Más de 60 ciudades han salido a las calles este viernes para manifestarse por los derechos humanos y el derecho a la vida y para protestar por la masacre de Melilla. Convocadas a partir de las 19.30 horas, cientos de personas han alzado la voz  para denunciar la actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes durante el intento de salto a la valla de cientos de migrantes, que se saldó con 37 muertos. Manifestantes, organizaciones y colectivos en defensa de los derechos de los migrantes han protagonizado el mismo grito: "Las vidas negras importan".

"Pedimos que se haga una investigación puntual e independiente de los hechos sucedidos y exigimos responsabilidades, que se reconozca que lo que ha pasado en Melilla no es un caso aislado, que responde a un sistema racista en el que se benefician los países del norte", señala Ximena Zambrano, portavoz de la plataforma Regularización Ya, presente en la protesta organizada en Madrid.

La plaza madrileña de Callao se ha inundado de decenas de personas al grito de "no son muertes, son asesinatos" y "ningún ser humano es ilegal". En la manifestación se han podido ver carteles que indicaban "las fronteras matan", "todas las vidas valen lo mismo" o "todos somos inmigrantes".

"Somos migrantes, valientes, que trabajan, que cotizan, basta ya de racismo", remarcaba un manifestante. La marcha ha denunciado la militarización de los pasos fronterizos, "el racismo institucional" y ha apuntado a los responsables: Marruecos, España y la Unión Europea.

"El racismo mata"

"Nuestra reivindicación es recordar a la población española como a toda la comunidad europea que el racismo mata, y mata incontablemente de veces", declara Mamadou, uno de los participantes en la manifestación. Para él, la verdadera razón es "que no se nos considera ciudadanos de pleno derecho".  "El Gobierno no va a recapacitar, no esperamos absolutamente nada por parte de Estado", asegura en declaraciones a este diario.

"La mano ejecutora ha sido Marruecos, pero el cerebro ha sido España", indica. El joven explica que "ahora sabemos a qué precio ha cedido [España] el Sáhara occidental, y ha sido al precio de las propias vidas negras, esto va a volver a pasar".

Los convocantes de la manifestación han exigido "una investigación independiente que esclarezca las muertes ocurridas, así como la reparación de las víctimas, identificación, repatriación e información a las familias". Por ello, los portavoces han recordado el respeto a los derechos humanos y la "libertad, paz y justicia para las vidas negras".

Emergencia humanitaria

También este viernes, diferentes colectivos sociales y un centenar de migrantes de origen subsahariano se han concentrado en las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en Melilla. Lo han hecho para "recordar a los fallecidos en los sucesos del 24 de junio en la valla".

"El origen de la mayoría de personas que intentaron saltar la valla que separa a España de Marruecos, a Europa de África, es sudanés", han expuesto en un comunicado. "Sudán es un país cuya población se dedica a la agricultura en un 80%, se encuentra geográficamente en una zona afectada por el cambio climático, las sequías y malas cosechas", han señalado.

La organización Solidary Wheels ha recogido el testimonio de uno de los supervivientes de la masacre de Melilla: "Necesitamos tu ayuda para hablar con los de Marruecos para que liberen a nuestros amigos y hermanos que siguen detenidos sin ninguna duda", ha pedido.

El superviviente ha reclamado que la gente no se olvide de lo que ha pasado, que recuerde "lo que hemos pasado y lo que nos ha hecho esta semana el gobierno marroquí". Además de Madrid y Melilla, Barcelona, A Coruña, Lugo, Oviedo, León, Málaga, Murcia y otras ciudades en Aragón, Euskadi o el País Valencià se han sumado este viernes a la protesta.

Varias imágenes a las que ha accedido Público en exclusiva muestran a gendarmes y miembros de las fuerzas auxiliares marroquíes cruzando la valla de Melilla y golpeando a migrantes en suelo español para proceder a devolverlos en caliente. Murieron 37 personas. Se trata de la mayor tragedia registrada en la frontera de Melilla con Marruecos.

Los agentes no dudaron en utilizar armas blancas, ganchos, pelotas de goma, porras y gas lacrimógeno contra los cientos de migrantes que intentaban pasar al otro lado de la frontera, según denunciaron los vecinos. Coinciden en que no recuerdan un episodio con tanta gente y tanta violencia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió este jueves en una entrevista en La Sexta que no volvería a repetir sus palabras alabando la actuación de la Policía marroquí. El jefe del Ejecutivo afirmó que el intento de cruzar la valla había sido "bien resuelto" por la gendarmería marroquí. "Es evidente que ahora no repetiría esas palabras", reiteró Sánchez, que pidió contextualizar sus primeras declaraciones porque las hizo "antes de conocer la tragedia de muertos en Nador".

No obstante, preguntado por las imágenes de gendarmes marroquíes actuando en suelo español para detener y devolver en caliente a los migrantes, Sánchez aseguró que esas imágenes no las había visto: "He pasado el tiempo encerrado en la cumbre [de la OTAN]. No puedo opinar sobre esa cuestión".