 0 con un número insuficiente de test PCR. Al parecer en la Comunitat Valenciana sólo se realizó PCR a un 23% de los sospechosos. El indicador de los test no estaba incluido en un principio en las condiciones marcadas por Sanidad para cambiar de fase, pero sí se incluyeron el sábado, de ahí que Puig se queje del cambio de reglas "a mitad de partido".

En el caso de Granada y Málaga, las dos provincias andaluzas más afectadas por el coronavirus tanto en contagios como en número de víctimas mortales, la razón principal para mantenerlas en fase 0 ha sido la tasa de incidencia de prueba PCR positivas, es decir, el número de contagios por cada 100.000 habitantes.

La oposición de PP y Vox acusa al Gobierno de hacer una desescalada a la carta y el Gobierno se aferra a los criterios aprobados el pasado sábado, aunque es cierto que algunos fueron concretados a última hora. Mientras tanto, el Gobierno mantiene su criterio y apela a la prudencia pero en cualquier caso, Simón ha optado por mostrarse conciliador: ha asegurado que todos los territorios que aún no están en la fase 0 están muy cerca de lograrlo.

En ese sentido, lo que sí demandan las comunidades autónomas es que la incorporación a las sucesivas fases de desecalada sean flexibles y tengan un horizonte temporal semanal, en lugar de esperar a los quince días que marcan los plantes del Gobierno, ya que las sucesivas mejorías de zonas de salud pueden permitir que varios municipios puedan superar la fase 0 en pocos días.