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Vamos Juan Diego San José: "'Vamos Juan' habla del poder del rencor como combustible"

TNT estrena hoy, a partir de las 15:45 horas y del tirón, Vamos Juan, secuela de Vota a Juan. Siete nuevos episodios en los que se explora, como avanzan Diego San José y Javier Cámara, una visión aún más pesimista y oscura de la política y del personaje.

Imagen promocional de la serie Vamos Juan. / ARCHIVO
Imagen promocional de la serie Vamos Juan. / ARCHIVO

Han pasado dos años (en el guion) desde que el espectador dejó de seguirle la pista a Juan Carrasco. Este reaparece en Vamos Juan muy lejos de ‘su’ Ministerio de Agricultura y a muchos kilómetros de Madrid. Ahora está en Logroño, su ciudad, en un instituto en el que imparte clase de biología (o eso intenta), pero no olvida sus ganas de política y, sobre todo, de vengarse de quienes lo menospreciaron. El rencor lo mueve. A él y al resto. Es algo en lo coinciden tanto Diegos San José, creador de Vota Juan y ahora Vamos Juan, como Javier Cámara, su protagonista.

"En el primer episodio hace un recorrido por sus seres queridos y compañeros para chantajearles por interés. En todos los personajes se une una cosa: el rencor. Todos se mueven por venganza y porque le tienen rencor a alguna situación o a alguien en concreto. De lo que habla Vamos Juan es del poder del rencor como combustible. Cómo esta es incomparable a otras motivaciones. Es la que nos lleva más lejos, más rápido y con más fuerza. Nunca el romanticismo o las ilusiones. Estas siempre se agotan antes que las ganas de venganza", resume San José sobre el leitmotiv de esta segunda temporada.

Imagen promocional Vamos Juan II. / ARCHIVO
Imagen promocional Vamos Juan II. / ARCHIVO

Una nueva entrega motivada, en palabras de su guionista junto con Víctor García León, Daniel Castro y Pablo Remón, por el deseo alimentado por la "libertad recibida" de hacer "algo más oscuro, más pesimista y, tal vez, más maduro en el sentido de que ya no nos obligábamos a buscar la risa constantemente, sino que hemos querido hacer una comedia a su pesar. Es decir, que Vamos Juan no intenta ser una comedia. Acaba siéndolo porque es inevitable, pero si en algunos momentos nos pedía el cuerpo contar algo doloroso, algo que fuera incómodo, pues también lo hemos contado sin tener que usar el barniz de la risa que a veces parece que dulcifica todo. A veces Vamos Juan es árida y es algo que nos planteamos como propósito".

Sin embargo, vistos los siete episodios que hoy emite en formato maratón TNT, que produce junto a 100 Balas (The Mediapro Sudio) y WarnerMedia, la sensación que transmite la serie es que sí, efectivamente, es mucho más oscura, más pesimista y da una imagen más negra de la política. Pero, a la vez, es aún más divertida que la primera.

¿A qué se debe? Preguntado por ello en su conversación telefónica con Público, San José explica que esto se responde a que "normalmente en comedia cuanto más oscuro es el material de partida mayor es la carcajada. Porque, claro, estás tocando temas que mentalmente los tienes más ligados a preocupaciones, a miedos… De manera que la explosión que provoca que de repente te veas riéndote de esos temas y no de otros más afables es mucho más grande".

En el caso concreto de Vamos Juan lo que hicieron es meterse de lleno con temas que, como dice su creador, no siempre están presentes en el humor como pueden ser "el poder de la Iglesia, el IBEX, el aprovecharse de una víctima… y toda la mugre emocional que se vive incluso dentro de la familia, como padre, como marido apunto de divorciarse… Todo lo que rodea como caldo es totalmente oscuro. Por eso creo que también es más divertido".

Vota Juan no dejaba en muy buen lugar a los políticos, pero a medida que se avanza en los capítulos de Vamos Juan se comprueba que aún se puede caer más bajo. Diego San José analiza que eso pasa porque se adentran en una visión de la política que "es incluso anterior a la visión de la política que se daba en Vota Juan". En su primera temporada a Carrasco se le veía en un Ministerio y en un ambiente que, argumenta su creador, "reconocemos como de la política oficial, la que vemos, la que nos cuentan y la que votamos".

Sin embargo, en la secuela no es así. "Hemos querido dar un paso más atrás, irnos más lejos, para ver la política desde antes y casi hemos hecho una road movie por la democracia en el sentido de que hemos recorrido aquellos poderes que no están en los planes electorales, que son las simpatías que necesitas para financiar tu partido político; tener el beneplácito de poderes que no votamos pero que están ahí como pueden ser el de la Iglesia o el hecho de buscar una víctima para ganar más votos".

Sobre lo de fichar a una víctima -una de las tramas centrales y más ricas de esta nueva entrega-, San José señala que "es una cosa que desgraciadamente se ha hecho en la política española desde hace mucho tiempo puntualmente y que es una de las cosas moralmente más miserables que hemos visto". Para Javier Cámara, en una entrevista con varios medios entre los que se encontraba Público, se pronunciaba al respecto en el mismo sentido asegurando que "lo de las víctimas es una crítica durísima al uso que se ha hecho de algunas de ellas y el papel que han asumido algunas, con todo lo durísimo que es ser una víctima".

Aprovechar lo que funciona y apostar por ello

Vamos Juan aprovecha mejor lo que funcionaba de su antecesora. Antes de sentarse a escribir hicieron el ejercicio de revisar lo ya emitido para encontrar los puntos más y menos fuertes y lo que "nos pasó", analiza su creador, "es que en los momentos en los que intentamos hacer reír buscando la comedia nos interesaban menos".

