A Vox se le ha acabado haciendo bola la moción de censura al Gobierno anunciada a bombo y platillo en diciembre, más aún desde que pusieron el nombre de Ramón Tamames sobre la mesa. Pero ya no había otra opción posible para la extrema derecha y este miércoles lo han hecho oficial: paralizarán durante unas horas el Congreso para forzar el debate de una moción de censura a Pedro Sánchez con Ramón Tamames, de 89 años, como candidato a presidente del Gobierno. 

Los de Santiago Abascal registrarán la moción, calificada por todo el arco parlamentario salvo la extrema derecha como "un esperpento", el próximo lunes 27 de febrero. En un comunicado emitido a través del digital de extrema derecha La Gaceta, Vox destaca que Tamames "forma parte de una generación formidable de españoles que entendió que reavivar viejos odios no conducía a nada" y subraya el carácter "apartidista" de la moción.

La convicción que se desprende de estas manifestaciones del partido de extrema derecha choca con las reticencias que han mostrado en las últimas semanas. Abascal ha tardado un día en confirmar oficialmente como candidato a Tamames -el exdirigente del Partido Comunista lo anunció por su cuenta a última hora de este martes- y hasta pocas horas antes en Vox se resistían a ratificar su elección. No gustó entre en el partido ultra que el economista fuese por libre y estuviese tan presente en los medios de comunicación en las últimas semanas.

Pero era demasiado tarde para dar marcha atrás -hay recordar que fue el propio Abascal quien señaló a Tamames como candidato el pasado 1 de febrero- y la moción de censura se había convertido ya en un callejón sin salida para Vox. El histórico dirigente comunista que acabó recalando en la CDS se subirá a la tribuna del Congreso como candidato a presidente del Gobierno. 

En una entrevista con el diario El Mundo hace dos semanas, Tamames explicó su posición así: "Si no lidero la moción de Vox, puedo arrepentirme toda mi vida". 

De Feijóo a Tamames

Tamames fue el último -pero el primero que sonó en firme- de una lista de nombres que fueron apareciendo en los medios de comunicación desde el pasado 9 de diciembre, cuando Abascal anunció la moción. La estrategia de Vox era entonces presionar al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que fuese él quien la liderase. Abascal, Inés Arrimadas -entonces presidenta de Cs- e incluso algunas voces del ala más dura del PP insistieron a Feijóo en que diese ese paso pero se encontraron con un 'no' rotundo. 

En Génova han pensado siempre que una moción de censura en la que no salen las cuentas y no se puede ganar es un balón de oxígeno para el Gobierno, más con la propuesta de Tamames como candidato, que le dio un tono ignominioso a la moción. Feijóo la calificó de "despropósito".

Fuentes de la dirección nacional del PP aseguraban hace más de una semana que Feijóo había hablado con Tamames y que en esa conversación "intentó persuadirle" de que no aceptase. "Si fueses mi padre no te dejaría hacer esto", le habría dicho el líder de la oposición. No le convenció. Con todo, el PP se mantiene en la abstención y no se opondrá a que el economista de 89 años pueda ser investido presidente del Gobierno. 

Una pregunta se abre paso ahora entre el resto de grupos parlamentarios: ¿Cómo enfrentarse al "despropósito" de la tribuna?.