Este artículo se publicó hace 3 años.

Cómo el afán de los países ricos por acaparar vacunas arruinó el esfuerzo y la inversión pública por lograr la equidad

Un trabajador de salud prepara dosis de la vacuna de Astrazeneca contra la covid-19, en la cuadra de Portela, una de las comparsas de carnaval más tradicionales de Río de Janeiro (Brasil). Archivo. André Coelho / EFE

Beatriz Asuar Gallego

Madrid-

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¿Por qué no sirvieron estos esfuerzos?

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