Sin embargo, descubrieron que, "teniendo un actor como Javier Cámara" lo que mas les gustaba era cuando era vulnerable, pero también ruin. Eso se ha traducido en que "en la segunda temporada el personaje tiene momentos moralmente mucho más incómodos que en la primera, y, efectivamente, le vemos más veces desmontarse y ser consciente de que lo que está haciendo está mal". Según Cámara, "queríamos mostrar un personaje muy patético y a la vez muy indeseable".

Y esa decisión de aunar en una misma persona la mezquindad más absoluta y la soledad más devastadora se debe, en parte, a "algo tan práctico como tener con nosotros a Javier Cámara", para con quien San José se deshace en halagos más que justificados: "Es muy raro que una persona sea capaz de hacer una escena de comedia y el mismo actor sea capaz de hacer una escena acojonantemente veraz sobre llorar y venirse abajo. Y cuando escribes comedia es muy difícil que puedas escribir las dos cosas porque es complicado que un actor pueda hacer ambas al máximo nivel. Javier Cámara es de esos prodigios".

La genialidad ‘embotellada’ del capítulo turco

La secuela de Vota Juan la forman un total de siete episodios y el sexto, que podría verse de manera independiente, es de los mejores que se encontrará el espectador. Desde los títulos de créditos que parecen sacados de una serie o película turca a todo lo que implica para el personaje principal a nivel emocional la trama que se aborda en él pasando por guion, música, reparto (Anna Castillo tiene un papel crucial), localización y dirección.

"Para mí es de lo mejor que hemos hecho en las dos temporadas. Es como la perlita que todos somos conscientes que tenemos ahí", reconoce un Diego San José, quien añade que lo escribieron como "un capítulo embotellado", el único en el que Juan Carrasco no está con su equipo. Además, se encuentra "en otro país y con un personaje que no volverá a salir que es como una hada madrina". Lo de hacerlo "radicalmente turco" no era algo que estuviese pensado desde el primer momento, sino que surgió durante el rodaje en un hotel de Toledo.

Al final, el resultado ha sido "como una especie de película fuera de la serie. De hecho, en el guion había algo de que funcionase de manera que hiciese evolucionar la historia. Empieza con Juan Carrasco en un punto y acaba con él en otro totalmente diferente. También nos apetecía que lo pudiera ver alguien que no haya visto nada de la serie". Y por eso funciona tan bien.

Para Cámara también es un capítulo especial. Escrito por Pablo Remón, a él le ha servido para ponerse tras la cámara por primera vez. Es algo que le habían comentado ya en la primera temporada y que en esta le convencieron para hacer. La experiencia ha valido la pena: "Al ser un capítulo burbuja siempre tienes más libertad, incluso de cagarla. El conocimiento que he adquirido como actor para ser mejor, conocer todo ese recorrido y decisiones que implica dirigir".

Juan Carrasco en el mundo virtual fuera de la serie

Con el paso del tiempo, y de los tuits, Juan Carrasco se ha convertido en un personaje que, en cierta manera, traspasa su propia serie. Y eso es gracias a la potente campaña en redes sociales que se ha hecho. El perfil de @soyjuancarrasco en Twitter cuenta con casi 4.000 seguidores. Siempre al quite, "detrás de Juan Carrasco en redes hay alguien que es superingenioso, que a mí me parece espectacular.

Me pasa que no solo noto que tiene pilladísimo al personaje, sino que yo me he llegado a reír de tuits que no había pensado, de reflexiones que hace sobre la actualidad que me parecen brillantes", reconoce San José, a quien alguna vez le han preguntado si es él quien lleva la cuenta. Pero no. Parte de esa estrategia ha sido mantenerlo abierto incluso cuando aún no se sabía si habría segunda temporada y seguir alimentándolo.

El Juan Carrasco tuitero se ha atrevido incluso a lanzar algún que otro comentario de los suyos desde su propia cuarentena. Si existiese de verdad, Diego San José, que reconoce haber pensado "mucho" en qué haría este personaje tan peculiar en una situación como la que se encuentra hoy en día España, este "ya se habría hecho tres veces la prueba de Covid-19 a la que tienen acceso los políticos y solo los políticos. Él se las haría como si fuesen paracetamol. O sea, cada ocho horas: desayuno, comida y cena. Y estaría pensando en huir a un búnker termonuclear a un continente limpio para desde allí mandar mensajes de tranquilidad a la población".

Sobre la coyuntura actual y la función de la cultura en estos días, Javier Cámara agradece la libertad recibida por TNT y Mediapro y la generosidad de ambos al emitir la serie como maratón. "Me parece de una generosidad brutal, porque queman toda su serie y la ponen al servicio de todo el mundo. Ojalá que a toda la gente que quiera divertirse un poco le podamos sacar una carcajada, pero también respetar a toda la gente que quiera estar en silencio estos días porque, evidentemente, todos tenemos un escalofrío en la espalda".

Sobre la posibilidad de una tercera, San José avanza que tienen la idea -esa que se atisba en el propio desarrollo de la segunda y tras lograr que los cierres de las dos primeras "rimasen"-, pero que ahora hay que dejar a Vamos Juan hacer su recorrido y ya se verá después. Ese que comienza este domingo en TNT y que ha contado de nuevo con Macarena (María Pujalte), Víctor (Adam Jezierski), VAllejo (Joaquín Climent), Recalde (Cristóbal Suárez), su esposa Paula (Yaël Belicha ) y su hija Eva (Esty Quesada). A la caravana ‘electoral’ se han subido Alberto San Juan y Jesús Vidal.

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