Este artículo se publicó hace 16 años.
Zapatero evita anticipar su política de alianzas
El líder del PSOE subraya que tiene «una mayoría suficiente para llevar a cabo el proyecto»// Revela que el domingo habló con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, y acordaron «dialogar»
Gonzalo López Alba
Satisfacción, sí; euforia, no. Este es el ánimo que presidió ayer la reunión de la Ejecutiva del PSOE, cuyos miembros recibieron con aplausos a José Luis Rodríguez Zapatero y a Manuel Chaves, vencedores en las elecciones generales y andaluzas del domingo.
La dirección socialista concluyó que el resultado obtenido "es un éxito", aunque reconoce que, "desde luego, hubiera sido mejor si el PP no hubiera subido también y si tuviéramos mayoría absoluta".
La primera conclusión que afloró en el análisis poselectoral de por qué no se ha logrado abrir la brecha con el PP, fue que les "pasó factura la política de la España plural y, singularmente, el Estatut de Catalunya", que el PP supo instrumentalizar a su favor en los territorios más españolistas.
Paños fríos al PSC y a CiU
Ayer no pasó desapercibido que, en su comparecencia ante los medios de comunicación, Zapatero rebajara, por omisión, la trascendencia de la aportación de Catalunya a su victoria, aunque la elogió ampliamente a puerta cerrada.
"El PSOE ha obtenido un excelente resultado en Catalunya. Siempre he tenido la convicción de que se iba a producir. (...) Podría citar muchos resultados, como Extremadura, que ha estado nuevamente por encima del 50%, Catalunya ...", dijo cuando fue preguntado.
La respuesta dejó la sensación de que intentaba aplacar por anticipado las exigencias de un PSC crecido, cuyo líder, José Montilla, ya le planteó públicamente sus demandas en el penúltimo mitin de la campaña, el jueves en Barcelona.
"Esperamos del Gobierno que se desplieguen con diligencia y amplitud de miras las competencias del Estatut", dijo el presidente de la Generalitat, que extendió sus reclamaciones a un nuevo sistema de financiación autonómica "adaptable a las necesidades de Catalunya" y a las inversiones públicas.
Zapatero también puso paños fríos al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ante la perspectiva de que encarezca su eventual apoyo al ser el único grupo con el que el PSOE completaría automáticamente la mayoría absoluta.
"Todavía no he hablado con él. Tengo pendiente una lista importante para responder...", indicó en términos que contrastaron con la declaración previa en la que reveló haber conversado en la misma noche del domingo con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu.
De los nacionalistas vascos, que en el tramo final de la legislatura sacaron al Gobierno de sus aprietos parlamentarios, dijo que son "un grupo con el que hemos tenido una actitud de diálogo, que su presidente me ratificó", y que acordaron "concretar en las próximas semanas".
Con el PSE convertido en primera fuerza de Euskadi y la previsión de un adelanto de los comicios autonómicos al otoño -la legislatura acaba en mayo de 2009-, el intercambio de apoyos entre socialistas y peneuvistas se revaloriza.
"Diálogo con todos"
Zapatero no dio más pistas que las que puedan representar estas pinceladas sobre posibles alianzas poselectorales, asunto que no abordó la Ejecutiva. En su comparecencia, dejó intencionadamente abierta la incógnita sobre la política que seguirá, aunque siempre se ha mostrado más partidario de los acuerdos puntuales que de las alianzas estables. "Hay que hablar y analizar muchos asuntos importantes", argumentó.
Su declaración al respecto fue: "Con 169 escaños, el PSOE tiene varios grupos con los que puede establecer diálogo y entendimiento. En la legislatura pasada hubo un diálogo preferente, no exclusivo, con algunos grupos -ERC e IU-ICV- que han sufrido una modificación en su representación. Necesitamos hablar con cada uno de ellos para abordar primero la investidura y después el horizonte de la legislatura. Sí puedo anticipar que, en cualquiera de los escenarios, una alianza más estable o acuerdos más puntuales, mantendré un principio fundamental: la capacidad de diálogo con los grupos".
No obstante, apuntó su inclinación por el modelo de acuerdos puntuales al subrayar que "a tenor de la composición de la Cámara, la mayoría del PSOE es una mayoría suficiente, fuerte y sólida, que tiene por delante el horizonte de poder llevar a cabo su proyecto y principales compromisos". Fuentes próximas descartaron a Público la posibilidad de un Gobierno de coalición.
Preocupan Madrid y Valencia
En la Ejecutiva también se puso de manifiesto, como adelantó ayer Público, cierta inquietud ante "la incertidumbre sobre cómo reaccionará el PP" a su segunda derrota. En clave interna, la preocupación se centra en los malos resultados en Valencia y Madrid. D
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