Zapatero, 20 años después: de Moncloa a la mediación internacional y a ser el gran baluarte de Sánchez
El 14 de marzo de 2004, José Luis Rodríguez Zapatero llegó al Gobierno. Aprobó numerosas leyes pioneras y salió del Ejecutivo tras su gestión de la crisis económica. Últimamente ha destacado por su papel en Venezuela y el actual PSOE.
Madrid--Actualizado a
La jornada electoral del 14 de marzo de 2004, hace 20 años, será difícil de olvidar para la sociedad española. Tres días antes de la cita con las urnas el atentado yihadista del 11M conmocionó a todo el país. El PP de José María Aznar, con Mariano Rajoy de candidato, atribuyó la autoría a ETA, algo que agitó a una población que reclamaba la verdad. En ese contexto, el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero se alzó con la victoria. El líder socialista permaneció hasta diciembre de 2011 como presidente del Gobierno.
¿Qué balance dejó en Moncloa y qué significa hoy en día Zapatero? Varias fuentes socialistas consultadas por Público coinciden en destacar la gran batería de avances sociales y civiles que impulsó durante sus dos legislaturas. La segunda, eso sí, terminó de forma abrupta al gestionar, recortes incluidos, la crisis económica europea.
Zapatero obtuvo el 14 de marzo de 2004 algo más de 11 millones de votos y 164 escaños en el Congreso. Necesitó para su investidura los votos favorables de IU, ERC, Coalición Canaria, BNG y Chunta Aragonesista. Solo el PP votó en su contra ya que CiU, PNV, EA y Nafarroa Bai se abstuvieron.
El político leonés, que cuando llegó a Moncloa tenía 44 años, llevaba desde el año 2000 al frente del PSOE. Por tanto, líder de la oposición. Una dirigente de su primera ejecutiva destaca que ya entonces manifestó su compromiso de "erradicar el machismo criminal". "Cuando lleguemos al Gobierno, mi primera medida será la aprobación de una ley integral contra la violencia de género", les dijo a sus compañeros. "Es un feminista convencido y lo ha demostrado siempre", destaca esta misma fuente.
"Mi primera medida será la aprobación de una ley integral contra la violencia de género", dijo al PSOE en el año 2000
Efectivamente, cumplió con su promesa y ya en el Gobierno impulsó esa pionera ley. No fue la primera porque antes ordenó la retirada de las tropas españolas de Irak. Pioneras también fueron la Ley de Igualdad, la Ley de Memoria Histórica, la Ley de Dependencia, la ley del divorcio exprés o la del matrimonio entre personas del mismo sexo. Todas estas fueron impulsadas durante la primera legislatura.
También propuso Zapatero la iniciativa internacional de la Alianza de Civilizaciones, que fue adoptada como programa oficial por las Naciones Unidas en abril de 2007. Y dio los primeros pasos de la Ley Antitabaco, prohibiendo fumar en centros de trabajo. Años más tarde las prohibiciones se extendieron hasta cualquier lugar público a puerta cerrada. Otro hito relevante es la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El líder del PSOE, según recuerdan algunos de sus compañeros, también demostró antes de llegar a Moncloa un interés hacia las cuestiones ambientales, "inédito en anteriores líderes socialistas". Por primera vez en la Ejecutiva se incluyó una Secretaría específica de Medio ambiente, que ocupó Cristina Narbona, que fue luego ministra. En este ámbito impulsó prácticamente nada más llegar al Gobierno una alternativa al trasvase del Ebro.
"El Gobierno de Aznar no conseguía que recibiera fondos europeos. Nuestro Programa Agua (mejora de gestión del recurso, modernización de regadíos, depuración y reutilización y desalación) sí los consiguió", apuntan fuentes consultadas sobre este asunto.
El PSOE volvió a ganar las elecciones en 2008 con un apoyo todavía mayor: más de 11,2 millones de votos y 169 escaños. Fue investido por mayoría simple en segunda votación gracias a la abstención de IU, CiU, PNV, BNG, Coalición Canaria y Nafarroa Bai. En su nueva estructura de Gobierno incluyó por primera vez un Ministerio de Igualdad, que encabezó Bibiana Aído.
El fin de ETA, la crisis y su salida de Moncloa
Entre los logros que se consiguieron durante su Gobierno destacó, sin duda, el fin de la actividad armada de ETA. "No es de extrañar que fuera precisamente bajo su mandato que abandonase definitivamente las armas", señalan fuentes socialistas. ETA había convocado un alto al fuego en marzo de 2006 y se inició un proceso de diálogo pero la bando lo rompió a finales de ese año con un atentado en la T4 del aeropuerto de Barajas que mató a dos personas.
Los años siguientes fueron duros. Se produjeron más asesinatos y la anulación o ilegalización de diferentes candidaturas electorales de la izquierda abertzale. ETA anunció un alto el fuego "permanente, general y verificable" el 10 de enero de 2011.
"Fue desde luego, mi primer afán, lo que tuve más tiempo presente en mi cabeza durante todo el tiempo en Moncloa, lo que me causó más inquietud hasta que se produjo y también una mayor satisfacción cuando llegó el final. Arriesgué políticamente mucho pero siempre estuve convencido de que merecía la pena hacerlo", destacaba Zapatero sobre el fin de ETA en una entrevista realizada en Público en 2021.
Su segunda legislatura estuvo marcada por la crisis económica. En 2009 España entró en recesión. Zapatero llevó a cabo profundos recortes en los salarios de los funcionarios, una reforma laboral que abarataba el despido, una congelación de las pensiones, el aumento de la edad de la jubilación o la reforma, pactada con el PP, del artículo 135 de la Constitución para introducir los límites de déficit y la estabilidad financiera en la Carta Magna.
