La Acampada por Palestina de Madrid ha anunciado este viernes su levantamiento de la explanada de la Universidad Complutense, aunque advierte que "esto no marca el final", ya que la lucha continuará "a través de comités en cada una de las universidades".

Después de un mes de acampada que comenzó el 7 de mayo, los portavoces han expresado: "Hemos llegado a la conclusión de que es necesario evolucionar hacia un nuevo enfoque. La acampada nos ha permitido captar la atención de la población madrileña y de todo el país, y a través de ella, también poner en foco la lucha del pueblo palestino".

Con el objetivo de continuar esta misión, "debemos avanzar hacia la formación de comités universitarios por Palestina que puedan llevar la lucha a todas las facultades madrileñas". "Queremos dejar claro: esto no marca el final. La movilización en las universidades por el pueblo palestino apenas está comenzando", han añadido. Después de anunciar la decisión, han plantado un olivo junto al monumento a las Brigadas Rojas.

Víctor Rocafort, profesor en la Universidad Complutense de Madrid, aseguró a Público que las movilizaciones estudiantiles en España y el resto del mundo han influido en la posición internacional frente al genocidio. "El gobierno norteamericano se ha visto forzado a pedir más contención a Israel y España ha reaccionado dando el paso, insuficiente, pero de cierto simbolismo, de reconocer el Estado palestino", dijo.

Bloqueo de la Avenida Complutense

La decisión del alumnado propalestino se produce en un contexto de tensión, ya que este jueves decenas de estudiantes fueron desalojados e identificados por la Policía Nacional después de bloquear los dos carriles de la Avenida Complutense durante aproximadamente dos horas, coreando consignas como "Viva Palestina libre".

Después de que concluyera el ultimátum dado a los rectores madrileños para romper relaciones con Israel, las asociaciones de la Acampada llevaron a cabo una nueva acción que consistió en trasladar varias tiendas de la explanada a la avenida, pasadas las 13.30 horas. Además, desplegaron pancartas denunciando la complicidad de las universidades con el genocidio en Gaza.

Según la Policía, las 92 personas identificadas serán propuestas para sanción por "concentración no comunicada y desobediencia". Antes del desalojo, una portavoz leyó, megáfono en mano, un manifiesto en el que aseguraba que la acción de desobediencia civil no violenta tenía por objetivo "que las universidades públicas madrileñas (Complutense, Politécnica, Autónoma, Alcalá, Carlos III y URJC) rompan sus convenios con el estado de Israel y denuncien el genocidio que está perpetrando en Palestina".