El Grupo de Coordinación de Sumar ha designado este sábado a la ejecutiva del partido, que encabezará la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, como coordinadora general. La dirigente gallega estará acompañada por 18 personas que ocuparán diferentes responsabilidades.

La designación de esta dirección supone un cambio profundo en el equipo más cercano que ha acompañado a la ministra de Trabajo desde que arrancó la construcción de su proyecto, en Matadero de Madrid. Desde entonces, Díaz ha tenido a su alrededor una serie de perfiles que apenas han variado (aunque se han ido incorporando nuevas personas y otras, como Ramón Luque, han salido), perfiles que ahora pierden peso en la organización en favor de otros.

Desde navidad, la vicepresidenta ha ido diseñando este nuevo equipo para repartir los roles en una directiva que sostendrá la organización a partir de ahora. El cambio más notable es el de su número dos; hasta ahora, la mano derecha de Díaz había sido Josep Vendrell, primero en la Vicepresidencia Segunda del Gobierno y, después, en la construcción de Sumar.

A partir de ahora su número dos será Lara Hernández, que en la ejecutiva ocupará la Secretaría de Organización. Hernández procede de los movimientos sociales, en concreto del 15M y de la denominada marea granate de Berlín, el grupo de jóvenes que se vio obligado a exiliarse al extranjero para trabajar durante la crisis financiera que estalló en 2008.

La secretaria de Organización de Sumar no es una advenediza en la política; fue candidata a las europeas en la IU de Cayo Lara y, posteriormente, Alberto Garzón la recuperó como responsable de convergencias del partido durante los procesos de alianza con Podemos y con el resto de formaciones de la izquierda alternativa, por lo que tendrá un papel fundamental para reconducir la relación entre la organización liderada por Díaz y los partidos que forman parte de la misma, en un momento en el que existen importantes choques (sobre todo con IU).

El resto de la ejecutiva

En el núcleo funcional del partido, el que llevará el día a día, también estarán perfiles como el de Ernest Urtasun, que consolida de manera formal su rol de portavoz, que ya lleva desempeñando desde el pasado año. Elizabeth Duval será la secretaria de Comunicación, e Íñigo Errejón el de análisis político y discurso.

El resto de secretarías son: Grupos sectoriales (Paula Moreno); Feminismos (Amanda Andrades); Internacional y Europa (María Eugenia Rodríguez Palop) Finanzas y secretaría técnica (Lander Martínez); Coordinación institucional (Txema Guijarro); Transformación ecosocial (Rosa Martínez); Sanidad (Rafael Cofiño); Economía y desigualdad (Carlos Martín); Educación, investigación y universidades (Joaquin Sevilla); Cultura (Getsemaní San Marcos); Trabajo (Joaquín Pérez-Rey); Juventud (Laura Moreno); y Modelo territorial y plurinacionalidad (Josep Vendrell).

Aunque forman parte de la ejecutiva, además de Vendrell también sale del núcleo duro del partido Lander Martínez, que llevó las negociaciones del 23J con los partidos (junto al propio Vendrell), tuvo un papel relevante a la hora de preparar la asamblea fundacional, y dirigió la campaña y la negociación de Sumar con otras fuerzas en las elecciones de Euskadi.

Para Díaz, una de las claves de la organización reside en su equipo económico, que liderará Carlos Martín (un fichaje personal de la vicepresidenta que ha liderado las negociaciones económicas con el PSOE y con Hacienda en el seno del Gobierno de coalición durante los primeros compases de la legislatura).

También introduce en el partido a Joaquín Pérez-Rey, uno de sus hombres de confianza en el ministerio (es el secretario de Estado de Empleo desde 2020 y el hombre fuerte de Díaz en el diálogo social), que formará parte de este equipo económico. Rodríguez Palop y Guijarro también son figuras vinculadas a la vicepresidenta que ahora pasan a tener un rol orgánico en Sumar.

Esta ejecutiva podrá ser ampliada en un futuro, ya que en la reunión del Grupo de Coordinación de este sábado no ha participado ninguna de las formaciones políticas, después de que Sumar decidiera que se incorporarían más adelante, cuando IU celebre su asamblea y después de las elecciones catalanas.