Su segunda legislatura estuvo marcada por la crisis económica. Zapatero llevó a cabo profundos recortes
"Parte de ese capital político anterior lo perdió en la segunda legislatura. La crisis económica golpeó de forma brutal a todos los rincones del planeta y el Gobierno estuvo lento y torpe. Zapatero se vio sobrepasado por la velocidad y la profundidad de la crisis, que le acabó pasando por encima", señala una de las fuentes consultadas. "Vivió con enorme angustia la crisis económica y las recetas que nos imponía la Comisión Europea", apunta otra.
El presidente decidió no presentarse a las siguiente elecciones, que adelantó unos meses y se celebraron el 20 de noviembre de 2011. Meses antes había estallado un movimiento clave para entender los años posteriores, el 15M. La ciudadanía apuntó al bipartidismo en las calles y el PP ganó las generales con una clara mayoría absoluta y una debacle del PSOE.
Venezuela y las mediaciones
Tras salir de la primera línea formó parte del Consejo de Estado pero tuvo un papel de perfil muy bajo a nivel político durante algunos años. "Tardó años en recuperarse de aquello (la gestión de la crisis). Tuvo su propia travesía del desierto. Lejos de victimizarse ni despecharse, lo asumió. Aprendió las lecciones con humildad y supo mantenerse en un segundo plano", señalan fuentes conocedoras de aquellos años.
Su progresiva vuelta a la escena pública se visibilizó especialmente con el papel que decidió tener en América Latina y más concretamente en Venezuela. El expresidente fue reclamado por UNASUR y después apoyado por el Vaticano, el Gobierno de España, la UE y EEUU. Su objetivo era mediar entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
"Tiene vocación pública de verdad, le gusta ayudar y ser útil. Es un convencido del papel que puede y debe jugar España en las relaciones con América Latina. Siempre dice que 'no se puede juzgar la política allí con la perspectiva europea, tampoco española', apunta una de las fuentes consultadas para la realización de este artículo.
Su labor no ha estado exenta de críticas por parte de la derecha, tanto en España como de los sectores más duros de la oposición venezolana. En 2018 un numeroso grupo de dirigentes del PSOE y otros intelectuales difundió un manifiesto apoyando su trabajo por el diálogo frente a los ataques que recibía.
De apoyar a Susana Díaz a la lealtad con Sánchez
"Fue un gran presidente pero, sobre todo, está siendo un grandísimo expresidente. Y eso es aún más complicado ha sabido encontrar su espacio. Siempre generoso, siempre entregado al partido. Siempre aportando serenidad a los debates", señala una dirigente socialista actual que trabajó en Moncloa durante la presidencia de Zapatero.
Lo cierto es que a nivel interno, Zapatero apoyó abstenerse para favorecer el Gobierno de Rajoy en 2016, al contrario que Pedro Sánchez. Luego apoyó la candidatura de Susana Díaz frente al actual líder del PSOE. Pero ese posicionamiento no lo ha alejado de la dirección actual socialista ni del propio Sánchez. Todo lo contrario.
Especialmente activo se ha mostrado en la última campaña electoral del 23 de julio. Sánchez cuenta en su último libro la conversación que tuvo con él antes de la campaña y las conversaciones que ha tenido como "consejero" sobre temas relacionados con Catalunya. Zapatero ha defendido sin ambages la ley de amnistía y se implicó en entrevistas o mítines para defender al Gobierno de coalición progresista y evitar la llegada de la ultraderecha a Moncloa. Algo muy diferente al papel del otro expresidente socialista, Felipe González.
Zapatero ha defendido sin ambages la ley de amnistía y se ha implicado para defender al Gobierno de Sánchez
Su recuerdo en el actual PSOE
Dos décadas después, los nuevos dirigentes socialistas siguen reivindicando su legado y su recuerdo. "Las políticas y la forma de hacer política de Zapatero enganchó a toda una generación de personas que ahora también se dedican a la política, sobre todo, a toda una generación de mujeres que encontramos en él el significado del compromiso, la lealtad, la humildad y la honestidad", apunta una relevante integrante del actual Gobierno de Sánchez.
"Zapatero fue un revulsivo para los jóvenes en 2004, una generación que volvió a confiar en la política tras la oscuridad generada por Aznar. Fue esperanza, libertad y avance, el tiempo nos ha dado la razón. Desde muy pequeño lo defendí con uñas y dientes en el colegio y me quedo con la actitud profundamente progresista frente a los reaccionarios dentro y fuera de nuestras fronteras, una actitud valiente que nos hizo mejores, a hombres, a mujeres, a jóvenes y a mayores, porque su legado conecta y conectará a todas las generaciones", resume un dirigente más joven.
"Tuvo una valentía inédita en democracia hasta entonces a la hora de conquistar nuevos derechos. Eso a pesar de los ataques y de que a cada derecho que aprobaba, la derecha política, mediática y eclesiástica le sacaba a un millón de personas a la calle y lo insultaban a diario", señalan otras fuentes de Ferraz.
"Es mejor expresidente porque no tiene las ataduras de la Presidencia. Es sincero y se nota que está más curtido y desacomplejado: cree en su apuesta democrática (política y política a través del diálogo) y no tiene mochilas", señala otra de las personas consultadas.
El PSOE decidió homenajearle oficialmente el pasado fin de semana en un acto en Bilbao. El expresidente se implicó a fondo en la campaña electoral de Galicia y también participará en el Congreso del PSC que se celebra este próximo fin de semana a las puertas de unas elecciones anticipadas en Catalunya convocadas este miércoles por Pere Aragonès. Una cita en la que, seguramente, volverá a implicarse.
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